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«DETERMINACIÓN DE PRECIOS» Según el enfoque de la “Escuela Austríaca de Economía”


Enviado por   •  10 de Marzo de 2019  •  Ensayo  •  8.682 Palabras (35 Páginas)  •  158 Visitas

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«DETERMINACIÓN DE PRECIOS»

Según el enfoque de la “Escuela Austríaca de Economía”.

Augusto César Lapeyre

augustolapeyre@derecho.uba.ar 

El estudio de la "determinación de precios" tiene que ver con modos de pensar la formación de "precios" en el mercado. Explícita o implícitamente se dan una serie de supuestos y se trata de conjeturar cómo se daría el precio de mercado.


Explícitamente se suponen "valoraciones" subjetivas de "agentes económicos" "compradores" y "vendedores" respecto de un "bien económico". Este es "homogéneo", en el sentido de que es "reconocido" por los agentes y que no tiene diferencias tales que se prefiera una unidad  de ese “bien económico” a otra. Asimismo, se da por sentado que no hay especiales preferencias por tratar por uno u otro agente. A cualquier comprador le da lo mismo intercambiar con cualquier vendedor, y recíprocamente, a cualquier vendedor le da lo mismo comerciar con cualquiera de los compradores.


La idea de los supuestos, es extremar las condiciones para tratar de que lo único que diferencie sea el precio.


Implícitamente, hay toda una serie de cuestiones muy importantes para la filosofía económica (y/o filosofía política, etc), como ser las suposiciones de la existencia de "mercado", “propiedad”, “dinero”, “lenguaje” o modo de comunicación eficaz, etc.

Una cuestión interesante (y polémica) es la suposición de  que las valoraciones subjetivas de los agentes no cambian mientras se da el proceso de intercambio y que además se dan en un esquema de determinación de precios tipo "subasta" generalizada en el que todos finalmente intercambian a un mismo precio. Hay una especie de “búsqueda” y de “tanteo”, que una vez completada genera un precio para todo el mercado. Es decir, no hay intercambios que se acuerden y se ejecuten de manera “independiente” y “antes” de que quede establecido un precio de mercado para la configuración de valoraciones dadas. No hay pues, agentes económicos que tomen decisiones sin agotar el proceso recursivo de búsqueda o de anoticiarse de lo que proponen todos los compradores y vendedores.

No se contempla pues que haya agentes económicos que estén más o menos satisfechos con un precio y sin información de otros competidores, cierren trato y se “retiren”. Si se contemplara eso, evidentemente se generaría una variación continua de nuevas configuraciones. ¿Pero acaso el mercado no se distingue por la variación continua? Bueno, filosóficamente habría que indagar respecto de qué se refiere eso, pero en todo caso, este tipo de modelo de determinación de precios, supone un esquema en que se tiene en cuenta toda la información respecto de las valoraciones de los agentes y que nadie concreta intercambios sin concluir las averiguaciones pertinentes.

Así, si existiera un solo comprador que estuviera dispuesto a comprar un libro por 100$ o menos, y existieran 3 vendedores, el comprador no cerraría trato hasta encontrar el “último” precio al que venderían los compradores. Imaginemos que el comprador entra en la primera librería y le solicitan 1000$ por el libro y luego concurre a la segunda que se lo ofrece a 100$, pues bien, según el modelo que estamos utilizando el comprador no toma su decisión antes de preguntarle al tercer vendedor y además de volver a visitar “recursivamente” a los otros vendedores a los que comunicará las mejores ofertas que ha obtenido. Habiendo “repetido” las visitas al punto que nadie mejora su oferta, entonces recién ahí están dadas las condiciones para que surja el precio al que se realizará la transacción.

¿Cuáles son los principios elementales del “intercambio”? ¿Por qué se realiza el intercambio?

  • Disparidad de valoraciones: el comprador valora más el bien que recibe que el dinero que entrega, y el vendedor valora más el dinero que recibe que el bien que entrega.
  • Beneficio mutuo “ex ante”: si el intercambio es libre y voluntario, las partes lo realizan porque ambas se benefician, de otro modo no lo harían.

Desde luego que el comprador gustaría pagar lo menos posible, incluso cero (o que le paguen), y que el vendedor querría vender a un precio “infinitamente alto”, pero eso no quita que si entran en el intercambio es porque “antes” de realizarlo suponen que eso les conviene, que es “mejor” (subjetivamente) hacerlo que no hacerlo.

Algunos autores imputan a Aristóteles argumentar según una especie de “Ley de Reciprocidad en los Cambios” y en función de ella sólo se intercambiarían cosas “equivalentes”. Difícilmente se le pueda imputar eso a Aristóteles, pero está bueno conocer la manera de contra-argumentar: no tiene sentido intercambiar cosas equivalentes, en el extremo no tiene sentido intercambiar un billete de 100 pesos por otro de 100 pesos, se intercambian bienes que son valorados disparmente y que además benefician a los contratantes. Porque hay disparidad de valoraciones y beneficio mutuo “es ante” es que realiza el intercambio, de no cumplirse esas condiciones, no lo harían.

Entonces, si el intercambio es “libre y voluntario” ambas partes “ganan” y por eso intercambian…claro que esto supone que el intercambio es “libre” y “voluntario”. Se podría objetar esto desde diferentes perspectivas. En la visión de filosofía política económica marxista, el intercambio no es “libre” ni “voluntario” porque supuestamente “la clase” capitalista que es propietaria de los medios de producción, “explota” a “la clase” que “trabajadora” que no es propietaria de los medios de producción. La clase trabajadora genera un valor que no es enteramente retribuido y que en parte es apropiado por la clase capitalista.

Volviendo a esquemas de teorías económicas y de derecho no marxistas, veamos concretamente una

situación de “competencia unilateral de vendedores”: un comprador que está dispuesto a pagar 100$ o menos, y tres vendedores, uno que está dispuesto a vender a 70$ o más, un segundo vendedor que está dispuesto a vender a 90$ o más, y un tercer vendedor que está dispuesto a vender a 500$ o más. Con estos datos, en principio podríamos decir que el “Límite Superior” del precio de mercado no será superior a lo que quiere gastar el comprador. En principio y en “borrador” suponemos que el LS es de 100$. “Luego” nos preguntamos si la competencia de vendedores hace que ese límite no tenga que ser tan alto. Hallamos entonces, que si hay un vendedor “potencial” que le vendería el libro a 90$, evidentemente el comprador no tiene por qué desembolsar más que eso. “Ahora”, podríamos decir que el LS es 90$. Hay una cuestión que debería resolverse y es la siguiente. Si suponemos que el comprador 2 vende a 90$, a ese precio tendríamos dos vendedores y un solo comprador. El vendedor 2 tiene que ser desplazado por el vendedor 1 que tiene mayor capacidad de cambio. ¿A qué precio lo desplazaría? El inmediato precio que lo desplazaría es a 89.99$, o lo que sea lo mínimo y suficientemente atractivo para que el comprador lo escoja a él y no al vendedor 2. Hemos alcanzado entonces una mejor precisión y consistencia hallando que el límite superior será de 89.99$.

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