Orígenes de la industria del vestido
Enviado por anniiecr05 • 27 de Julio de 2016 • Tarea • 2.343 Palabras (10 Páginas) • 322 Visitas
- Antecedentes
Orígenes de la industria del vestido
La confección de prendas de vestir es una actividad antigua; los primeros hombres se vieron obligados a buscar prendas y materiales óptimos que les permitieran no solo protegerse del clima, sino también desempeñar diversas actividades cotidianas. La confección de prendas de vestir ha adquirido una especial importancia y necesidad para el hombre. Las vestimentas utilizadas han evolucionado debido a la influencia que tiene los diferentes estilos y modas, materiales, posición social, tradiciones, etc.
Hasta hace un par de siglos, la producción textil se realizaba de forma artesanal en pequeños talleres. Sin embargo, con la revolución industrial y gracias a los avances técnicos, se desarrollaron maquinas torcedoras de hilo, telares mecánicos y el detonante de la mecanización de la industria del vestido: la máquina de coser.
Durante el siglo XIX, existen empresas que fabrican prendas de vestir para los diferentes niveles sociales. A mediados de este siglo, se publican las primeras revistas femeninas. Al salir a los teatros y casas de óperas, los vestidos de fiesta eran largos y pesados, las faldas alcanzaban el piso
Mientras que algunos investigadores, identifican los primeros vestidos de fiesta a finales de 1800, es a partir de la década de los 50 que se convierten en un sello oficial en la cultura estadounidense.
En la época del Presidente Eisenhower (1953 -1961), los vestidos de fiesta fueron diseñados para acentuar la figura del reloj de arena. Faldas, por lo general hechas de tul o de encaje comenzaron a lucirse, así como corpiños en forma de corazón. Un ejemplo perfecto de la esencia del vestido de fiesta de la década de 1950 es el vestido strapless Edith Head que Elizabeth Taylor usó en “A Place in the Sun”. El vestido de tul blanco con satén verde se convirtió en la inspiración de vestidos de fiesta para adolescentes en todas partes. [pic 1]
El vestido de fiesta en la década de los 60 fue adelgazado. Ya no se usaban faldas anchas y ondantes creaciones de tul y satén. El vestido de fiesta de esta época fue el estilo de Jackie O y se orientó hacia siluetas más femeninas. A pesar de los problemas sociales de la época, los vestidos de fiesta continuaron impulsando la femineidad
Posteriormente en la década de los 70, el vestido de fiesta se desvió ligeramente de los vestidos de los 60, con menos énfasis en la elegancia y con un sentido de naturalidad bohemia. Los vestidos monocromáticos siguen siendo populares así como las faldas largas y ondulantes para complementar estilos de cabello como el de Farrah Fawcett.
Para obtener una mirada de los vestidos de fiesta de la década de los 80, basta mirar la obra cinematográfica de Molly Ringwald. Vestidos de fiesta cortos y largos, a veces, pero casi siempre con mangas, escotes y colores brillantes. Los vestidos de esta época están ligados con el sentimiento cultural, las fiestas de graduación comienzan a tener un mayor impacto en la vida y se convirtió en el set de muchas adolescentes
El panorama actual es más difícil de predecir. Algunos expertos de moda predicen que habrá un retorno a la mirada de Elizabeth Taylor, otros se inclinan por los vestidos de los 80. Independientemente de las predicciones, el vestido de fiesta es hoy, una creación versátil, con algunas pautas sencillas que los diferencian.
https://yuragazabon.wordpress.com/la-historia-de-los-vestidos-en-el-mundo/
https://www.promexico.gob.mx/documentos/revista-negocios/pdf/nov-2012.pdf
- Análisis del entorno, competencia e industria.
En México, la industria del vestido ha desempeñado un papel destacado dentro de la sociedad y la economía. Basta hacer una revisión desde la época prehispánica hasta nuestros días y recorrer todo el territorio nacional para darnos cuenta de la variedad, riqueza y belleza de la vestimenta que caracteriza a las comunidades y regiones del país.
En la actualidad, existen en el mercado casas de alta costura, además de distribuidores de vestidos fabricados, que combinan la comercialización de atuendos de marca con la confección de diseños propios. Generalmente están segmentados de acuerdo al nivel socioeconómico al que se dirigen, y prácticamente existe un cluster, como las calles de novias, XV años y vestidos de noche en el Centro Histórico.
Un aspecto que distingue a este tipo de negocios es que sus creaciones se adaptan según las necesidades de las personas, quienes ahora buscan funcionalidad. Los modelos, se diseñan con piezas ensambladas que permiten que un vestido se transforme en una prenda que se pueda lucir en otro evento.
La economía colaborativa es una tendencia de consumo que han favorecido las nuevas tecnologías, la sensibilidad por un consumo más responsable y la crisis. Esta nueva forma de consumir ha llegado a todos los sectores. Prolifera la oferta para disfrutar sin poseer automóviles de lujo e incluso joyas de gran valor, abriendo el mercado a muchos que antes no podían (o no querían) acceder a estos precios. Desde aviones a bolsos, pasando por vestidos de noche, tocados, bisutería y joyería, hoy lo que se lleva es compartir y alquilar el lujo.
Cuando se habla de aviones o automóviles, compartir y alquilar tiene sentido. No solo por los altos costos de compra pero por los gastos de mantenimiento. Otras categorías como la moda y los accesorios parece la mejor decisión, desde un punto de vista racional, es solo pagar por el día que se disfrutara y usara ese vestido, bolsa o joya.
En los últimos años han surgido empresas basadas en este tipo de consumo. Empresas como Eleven James, que permite descubrir la experiencia de un reloj de lujo. A partir de $ 249 dólares al mes se pueden disfrutar de 3 a 6 relojes diferentes al año, entre las marcas disponibles en su portafolio se encuentran Rolex, Patek Philippe e IWC. Un esquema similar centrado en la joyería es el que propuso Soleile dÓr en Londres, ofreciendo acceso exclusivo a una colección de joyas en cualquier parte del mundo. La marca de nombre francés, se presenta como un club privado al que se puede acceder solo con invitación. Ambas plataformas, además de facilitar el acceso a relojes y joyas, respectivamente, son también un mercado secundario para dar salida a nuestros artículos.
En la moda, la reina del alquiler de vestidos es Rent The Runway, que nace en 2009 en Estados Unidos, esta empresa ha captado más de 50 millones de dólares para su desarrollo. En Europa ya existen líderes en el mismo sector, Girl Meets Dress en Reino Unido, 24 Fab que es líder en España. En otra rama, Innovias, centrado en vestidos de novia, ha abierto su primera tienda en México DF.
En Latinoamérica, por el tamaño del mercado y la madurez tecnológica, los países que lideran la economía colaborativa son Brasil y México, seguidos de cerca por Perú y Argentina. Aunque México es el país con más potencial, algunos retos que se presentan son el desconocimiento de los negocios que crecen en este sector, la desconfianza de los clientes y el acceso al financiamiento.
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