Crisis
Enviado por carolina1489 • 25 de Mayo de 2014 • Práctica o problema • 1.016 Palabras (5 Páginas) • 194 Visitas
1. En mayo de 2010, ¿debería el Banco Central Europeo haber aceptado adquirir deuda soberana griega?
Se considera que el banco central Europeo si debió haber adquirido la deuda soberana griega ya que, según Dinero (2010b), aunque Grecia representa sólo el 2.6% del PIB de la zona euro, el desequilibrio en las finanzas públicas y el poco avance en reformas estructurales que aumenten la competitividad hicieron que los inversionistas percibieran un riesgo significativo que provocó un desplazamiento de las inversiones a países como Portugal, España e Italia, con riesgos potenciales similares.
Los graves problemas en las finanzas públicas griegas generaron una preocupación generalizada en los mercados financieros internacionales sobre la posibilidad de una moratoria en los pagos de los bonos del gobierno. Los temores se profundizaron cuando en diciembre de 2009 las firmas calificadoras de riesgo Standard & Poor’s, Fitch y Moody’s redujeron la calificación de la deuda soberana de Grecia justificando que el excesivo nivel de gasto público, los bajos ingresos que se generaban y la poca competitividad5 de las exportaciones griegas no permitirían afrontar las obligaciones antes adquiridas. El gobierno griego no tenía la capacidad de utilizar la devaluación de la moneda como un mecanismo de ajuste de la competitividad dadas las restricciones por compartir un tipo de cambio con los demás países de la Unión Europea (Grupo Bancolombia, 2010a) y los temores de muchos con relación a la conveniencia de crear una moneda común, bajo un panorama de débil integración política y económica entre los países de la unión comenzaron a renacer. Para enfrentar la situación, el gobierno griego adoptó inicialmente medidas que no fueron convincentes para los mercados. Bajo el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea, Grecia se comprometió a reducir el déficit fiscal a menos de 3% del PIB6 para 2012, sin embargo, las promesas no estuvieron acompañadas de medidas que las respaldaran y los supuestos económicos que fundamentaban el programa parecían muy optimistas, lo que generó un mayor nerviosismo entre los inversionistas (FMI, 2010a). Los líderes europeos tardaron varios meses en decidir el procedimiento a seguir para solucionar la situación que vivía Grecia debido, en parte, a las restricciones legales previamente establecidas por los países miembros de la Unión. El Artículo 126 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea era claro en establecer que los estados miembros debían ser cautelosos con los déficits públicos excesivos y era explícito en el Artículo 125 que la Unión Europea no asumiría ni respondería por los compromisos adquiridos por gobiernos centrales sin perjuicio de las garantías financieras para la realización de proyectos conjuntos específicos (Unión Europea, 2008). Dadas las restricciones legales, los europeos no veían con buenos ojos el rescate financiero a un país que había abusado de sus finanzas públicas sin ningún tipo de mesura y no estaban seguros de si se debía involucrar al Fondo Monetario Internacional –FMI– en la solución del problema a riesgo de que esto se interpretara como un signo de debilidad de la Eurozona (Dinero, 2010b).
En mayo de 2010, el FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo acordaron finalmente un programa cooperativo de financiamiento sin precedentes para ayudar a Grecia, por un valor de $110.000 millones de Euros a lo largo de tres años para cubrir sus necesidades de pagos, con el compromiso por parte del gobierno griego de realizar ajustes que lograran estabilizar la economía,
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