EXPANSIÓN Y CRISIS DE UNA EMPRESA INDUSTRIAL ARGENTINA. HISTORIA DE LA FÁBRICA DE VIDRIOS Y OPALINAS HURLINGHAM, 1948-1994
daniel carbajal onofreDocumentos de Investigación14 de Octubre de 2020
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EXPANSIÓN Y CRISIS DE UNA EMPRESA INDUSTRIAL ARGENTINA. HISTORIA DE LA FÁBRICA DE VIDRIOS Y OPALINAS HURLINGHAM, 1948-1994
Marcelo Rougier CONICET Universidad de Buenos Aires (UBA)
Resumen: Este trabajo estudia la historia de una fábrica de vidrio plano en la Argentina; especialmente focalizamos en los problemas que la firma tuvo desde mediados de la década de 1960 y las dificultades para sortearlos exitosamente. En el desarrollo cobrarán particular importancia las circunstancias que culmi- naron con la “estatización” de la empresa a comienzos de los años setenta, y, posteriormente, el dilatado proceso de privatización, el cual no evitó finalmente su liquidación a comienzos de la década de 1990. En ese recorrido, nos inte- resa particularmente destacar tanto las estrategias de los diferentes grupos de control como los factores institucionales y macroeconómicos que inhibieron la recuperación de la empresa.
Palabras clave: Empresas, industria, Argentina
Abstract: This paper studies the history of a flat glass factory in Argentina; we focused in the problems that the company had from mid the decade of 1960 and the difficulties to draw for them successful. We emphasized the circumstances that culminated with the “estatización” of the company at the beginning of the Seventies, and, later, the expanded process of privatization will receive individual importance, which finally did not avoid its liquidation at the beginning of the de- cade of 1990. It particularly interests to us to emphasize so much the strategies of the different control groups like the institutional and macroeconomic factors that inhibited the recovery of the company.
Key words: Company, industry, Argentine
Introducción
Este trabajo tiene por objeto estudiar el desempeño de la Fábrica de Vidrios y Revestimientos de Opalinas Hurlingham S. A. (FAVROH) desde sus orígenes en la década de 1940 hasta mediados de la década de 1990, aunque el foco
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estará puesto en los avatares de la firma a partir de los años sesenta cuando tuvieron inicio las dificultades que desencadenarían su crisis de largo aliento. En este desarrollo cobrarán particular importancia las circunstancias que impi- dieron que la empresa sorteara esas dificultades exitosamente y que culmina- ron con su “estatización” y la participación de los trabajadores en la dirección a comienzos de los años setenta; posteriormente recalamos en el dilatado pro- ceso de privatización efectivizado a mediados de los años ochenta, proceso que no evitó finalmente la liquidación de la empresa pocos años después. En ese recorrido, con el propósito de explicar la crisis final, nos interesa particu- larmente destacar tanto las estrategias que siguieron los diferentes grupos de control destinadas a sostener, y en algunos casos incrementar, su participación en el mercado como aquellas decisiones empresariales y gubernamentales que inhibieron esa posibilidad, sin descuidar el contexto institucional, las definicio- nes de política económica y la evolución macroeconómica. Adicionalmente, el estudio aporta información sobre las características y evolución de la produc- ción de vidrio plano en la Argentina, un sector descuidado por los analistas de la historia industrial.
1. El mercado de vidrio plano en la Argentina
La producción local de vidrio plano era inexistente hasta 1938 momento en que capitales extranjeros instalaron en Lavallol, en el conurbano bonaerense, Vidriería Argentina S. A. (VASA) con el propósito de producir vidrios planos bajo el sistema Fourcault1. Fundada por el ingeniero Rochaix y Antonio Valiño, VASA estaba controlada por Pilkington Brothers Ltd., la más grande y antigua empresa británica productora de vidrios planos; también tenía en pequeña proporción capitales belgas (Glaverbel S. A.) y franceses (Boussois-Souchon- Neuvesel), además de la participación del fabricante local de botellas León Rigolleau.
La firma comenzó a incrementar rápidamente su participación en la oferta total, aun cuando pesaban ciertas restricciones para obtener el insumo estraté- gico, la soda solvay. Para 1942 la producción de esa sola empresa comenzó a superar las importaciones; a partir de entonces y con la excepción de los tres primeros años del gobierno peronista, la fabricación doméstica superó holgada- mente al vidrio proveniente del exterior. Un informe destacaba hacia 1959 que “la producción de vidrios para construcción es efectuada casi exclusivamente por una gran empresa, formada con capital internacional, cuya capacidad de producción escasamente cubre la demanda”2. En la segunda mitad de los años
1. La producción de vidrio plano se desarrolló a lo largo del siglo XX fundamentalmente a través de tres métodos o sistemas: Fourcault, Pittsburgn y Pilkington (o “Float”), todos completamente mecanizados y de proceso continuo. 2. La industrialización y el ahorro de divisas en la Argentina, Buenos Aires: Oficina de Estudios para la Colaboración Económica Internacional (OECEI), FIAT, 1959, p. 118.
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cincuenta comenzó a operar en el mismo rubro FAVROH que permitiría comple- tar el proceso sustitutivo. Ambas industrias poseían en conjunto tres hornos que operaban bajo el sistema Fourcault; a fines de 1964 VASA transformó uno de ellos e incorporó el sistema Pittsburgh con el que logró obtener un vidrio grue- so que tornó prácticamente innecesaria la importación de vidrios de espesor. En consecuencia, la producción de dos establecimientos cubría prácticamente todas las necesidades internas en calidades, espesores y medidas que el mer- cado local demandaba (vidrios transparentes, translúcidos y gris en diferentes variedades) y también abastecía a otras industrias con vidrios templados de mayor resistencia. La importación residual se limitaba a vidrios planos pulidos y vidrios gruesos de color (Petracca, 1976: 351).
En el transcurso de los años sesenta la industria argentina del vidrio plano, representada por las dos empresas mencionadas, era tecnológicamente la más avanzada de América Latina y había comenzado a exportar sus productos a algunos países vecinos, pero ese mercado externo era extremadamente pe- queño. Las estimaciones realizadas por ese entonces preveían un incremento importante de las exportaciones y un consumo de vidrio plano en el mercado interno de 14 millones de m2 para 1975 (Pastore y de Pablo, 1965).
2. Los primeros años de Opalinas Hurlingham
Fábrica Argentina de Vidrios y Revestimientos de Opalinas Hurlingham fue fundada en 1948 con el aporte de capital de Isaac Binder, Carlos Bullrich y José Carreras quienes con un pequeño grupo de siete personas más cubrían todas las áreas técnico-ejecutivas, administrativas y comerciales de la empresa3. Opalinas, como se nombraba de manera abreviada a la firma, se instaló en la ciudad de Hurlingham en la zona oeste, a unos veinte kilómetros de la ciudad de Buenos Aires. Se mantuvo como sociedad de responsabilidad limitada hasta 1954, cuan- do se transformó en sociedad anónima. La empresa producía hasta esa fecha en dos pequeñas plantas exclusivamente azulejos de opalina y compartía esa activi- dad con un número reducido de firmas que en los años cuarenta y primeros cin- cuenta sustituyeron las importaciones cubriendo las necesidades de la demanda interna. La producción de la empresa era irregular inicialmente, pero pronto se transformaría en líder en ese rubro en el país, con el 60% del mercado.
En el transcurso de la primera mitad de los años cincuenta la empresa me- joró su capacidad operativa a través de la incorporación de nuevas tecnologías y la racionalización de su proceso productivo (se concentró la producción en una sola planta de tipo continuo) y contó para ello con amplio apoyo crediticio del Banco Industrial (BIRA). Como resultado del proceso de racionalización, la producción de opalina en 1951 alcanzaba a 90.000 m2 mensuales ocupando
3. En diciembre del año siguiente el Banco Industrial concedió a la firma un crédito a largo plazo por unos 100.000 dólares destinado a ampliar las instalaciones y comprar nuevas máquinas. Archivo del Banco Nacional de Desarrollo (en adelante ABND), Legajo 11.150.
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700 obreros, mientras que en 1954 esa producción alcanzó los 150.000 m2 men- suales con la mitad de la dotación de personal, lo que le permitió incrementar la competitividad en el mercado, dominado hasta entonces por Vicri S. A., una firma instalada también en el conurbano oeste de Buenos Aires.
El proceso de integración industrial y diversificación productiva se aceleró en la segunda mitad de los años cincuenta y acompañaría las buenas perspectivas de la economía nacional que abrían las políticas “desarrollistas” y las aún más optimistas derivadas de los planes de construcción de viviendas que se diseña- ban desde el gobierno. Hacia 1956 la empresa hizo una apuesta mayor: incorpo- ró un horno Fourcault y las maquinarias necesarias para iniciar la producción de vidrios planos con el propósito de cubrir la demanda local, atendida de manera insuficiente hasta ese momento por VASA; el BIRA fue el encargado de financiar con créditos a largo plazo la adquisición de los activos fijos necesarios para el nuevo proceso productivo, y la empresa debió sacrificar los rendimientos ob- tenidos en la producción de opalinas para financiar las pérdidas que implicó inicialmente el proceso de aprendizaje y adaptación en el nuevo rubro.
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