EL CONTROL DE LAS POLÍTICAS COMO DETERMINANTES EN LA INFLACIÓN Y EL DESEMPLEO

Cuando analizamos la demanda agregada como la cantidad total de bienes y servicios que las empresas de un país están dispuestos a producir y vender en un determinado período, y que de una u otra forma está sostenida por el nivel de los precios y el nivel de competitividad nos podemos empezar a cuestionar también por el comportamiento de factores que van ligados o relacionados con ésta como lo son el consumo, la inversión, gasto público y exportaciones netas y cómo se puede llevar a cabo un proceso económico que sea benéfico para la sociedad; lo que implicaría reconocer la influencia que tiene la inflación y el desempleo en todo el comportamiento financiero y de mercados del país.

Si uno de los planteamientos que se puede hacer es que al disminuir las tasas interés, causaría que tanto la inversión y las tasas inflacionarias aumenten y visto desde ese punto de diría que manejar el empleo sería una excelente decisión, pero si nos enfocamos a manejar sólo ese aspecto y dejamos a un lado la inflación, qué podríamos sacar si no tenemos capacidad adquisitiva que es un efecto de la inflación, sencillamente eso mismo haría que el consumo disminuya, por consiguiente la demanda global también y lleguemos al mismo fenómeno del desempleo.

“El requisito indispensable para luchar contra la inflación implica que la cantidad de dinero y de créditos crezca a una tasa estable en función de las necesidades de crecimiento de la economía real y financiera”, lo que nos lleva a decir que la inflación sería manejable y contribuiría a un equilibrio en relación con el desempleo en la medida en que se puedan implementar políticas monetarias que vayan en pro de que la capacidad adquisitiva sea objetiva, que se establezcan también políticas cambiarias y que éstas a su vez sean competitivas en el mercado global, y no se puede dejas atrás un manejo adecuado de las políticas fiscales, puesto que son éstas las que van a tener una influencia más directa con el consumidor a la hora de fijar impuestos que no estén regulados y contribuyan a que existe desconfianza en el mercado y que el consumo se desacelere completamente. La producción nacional y el nivel de precios se asientan en el nivel en que los demandantes están dispuestos a comprar lo que las empresas están dispuestos a vender. El nivel de producción y de precios resultante determina el empleo.

Un problema se refiere a la forma en que un aumento de la demanda agregada se traduce en un aumento de empleo y precios; y otro problema se refiere a los factores responsables del aumento de la demanda agregada. El efecto del aumento de la demanda agregada sobre empleo y precios depende de los factores responsables del aumento de tal demanda agregada; y el efecto de esa política sobre la demanda agregada depende de la forma en que reaccionan empleo y precios.

Cuando decimos que una de las principales causas del desempleo radica en la mala

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