Cadena Comercial Oxxo

Oxxo

Cadena Comercial Oxxo, S.A. de C.V.3 mejor conocido como Oxxo es una cadena de tiendas de conveniencia mexicana, propiedad de FEMSA, y subsidiaria de FEMSA Comercio4 Esta cadena posee más de 9,000 tiendas en México y 23 más en Colombia.5 Al ser unidad de negocio de FEMSA, comercializa exclusivamente marcas de cerveza de Cervecería Cuauhtémoc.6 Al inicio distribuía exclusivamente productos de Coca-Cola Company, y marcas de Jugos del Valle (Embotellados por Coca-Cola FEMSA);5 Sin embargo a partir de 2010 comenzó a comercializar refrescos de PepsiCo,5 y de otras marcas no FEMSA como Corona, de grupo Modelo y Big Cola.7

Historia

La cadena fue fundada en la ciudad de Monterrey en 1977, de acuerdo con un plan de la compañía para promover sus marcas de Cervecería Cuauhtémoc, por lo que al principio sus tiendas sólo vendían cerveza, botanas y cigarros. Ante las demanda de mercado, varias tiendas fueron abiertas en la mayoría de las ciudades. En 1978 abren las primeras tiendas en la ciudad de Monterrey8 , al año siguiente inicia operaciones en Chihuahua, Hermosillo y Mexicali.En 1982 se crea el concepto del líder de tienda, que es un comisionista mercantil que trabajaba en compañía de su familia atendiendo todos un mismo OXXO[cita requerida]. Hasta 1994, OXXO era un área de Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, pero en dicho año se convierte en una empresa independiente dentro del grupo de empresas de FEMSA[cita requerida]. En México, es la tercera cadena con más ventas, después de Soriana. En América Latina, Oxxo es la séptima cadena comercial más grande por ventas.9 10 Su competencia directa son las tiendas Extra, 7 Eleven y Circle K[cita requerida].

FEMSA Comercio

OXXO es una cadena de tiendas de conveniencia en América Latina. Cuenta con varias tiendas ubicadas en todo México, es comercializador productos Coca-Cola y cerveza en el país. De hecho, OXXO es el principal cliente de FEMSA Cerveza, adquiriendo aproximadamente el 10% del volumen nacional de cerveza en 2007.5 El concepto comercial de OXXO está diseñado para surtir en pequeña escala, productos que puedan ayudar a satisfacer las necesidades de los consumidores. Algunas de sus tiendas funcionan las 24 horas del día.5 Oxxo es el negocio de FEMSA, la mayor empresa de bebidas de América Latina, que mayor crecimiento en ventas registró en 2007, al subir 13.3% a 42,103 millones de pesos.5

Expansión

Oxxo ocupa actualmente el 73% de todo el mercado de las tiendas de conveniencia, un porcentaje superior a 10% de 7-Eleven que son operadas por Grupo Chapa, a 8% de Tiendas Extra de Grupo Modelo; a 5% de Súper K y a 4% de Súper City, la marca de la Organización Soriana[cita requerida]. En junio de 2008 se abrió la tienda número 6,000 y se anunció la intención de lograr 12,000 tiendas para el año 2015, al cierre de diciembre de 2009 contaba con más de 7,300 tiendas5 y en julio de 2011 se inauguró la tienda 9000.11 Para algunos el sistema de negocio que emplean las tiendas OXXO es una revolución, una novedad muy bien aceptada. Para otros es un monopolio puro y duro. Otros más señalan que la proliferación de esas tiendas en todo el país es un virus letal. Para Peter Homberg Lehman, presidente del Consejo Coordinador Empresarial Mexiquense (CCEM), los OXXO forman parte de un sistema que aniquila las tiendas familiares. Impulsado con gran fuerza durante el sexenio de Vicente Fox, Grupo Femsa –la propietaria de OXXO y firma en la que el expresidente fue un alto ejecutivo– llevó a la práctica y de una manera sin precedentes la estrategia de changarrizar el país, como una salida a las desventuras económicas de las familias mexicanas. Sólo que lo hizo a su manera, y para maximizar sus ganancias la firma incluyó con precisión quirúrgica una lógica laboral leonina para sus modestos empleados, que disfraza su explotación etiquetándolos con rimbombantes denominaciones, como “asociado de piso” o “ejecutivo de venta”, en una espiral diabólica de outsourcing en las que la compañia no pierde un solo juicio ante las juntas de Conciliación y Arbitraje en todo el país porque en la formalidad jurídica ella no es la empresa para la que trabajan los empleados de las tiendas. Y además, remata Homberg , por cada tienda OXXO que abre y emplea a seis personas, desaparecen 35 tiendas de abarrotes en un radio de cinco kilómetros, y medio centenar de dependientes de dichas tiendas se quedan sin empleo. Claro, el comercio tradicional, el de los abarroteros, tampoco ha querido o no ha sabido salir de la inercia de sus arcaicos métodos de siempre; y la modernidad operativa de los corporativos, con sus ingeniosos recursos de mercadeo y de innovadora explotación laboral, les ha pasado por encima dejándolos sin ninguna oportunidad de salvación. Una plaga implacable que acaba con las tiendas familiares en todo el país y se reproduce en Quintana Roo como en ninguna parte, al golpe de la incesante demografía del Estado, de sus enfermizos niveles de alcoholismo, y de la falta de competitividad de su Población Económicamente Activa. En Chetumal la proliferación de tiendas de autoservicio de la cadena OXXO es una novedad muy bien aceptada. Algunos califican de revolucionario el sistema que emplean estas también llamadas “tiendas de conveniencia”. Para otros es un vulgar monopolio. Y para otros más es el signo del aniquilamiento de los negocios familiares como tiendas de abarrotes, vinaterías, licorerías y demás. En el último año se han instalado más de 20 tiendas OXXO en el Estado y seis de ellas están en la capital. Autoridades municipales y estatales celebran la llegada de la cadena comercial porque consideran que es generadora de empleos y un factor detonante de la economía regional. La realidad es otra y mucho menos feliz en términos de desarrollo y de justicia laboral. Consultado por este semanario, Peter Homberg Lehman, presidente del Consejo Coordinador Empresarial Mexiquense (CCEM), señala que una nueva tienda OXXO significa el cierre de por lo menos 35 tiendas de abarrotes en un radio de cinco kilómetros. Además, puntualiza, no es nada favorable la apertura de estos establecimientos para la generación de empleos, pues por cada tienda se crean seis nuevos puestos de trabajo pero medio centenar de personas pierden a su vez sus fuentes de ingreso. Cada vez que un OXXO abre, las ganancias de las tiendas de abarrotes cercanas disminuyen hasta un 40 por ciento, en el mejor de los casos. Al cabo de pocos meses al menos 12 de esos negocios, conocidos como “changarros”, cierran porque no pueden competir con las tiendas de autoservicio. Familias que viven del autoempleo se quedan sin ingresos. “Los datos son preocupantes si se toma en cuenta que los changarros ocupan al 85 por ciento de la Población Económicamente Activa del país. En particular, me preocupa que la paulatina desaparición de

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