Barreras, físicas , motrices o psicosociales

Al considerar las barreras o dificultades físicas, motrices y psicosociales que puedieran incidir directa o indirectamente en la reprobación o deserción parcial o definitiva de los alumnos, los resultados que se observan en la muestra son:

• De los 239 alumnos entrevistados, el 83.6 % expreso no tener ninguna dificultad para hablar o pronunciar palabras, es decir no tienen ninguna malformación o impedimento físico, como paladar hendido o labio leporino. El 16.3% manifestó tener problemas para hablar o pronunciar palabras, pero la observación directa nos indica que no se puede atribuir este problema a cuestiones corporales o físicas, sino a problemas de lenguaje ya sea por dislexia o por el uso de una lengua diferente a la materna. De esta manera podemos señalar que el habla y el uso social del lenguaje no representa una variable que sea determinante para atribuir esta característica como un factor de deserción o reprobación escolar.

Por otra parte, independientemente del significado que pudieran representar las barreras físicas, motrices o psicosociales en la deserción y reprobación, se cuestionó a los alumnos sobre las preferencias para expresar sus ideas, valores, y emociones, elemento que nos permitiría plantear los diferentes estilos de aprendizaje de los alumnos y si los docentes, toman en cuenta esta característica de sus alumnos.

• Por ejemplo, de los 239 alumnos entrevistados el 64.8% manifestaron que su forma de expresarse es preferentemente de manera oral, y un 70.2 señalaron que lo hacen también mediante escritos. Pero además algunos de ellos, el 24.2% prefieren manifestarse de manera gestual, es decir movimiento de manos, guiños, extremidades. Solo el 5.4% se inclina por la expresión gráfica, es decir a través del dibujo, o la pintura. Y el 21.7% expresaron que les agrada expresarse de diversas maneras, oral, escrita, gráfica, gestual.

Este aspecto sobre el uso de diferentes lenguajes y formas de expresión tiene una relación directa con la práctica educativa. Lo que convendría profundizar es que sí el docente es capaz de diagnosticar y percibir los diferentes estilos de aprendizaje y en el contexto en que se desarrollan dadas las características de ser cultural y lingüísticamente diverso.

Aun y cuando en este estudio los estilos de aprendizaje no se profundizan como un factor que incida en la deserción o reprobación, queda para la reflexión que esta pueda ser una variable que tenga efectos en la deserción o reprobación, ya que en estos contextos culturales y en muchos otros,  los procesos de enseñanza aprendizaje no tiene una educación personalizada y no hay interés por desarrollar otro tipo de habilidades como las artísticas o socioemocionales que pudieran ser altamente significativas para el desarrollo de los infantes, al no considerar los intereses y necesidades de aprendizaje de los propios alumnos.

...