Administración
Enviado por Yos3se • 10 de Mayo de 2015 • 366 Palabras (2 Páginas) • 153 Visitas
MPORTANCIA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL MANEJO DE EMPRESAS:El estudio de la Inteligencia Emocional resulta importante por lo siguiente: La existencia de modelos de Cultura Organizacional débiles, pues los valores, hábitos y normas de una institución no son los adecuados, ya que existe carencia de verdaderos líderes que actúen con Inteligencia Emocional Crecientes conflictos entre el empleador y empleado y resistencia al cambio por estar en una sociedad llena de paradigmas. En EE.UU. el 90% de los trabajadores tienen al menos un comentario negativo acerca de su jefe. Falta de comunicación entre el empleador y sus empleados. En EE.UU., el 46 por ciento de los que dejan un empleo lo hacen porque sienten que no se les aprecia (Secretaría de trabajo de los EE.UU). Necesidad fomentar un real trabajo en equipo con el fin de desarrollar y diseñar objetivos comunes, y para ello es necesario conocer aspectos de la Inteligencia Emocional.…Era una tarde de agosto insoportablemente húmeda en la ciudad de Nueva York, el tipo detarde que hace que la gente esté de mal humor. Yo regresaba al hotel y al subir al autobúsque me llevaba a Madison Avenue me sorprendió oír que el conductor - un negro de medianaedad - me saludaba con un cordial “¡Hola! ¿Cómo le va?, saludo que ofrecía a todo el mundoque subía mientras el autobús se deslizaba entre el denso tránsito del centro de la ciudad.Todos los pasajeros estaban sorprendidos como yo, atrapados en el clima taciturnofavorecido por el día, pocos respondieron al saludo.…Pero mientras el autobús avanzaba lentamente calle arriba se produjo una transformaciónlenta, casi mágica. El conductor ofreció a los pasajeros un ágil monologo, un animadocomentario sobre los escenarios que se sucedían ante nosotros: había una liquidaciónincreíble en esa tienda, una exposición maravillosa en ese museo, ¿alguien había oído hablarde la nueva película que acababan de poner en el cine de la otra manzana?. El deleite quesentía ante las variadas posibilidades que brindaba la ciudad resultaba contagioso. Cuandolos pasajeros bajaban del autobús, lo hacían despojados del caparazón de mal humor con laque habían subido; y cuando el conductor gritaba un “¡Hasta pronto, que tenga un buen día!”,cada uno respondía con una sonrisa.... Daniel
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