Comparación entre hombres y mujeres en la publicidad

Índice

1.Introducción 3

2.Evolución e importancia de las mujeres en la publicidad 3

2.1.Las mujeres en la publicidad antes 3

2.2.Las mujeres en la publicidad de la actualidad 5

3.La imagen de la mujer en la publicidad 7

4.Vestimenta de la mujer en la publicidad 8

5.Comparación entre hombres y mujeres en la publicidad 8

6. Conclusión 10

7.Referencias bibliográficas 11

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1.Introducción

En este trabajo, se va a realizar un análisis del papel de la mujer en la publicidad. Para ello, se han desarrollado varios ítems como, la mujer como objeto sexual en la publicidad, su vestimenta, el recorrido histórico, etc. Por esto, se ha investigado y buscado documentos, noticias y artículos que den una amplia información para entender qué papel poseían las mujeres antes y en la actualidad, además de la diferencia tan notable con los hombres en esta profesión.

2.Evolución e importancia de las mujeres en la publicidad

2.1.Las mujeres en la publicidad antes

En los años 20 en España, la mujer empezó a destacar dentro del ámbito publicitario ya que era la encargada de ocuparse del cuidado de sus hijos y de las tareas domésticas de su casa, con el objetivo de poder llegar a ser una familia feliz.

Se les consideraba importantes prescriptoras y tenían un papel clave en la conformación de los hábitos de comportamiento y de consumo en esos años. A la mujer en la publicidad se la veía como una mujer que tenía que responsabilizarse de las tareas domésticas, como por ejemplo, cocinar, la limpieza de la casa, el cuidado de los hijos e hijas, las cuales las marcas comerciales aportaban soluciones prácticas, productos con los que hacer la vida más llevadera y así aumentar el consumo de estos.

Por otra parte, se empezó a establecer un nuevo estereotipo de mujer denominado “la mujer moderna”. Esta tenía un papel totalmente diferente al habitual de la época.

En la publicidad se la representaba como una mujer libre, sin responsabilidades, preocupada por su imagen, por la belleza y por la moda. Se representaba a un tipo de mujer que adopta hábitos tradicionalmente masculinos, como hacer deporte, conducir o fumar. Como escriben Mª Cruz Alvarado y Susana de Andrés,“muy poco tenía que ver la mayoría de las mujeres españolas con este estereotipo femenino, pero seguro que constituía el reflejo fiel de sus aspiraciones y sueños. De ahí su frecuente utilización publicitaria, no tanto para buscar la identificación del receptor, sino más bien para ver el producto como una vía de acceso a esa realidad”

Esta nueva visión publicitaria hizo que los roles de género y los estereotipos en aquella época se establecieran con más fuerza y que comenzará a existir un nuevo papel de la mujer en los años 20. La mujer representaba un factor muy importante en la publicidad ya que ella determinaba el mayor número de compras que se realizaban en sus casas.A ellas se dirige la mayor parte de la propaganda que se hace por radio. En los años 50 la imagen de la mujer en la publicidad es parecida a la de los años 20, ya que la mujer sigue siendo la principal

consumidora y el tipo de anuncios que se hacían tenían muchas similitudes. De la decisión de estas dependían la alimentación, los artículos de limpieza y la mayor parte de las prendas de vestir y todos los objetos del hogar. Los anuncios eran muy parecidos entre ellos, se veía una mujer anunciando algún producto que tenga que ver con las tareas del hogar o del cuidado de los hijos. Esto reflejaba los roles de género en aquella época ya que la mujer no acudía a la universidad ni trabajaba, eso era papel de hombres.

En esa época la mujer se pasaba la mayoría del tiempo en casa realizando tareas domésticas por lo que al final, estas eran las principales receptoras de toda la publicidad que se hacía en la radio y en la televisión. Los anuncios eran de carácter machista y aunque se impulsó el modelo de mujer libre y trabajadora en la publicidad, esto solo era así para las mujeres con un alto poder económico.

El papel de las mujeres en el sector de la publicidad seguía sin recibir importancia. Este hecho se puede comprobar al revisar el rol que se les asignaba en los anuncios de televisión en la década de los sesenta. En aquella época, las mujeres continuaban estando sometidas al hombre. Siempre aparecían en los anuncios como amas de casa dependientes económicamente de sus maridos y dedicadas a las tareas domésticas y al cuidado o crianza de los hijos. Sin embargo, los hombres eran vinculados a trabajos profesionales y técnicos. Se puede apreciar claramente la desigualdad de género y la presencia de estereotipos que había en este medio de comunicación.

En los años setenta, aunque se produjeron manifestaciones feministas, las mujeres seguían sin estar integradas en los espacios publicitarios. Una de las causas podría ser el miedo de los hombres a perder su dominio en la vida pública, pues éstos tenían el poder sobre el contenido de la publicidad. También se debía a que las mujeres no podían compatibilizar los requerimientos laborales hechos para la disponibilidad de los hombres con su trabajo en el hogar. Era complicado para ellas trabajar tanto en el interior como en el exterior de sus hogares, realizando una “doble jornada laboral”.

Más tarde, se desarrolló una nueva etapa de anuncios. Las mujeres y los hombres comenzaron a compartir papeles. Podíamos ver a mujeres con maletines ocupando altos cargos y a hombres haciéndose cargo de la casa u ocupándose de los hijos. Es decir, empezó a apreciarse una mayor responsabilidad compartida. Aún así, surgió una nueva manera de tratar a las mujeres. Se las consideraba objetos sexuales y de consumo (este estereotipo discriminatorio se sigue dando a día de hoy). La importancia no recaía tanto en la personalidad de las mujeres, en su talento o en su facultad mental, sino en su apariencia física. Se les imponía un ideal de belleza. A muchos publicistas les interesaba que las mujeres tuvieran el deseo de alcanzar la perfección para que éste les llevase a comprar diferentes productos y así aumentar el consumismo, pues se trataba y se trata de un colectivo con un gran poder de compra. No obstante, de esa manera se promueven estereotipos, pues se da una representación de las mujeres que no es realista; provocando que éstas no se sientan identificadas cuando consumen publicidad.

2.2.Las mujeres en la publicidad de la actualidad

Desde los años ochenta la publicidad española ha cambiado mucho. Hasta entonces había

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