Balanza de pagos de EEUU.

EL PROBLEMA DE LA BALANZA DE PAGOS DE LOS EEUU^[1]

La evolución de la Balanza de Pagos (B de P) de EEUU. desde fines de la II Guerra Mundial ilustra claramente los problemas que surgen en las relaciones monetarias internacionales (...).

La B de P de EEUU ha atravesado cuatro (4) etapas de desarrollo desde 1945. La primera, que comprende el período 1945-49, se caracterizó por un enorme excedente de la B de P y frecuentemente se le llama, período de “escasez de dólares”. El segundo período (1950-57) fue un período de transición que se caracterizó por un déficit planificado”. El tercer período comenzó en 1958 y duró hasta 1970, y estuvo marcado por un persistente déficit “no planeado”; también se le llama período de saturación de dólares. El último período, que podemos llamar de “crisis del dólar y devaluación, comenzó en 1971 y continúa hasta el presente^[2]. La crisis del sistema monetario internacional y del colapso del sistema de Bretón Woods comenzó a principios de este último período y, actualmente, tenemos un amplio sistema de tasas de cambio flotantes (...).

LA “ESCASEZ DE DÓLARES”: 1946-49

Los años que siguieron a la post-guerra constituyeron una etapa de reconstrucción y rehabilitación de las economías deshechas y convulsionadas por la guerra. Toda Europa Occidental, incluida Gran Bretaña, había sufrido enormes daños y su futuro económico y político dependía de una rápida rehabilitación.

Europa salía del conflicto bélico con una demanda de recursos que excedía ampliamente su capacidad doméstica para satisfacerlos. El catálogo de las necesidades de los consumidores, más los requerimientos para restaurar y expandir la capacidad productiva mediante cuantiosas inversiones, determinaban una pesada necesidad de importaciones, a la vez que reducían la capacidad exportadora. Al mismo tiempo, Europa ya no podía pagar por sus importaciones con los excedentes procedentes de sus ingresos por servicios internacionales, como en la época de pre-guerra, pues ésta había deteriorado sus inversiones en el extranjero; se habían perdido las flotas navieras y, también, se había reducido el flujo turístico al Viejo Continente.

Además de los factores mencionados, la guerra produjo cambios estructurales en el comercio internacional, en detrimento de la posición comercial de Europa. En efecto, en los años de pre-guerra, el déficit de B de P que Europa Occidental tenía con EEUU, era cubierto con ingresos netos positivos provenientes de otras áreas, como parte integral de un sistema mundial de acuerdos multilaterales. Pero durante la guerra y después de la misma, la posición de EEUU como proveedor se expandió de tal manera que casi todas las áreas del mundo tuvieron escasez de dólares, lo que determinó que las bases del sistema de acuerdos multilaterales de pre-guerra se viera seriamente debilitado.

Finalmente, debe anotarse que, inmediatamente después de la guerra, Europa sufrió de inflación aguda y de sistemas monetarios sobrevaluados (hasta la devaluación de setiembre de 1949). En ese marco, las causas monetarias del desequilibrio no hicieron otra cosa que agravar las causas reales (y fundamentales) de las dificultades, obstaculizando, por ello, el proceso de ajuste.

Así las cosas, las perspectivas de una Europa sin ayuda financiera extraordinaria de EEUU eran terribles. Sin un prolongado y agonizante período de ajuste, las posibilidades de restaurar los niveles de vida de pre-guerra y de un sistema de comercio mundial libre y multilateral, eran muy precarias. Desde el punto de vista político, además, existía el gran peligro de que las instituciones de democracia política y social colapsaran bajo el pesado fardo de las penurias económicas y del desorden.

En respuesta a estos peligros, EEUU adoptó una variada gama de programas de ayuda financiera. El más importante fue el PROGRAMA DE RECUPERACIÓN EUROPEA, más conocido como PLAN MARSHALL. Con este plan, EEUU literalmente volcó a Europa miles de millones de dólares en ayuda y préstamos. Esta ayuda otorgó, que duda cabe, a las economías europeas el margen “extra” de recursos que les permitió volver a levantarse económicamente en un espacio de tiempo relativamente corto y, gradualmente, pudieron desmantelar los controles directos sobre el comercio internacional y los pagos. Efectivamente, después de unos años de transición, la Europa de 1946-49 (enfrentada al colapso económico y político) se transformó en una economía de prosperidad y crecimiento sin precedentes, con un amplio excedente de dólares en su B de P.

La frase “escasez de dólares” se refiere al hecho que Europa no tenía la suficiente cantidad de ingresos corrientes ni de activos en dólares para poder utilizarlos en el financiamiento del excedente de importaciones que necesitaban para su rehabilitación. Por lo tanto, la extraordinaria ayuda financiera que le otorgaron los EEUU tenía como objetivo cubrir la brecha entre las necesidades de Europa y sus recursos propios.

La contraparte de la escasez de dólares del resto del mundo (Europa principalmente) fue el excedente de la B de P de EEUU Esto se puede apreciar con la información del Cuadro Nº 1, la que ha sido reordenada de manera particular por nosotros. Se presenta la Balanza de Cuenta Corriente y los medios utilizados para su financiamiento. Se puede asumir razonablemente que los US$ 5,400 millones correspondientes a salida de capita privado y a remesas, representaron medios normales y autónomos de financiamiento. Esto nos deja con cerca de US$ 26,000 millones financiados de otra manera, de los cuales casi todos consistieron en préstamos y ayuda del gobierno de los EEUU (2).

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Se puede apreciar claramente que el excedente de exportaciones de EEUU no habría sido tan grande si el gobierno de los EEUU no hubiera otorgado los préstamos y la ayuda a los otros países. Por cierto, si el gobierno de los EEUU hubiera rehusado otorgar la ayuda y los préstamos, el resto del mundo no habría generado un déficit de dólares tan grande. ¿Qué debemos decir entonces? ¿Qué la escasez en el mundo fue causada por los préstamos y la ayuda del gobierno de los EEUU? ¿O qué los préstamos y la ayuda se hicieron como resultado de la escasez?.

La pregunta es, en gran parte, una cuestión de semántica, puesto que los dos puntos de vista se pueden defender, dependiendo de la perspectiva de cada cual. Queda claro que la asistencia financiera que hizo posible el excedente de importaciones de Europa y el exceso de exportaciones de los EEUU, fue la respuesta al enorme exceso en demanda europea de importaciones, que no hubiera podido financiarse sin ayuda externa. En este sentido, por lo menos, la asistencia de los EEUU representó una especie de acomodo financiero y la “escasez de dólares” puede apreciarse como un fenómeno independiente.

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