CAPITAL INTELECTUAL

La economía basada en el conocimiento se diferencia fundamentalmente de la economía posindustrial en las estructuras económicas, las cuales requieren nuevas formas de competencia y, por lo tanto, nuevos modelos para la administración. Es esta economía, el principal factor de producción es el conocimiento, a diferencia del capital en la economía industrial o de la tierra en la economía agraria.

Dentro de una organización o empresa, el capital intelectual es el conocimiento intelectual de esa organización, la información intangible (que no es visible, y por tanto, no está recogida en ninguna parte) que posee y que puede producir valor.

RESUMEN

El actual y creciente interés por el capital intelectual, la diversidad conceptual

existente en la parametrización del mismo, la constatación de su relevancia a la

hora de valorar adecuadamente un negocio, así como el incipiente y parcial

estado de la investigación empírica en nuestro país, justifican la necesidad de

profundizar en estos aspectos. Para ello, tras la revisión y esquematización de

la literatura más relevante, se realiza un análisis exploratorio, mediante

encuesta y su posterior tratamiento, sobre una amplia muestra de empresas al

objeto de estudiar el estado en el que se encuentra esta forma de innovación

organizativa, cual es la derivada de los sistemas de información orientados a la

gestión del capital intelectual.

Los resultados obtenidos revelan aspectos significativos y novedosos en torno

a la realidad de la gestión del capital intelectual, más allá de las meras

declaraciones de intenciones, también analizadas, mostrando el gap existente

entre las expectativas enunciadas por parte de las empresas y la realidad de su

implantación. De la observación de los datos se extraen conclusiones que

concurren a la construcción de nueva teoría.

CAPITAL INTELECTUAL

“La era industrial se acabó bienvenido a la era del conocimiento”.

Thomas A. Stewart

Podemos definir el capital humano como: El conocimiento útil para la organización que se pueda capturar, usar, examinar, demostrar y transferir; es decir, conocimiento que representa una ventaja o fortaleza respecto a la competencia.

El capital intelectual es conocimiento, pero no cualquier tipo de conocimiento tiene que ser útil para la empresa. Un empleado puede ser un excelente pianista, pero esa destreza no tiene utilidad para el negocio.

El profesor Joseph Bentley de la Universidad de UTHA, pionero de los trabajos sobre desarrollo organizacional, en Monterrey, consejero y asesor del Posgrado en Psicología Laboral y Organizacional de la Universidad Autónoma de Nuevo León (2005), dice:

“Las personas con su conducta y conocimiento, se constituyen como elementos individuales de la cultura de la organización a la que pertenecen, por eso no deben ser vistos como cajas fuertes que entran en la mañana y salen en la tarde, sino como capital humano que trasciende por la aportación y desarrollo de su propio talento”.

No existe un criterio único que permita presentar este concepto de manera universal, sin embargo, los señores Edwinson y Malone, luego de recorrer varios criterios, llegan a lo siguiente: "Capital Intelectual es la posesión de conocimientos, experiencia aplicada, tecnología organizacional, relaciones con clientes y destrezas profesionales, que dan a una empresa una ventaja competitiva en el mercado". Ex profeso sustituimos "Skandia" por empresa, ya que la referencia del concepto está aplicado a esa empresa en particular.

Le dan un tratamiento particular desde el punto de vista contable, al incluir el capital intelectual, como un pasivo de la empresa, dado que, quienes lo poseen son los empleados, quienes en definitiva son sus dueños y una vez dejado el cargo se lo llevan. No obstante, en lo personal, si los empleados son formados por la organización para la que laboran, parte de esta formación, debe integrase a la generación de valor de la empresa; ya que de alguna manera, se traduce esta capacidad e innovación en mejores resultados, tanto operativos como financieros.

Por su parte Annie Brooking (1996), en su libro ”El capital Intelectual” cita el caso de Microsoft que es una empresa basada en el know-how. Desde que Bill Gates y Paul Allen la fundaron en 1975 ha crecido a una impresionante tasa media del 31% anual.

El objetivo de esta compañía es diseñar y distribuir programas de software a usuarios informáticos sin formación técnica especializada y así se ha constituido como la compañía más valiosa del mundo.

Así como Microsoft muchas otras compañías basan su competitividad en el conocimiento, porque así como existen activos materiales también existen activos relacionados con información que representen una ventaja con respecto a los competidores: “El capital intelectual es material intelectual, conocimientos, información, propiedad intelectual y experiencia que se puedan aprovechar para crear riqueza”.

La siguiente afirmación de Bill Gates en 1977 para una entrevista que le hicieran de la Revista Time, enfatizó lo siguiente: "Nosotros ganamos porque contratamos a la gente más inteligente. Mejoramos los productos a base de retroinformación hasta que son los mejores. Todos los años celebramos retiros para ponernos a pensar adónde va el mundo"

¿De qué se trata este planteamiento del Señor Gates? Sencillamente de la búsqueda de personas, con deseos de triunfo y con visión un poco más allá del resto de los mortales, que no se conforman con lo acontece a su alrededor, sino que procuran ir delante de lo que el mercado pauta en un momento dado.

De otra parte, se trata también de generar valor, armonizando el valor total de la organización en términos financieros, creativos, de mercado y humanos, en otras palabras equilibrando o balanceando lo filosófico-político con lo económico-financiero.

Autores como los citados anteriormente plantean que para comprender la cultura de una organización, es necesario saber qué saben hacer mejor que sus competidores, tanto en lo relativo a la forma de realizar el trabajo, desarrollar productos y servicios, como en el estilo de atender a sus clientes.

Una empresa que, en su cultura incluye: el valor del conocimiento, tecnología, patentes, práctica de trabajo y formas exclusivas de servir a sus clientes cuenta, entonces, con el capital intelectual

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