¿Qué aporta la música en la “escuela”?

Entiendo la concepción “wilemsciana” como que parte de los principios de la vida, que ligan la música con el ser humano. La naturaleza, desde nuestro nacimiento nos dota con caracteres y recursos para desarrollarnos musicalmente. La capacidad del movimiento, la voz, materiales sonoros omnipresentes. Incluso les otorgan nombre, “materiales pre musicales o musicales”. Así que, resultando tan evidente la presencia del considerado lenguaje universal en el mundo, recurrente en el día a día y previamente en nuestras vidas y las de los demás, puede que la pregunta que se me plantea es: teniendo en consideración el acento de la industria musical que viene llevándose en las últimas décadas, para los más capitalistas, ¿por qué sigue la música sin ser considerada, o situada al nivel y relevancia de las demás asignaturas?

¿Qué aporta la música en la “escuela”?

Recuerdo brevemente un término: “acción reacción”, recurrente en la película “los chicos del coro”, que conlleva implícito en él una multitudinaria interpretación social, dado que puede aplicarse en la vida misma, así como en nuestras propias acciones, o en los demás, incluso hay quién lo relaciona con el karma i sus principios básicos. Así pues, puede resultar muy útil en cuanto a educación se refiere. Toda acción que el profesor lleve a cabo, inevitablemente dispondrá de su consecuencia en la clase/alumnos, incluso la propia consecuencia, dispondrá recíprocamente a modo de acción de su nueva consecuencia, y así repetidamente. Dado que la vida de por si suele resultar recíproca entre la sociedad “dar y recibir”, ¿porque no, la educación puede fundamentar-se en la misma?

Resumiendo, aporta humanidad a sus alumnas y alumnos, crecimiento personal, mental y autocontrol.

¿Por qué se debe enseñar música?

Porque genera mayor compromiso emocional de los alumnos en el aula, los alumnos se vuelven más activos y aprenden unos de otros, el Trabajo en grupo, cooperativo convierte las clases en comunidades de aprendizaje, se facilita el aprendizaje en todas las asignaturas a través de la música y otras artes, los profesores colaboran más y tienen mayores expectativas sobre sus alumnos, a la vez que recíprocamente estos se motivan, el currículum se vuelve más real al basarse en un aprendizaje por proyectos y de sensibilización, la evaluación es más atenta reflexiva, variada y en la medida de lo posible, personalizada, los alumnos suelen involucrarse más.

Así pues, de manera más concreta podemos deducir que la música puede mejorar la memoria, las emociones, la creatividad, la activación de áreas sensoriales y motoras, pues son habilidades que desarrollamos con la misma y a su vez supuestamente en nuestra etapa de aprendizaje escolar.

No podemos pedir a nuestros alumnos que sean creativos si nosotros no lo somos.

La educación musical nos permite adquirir competencias sociales y emocionales para nuestro desarrollo personal que nos hacen más felices. Y ese es el verdadero aprendizaje, el que la vida nos depara.

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