Aduana Peruana

ADUANA PERUANA

Información General

Breve Reseña Histórica de Aduanas

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LOS INICIOS DE LA ADUANA : 1.600 - 1.900

La Perú. Surge en consonancia con Aduana es una de las entidades públicas más antiguas en la historia del la consolidación económica y política del virreinato.

Al instaurarse la Colonia española, uno de los objetivos centrales de la administración virreinal fue el de captar la mayor cantidad de recursos económicos para la Corona. Por ello, la recaudación de tributos, como el que gravaba al comercio exterior, era motivo de la mayor preocupación.

El impuesto que se pagaba por las mercancías que ingresaban o salían del reino, o que transitaban entre los diversos puertos españoles, se denominaba almojarifazgo. En un principio, el encargado de recaudarlo era el almojarife, palabra de origen árabe equivalente a la de inspector. Más tarde, el encargo de recaudar recayó en el Tribunal del Consulado, organismo establecido en 1613, predecesor de la actual Cámara de Comercio e integrado por los principales comerciantes y navieros de la época. Posteriormente, la responsabilidad de recaudar el referido tributo fue asignada a la Real Administración de Alcabalas.

En su inicio, el almojarifazgo ascendió al 10% sobre la importación de toda clase de productos, y su monto era fijado en relación con el valor de las mercancías en las indias y no por el precio que tuvieran éstas en el puerto de embarque.

Conforme se consolidó la importancia del puerto del Callao hasta convertirse en eje fundamental de todo el movimiento mercantil de Sudamérica, la captación de tributos originados por dicho flujo económico llegó a alcanzar una importancia creciente.

Es así como, mediante una real Orden emitida el 15 de noviembre de 1770, se crea la Real Aduana por disposición del entonces Virrey don Manuel Amat y Juniet. Aún cuando dicha Resolución era lo suficientemente amplia y terminante, sobre todo en lo referente a la transferencia de la función recaudadora del almojarifazgo y alcabalas a la Real Aduana, esta función requería de una reglamentación precisa.

Por ello, mediante Decreto del 2 de octubre de 1773, el virrey Amat aprueba el primer Reglamento de Comercio y Organización de Aduanas, con el que se inicia, lentamente al principio, el funcionamiento de la Aduana en el Perú.

Durante muchos años, la administración central de la Aduana ocupó el local del entonces Colegio San Carlos, al costado del edificio que actualmente es sede del Ministerio Público (Av. Abancay); mientras, en el Puerto del Callao funcionaba una Aduanilla.

En 1836, el entonces Presidente de la República, Mariscal Luis José Orbegoso, dispuso el desmantelamiento de la Fortaleza del Real Felipe para destinarla como sede de la Aduana, condición que mantuvo hasta 1934, cuando durante el gobierno del Mariscal Oscar R. Benavides se ordenó el traslado de la Aduana al Terminal Marítimo del Callao.

En 1833, sin embargo, se creó la Dirección General de Aduanas, cuyo objetivo, entre otros, era el de centralizar las actividades aduaneras y evitar que cada oficina de aduana, ubicada por lo general en los principales puertos del país, como el Callao, opere como una entidad autónoma.

LA ADUANA EN EL SIGLO XX

A inicios del presente siglo, las funciones aduaneras ya eran ejercidas por una Superintendencia de Aduanas, hecho que se consolida con la creación en 1947 del Consejo Nacional de Comercio Exterior y el Consejo Superior de Aduanas, por disposición del gobierno del Presidente José Luis Bustamante y Rivero, organismos responsables de supervisar el movimiento de comercio exterior y de divisas, no permitiendo, entre otras medidas, la importación o exportación de mercancías sin previa presentación y autorización de la respectiva licencia.

A partir de 1969, por Decreto Ley N° 17521, la Superintendencia de Aduanas pasa nuevamente a convertirse en Dirección General de Aduanas, dependiente del entonces Ministerio de Hacienda. En 1973, se transforma

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