Presunto Culpable
Enviado por ulimarch • 23 de Junio de 2013 • 478 Palabras (2 Páginas) • 284 Visitas
Vemos las desagradables circunstancias en las que viven los presos en nuestro país, los ridículos procesos legales por los que tienen que pasar y, sí, los disgustados encargados de impartir esa justicia.
Por qué en algunos casos presupone la culpabilidad e incluso condena a todos los que no son su cliente. Es decir, el abogado con cámara no sólo abusa de la presunción de culpabilidad, inmediatamente la convierte en condena irrevocable, sin otorgarle al resto de los de los ciudadanos de nuestro país el derecho de un juicio imparcial y un abogado defensor.
Por lo tanto cuando uno ve en los judiciales su conveniente, obvia y cínica amnesia, a la fiscal los agentes del Ministerio Público no demuestran nada para sostener su acusación, sino simplemente decir que está haciendo su chamba y al juez aprobando y sonriendo cuando es testigo de tales aberraciones, no se puede decir que los ciudadanos presupusieron la culpabilidad de quienes no son su cliente.
¿En dónde se ha visto que el abogado defensor de un presunto delincuente le facilite las cosas a la parte acusadora y que le otorgue al resto de los participantes tales como el testigo, los policías judiciales y el juez el derecho de un juicio imparcial y un abogado defensor.
Además de que esto no le corresponde a un abogado defensor; si así lo hiciera, la barra de abogados tendría todo el derecho de suspenderle la licencia para ejercer su profesión. Los abogados defensores tienen la obligación profesional (ética aparte) de defender incluso a los culpables.
Si no fuera así, no habría abogados. Los fiscales, por otro lado, tienen la obligación de armar un juicio con pruebas y no basarlo en lo dicho por un testigo que igual puede estar diciendo mentiras. Y, finalmente, los jueces tienen la obligación de exigir pruebas, analizarlas, ponderarlas y revisar incluso si el expediente está bien armado o no para aceptar la procedencia de un juicio.
Lo que han hecho los documentalistas es exhibir un juicio de los miles y miles que se realizan todos los días en México y que, precisamente por como son llevados, han llenado las cárceles (que son otra de las vergüenzas del país) de inocentes o, si se prefiere, de presuntos culpables que, por añadidura, son pobres.
Los delincuentes ricos o de cuello blanco no están, salvo contadas excepciones, en las prisiones ni mucho menos mezclados con los que forman la mayoría en los mal llamados centros de readaptación social, que no son otra cosa que chiqueros con rejas donde no sólo se venden drogas ilícitas sino que se hacen negocios por fuera con la complicidad de los custodios. El sistema penitenciario, y no se nos debería olvidar, es una escuela de iniciación y perfeccionamiento de delincuentes, no centros de readaptación social.
Para concluir. Si pudiéramos ejercer todos nuestros derechos, muchos funcionarios y gobernantes estarían en la cárcel.
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