Musica.

Tres famosos músicos salían del teatro donde dieron un concierto. Uno de ellos llamado Andy dijo que los esperaba en la parada de trenes y observo por última vez el hermoso país donde se encontraba.

En un pequeño bar vio una niña de aproximadamente 10 años. Tenía una ropa muy sucia y rota. Estaba sola. Sentada sin nada en la mesa. Le pareció muy extraño ver a una persona sin comida en un bar. A menos que esté esperando a la mesera. Pero dudaba que una niña de 10 o 9 años este sola en un lugar turístico como Londres.

Andy se le acercó y se sentó frente a ella. “Donde están tus padres?” preguntó. La niña subió la cabeza y lo miró no respondió nada durante 10 segundos. “Están muertos, señor.” Andy se inclinó hacia atrás y trató de hacer como que no pasó nada. Rápidamente Andy cambió de tema y le preguntó cómo se llamaba. “Alexandra” su nombre era Alexandra.

A Andy le daba lástima la pobre Alexandra. Sola sin ningún cariño por los padres. Decidió preguntarle de una buena ves si quería o podía quedarse con él. Su próximo concierto seria en 3 semanas y quería llevarla con él. “Me haría bien un poco de compañía” respondió Alexandra. Andy lo tomó como un Sí. Agarró a Alexandra de la mano y la llevó a la estación de trenes donde lo esperaban sus dos compañeros.

Santiago el baterista, observo venir a Andy de lejos con una niña agarrada de su mano. Cuando Andy llego a la estación con Alexandra Santiago la miro con curiosidad. “Quien es esa niña Andy?? Acaso otra paparatzi que no quería soltarte??” y echo a reír. Andy era el cariñoso de los tres. Estaba Santiago, el más Recochero, Roger el más callado y Andy el más amoroso. “Es una amiga que encontré en un bar. Espero que se adapte a nosotros porque estará con migo un buen tiempo” respondió a su burla.

Subieron al tren. No había casi nadie. Estaban en el último vagón. Alexandra estaba sentada en el medio de Andy y Roger. Santiago estaba al frente de los tres. En ese viaje no hubo mucha conversación. Andy estaba un poco enojado ya que Santiago había tratado mal a Alexandra diciéndole paparatzi.

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