LOS CHICOS DEL CORO
Enviado por noraolivares • 21 de Enero de 2013 • 565 Palabras (3 Páginas) • 845 Visitas
En el siglo XVII surgió la forma de enseñanza tradicionalista, en la que el maestro era el único que hablaba, el maestro era el modelo y el guía, al que se debía imitar y obedecer. Hasta la disciplina y el castigo se consideraban fundamentales y obligatoriamente necesarios, y según los educadores de esa época, el castigo, llámese reproches o golpes (jalones de orejas, bofetadas y reglazos) estimulaba el progreso del alumno. (¿???!!!!!)
En el filme “Los Chicos del Coro” se puede observar claramente ese sistema de enseñanza. La película está ambientada en un internado, en el año 1949, tras la guerra mundial, en una Francia llena de conflictos sociales y de pobreza, en que muchos niños eran huérfanos de guerra. Se presentan dos opuestos modos de enseñanza, dos visiones de educar, que nos permiten comprobar las ventajas del diálogo sobre el castigo. Y nos permiten diferenciar los dos tipos de enseñanza, pues podemos ver reflejados las dos clases de enseñanza: por un lado está el supervisor Mathieu, quien intenta enseñar a los chicos de un modo diferente, tratándolos como personas, escuchándolos y dándoles una oportunidad, y por otro está el director que los trata prácticamente como delincuentes sin remedio, como jóvenes sin ninguna esperanza de mejorar, como casos perdidos, sin voces ni votos.
El concepto de la escuela moderna, la podemos ver representada en la visión del profesor Mathieu. Quiere que los chicos sean los protagonistas y a través de la creación del coro les brinda una forma de expresarse, de defenderse y de desahogarse. Y en medio de un sistema educativo represor, castigador, la nueva luz que les trae el supervisor los ayuda a sentirse alentados, confiados y sobre todo reconocidos.
La dura disciplina que reciben de parte del director es una muestra inequívoca del sistema tradicionalista que tenía esa institución. El director era el único que podía tener razón, lo que decía era la última palabra y si alguno dudaba de ello recurría a su lema: “Acción-reacción”, que incluía las ofensas, el castigo físico y hasta la reclusión y el aislamiento. Y de ese modo iba convirtiendo a los chicos más débiles en seres sin autoestima y los más rebeldes resolvían serlo más.
El supervisor les dio una actividad en común, el coro, donde pudieran ser ellos mismos y donde podían participar todos y solo eso bastó para que se fuera desarrollando una relación de afecto y cercanía y se fue haciendo más fácil la instrucción y la comprensión.
Neill, el precursor de la escuela moderna, veía muy claras las cosas: la humanidad sana y buena que todo el mundo desea no puede lograrse a través del castigo, el odio y la represión, sino mediante la comprensión, el amor y la libertad.
El internado, en “Los chicos del coro”, con el sistema represivo de su director, si existiera hoy día, sería una cuna de delincuentes, pues según Neill “el niño
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