El Horror Economico
Enviado por MYCHARLY93 • 23 de Octubre de 2012 • 373 Palabras (2 Páginas) • 859 Visitas
"El Horror Económico"
"El Horror Económico"
Viviane Forrester
Hoy día la economía es cada vez más especulativa y cada vez menos basada en activos reales; por lo tanto, la explotación del trabajo se está convirtiendo en una fuente anexa de rentabilidad de los capitales. El concepto de trabajo que era el fundamento de nuestra civilización occidental es caduco. Mienten los políticos —y probablemente parte de ellos se mienten a sí mismos— cuando hablan de crisis económicas pasajeras, transitorias. ya no se trata de crisis, sino de una mutación violenta de nuestra civilización.
"Hoy es cada vez más fácil despedir a un empleado, los contratos de trabajo son de duración cada vez más limitada, los salarios están prácticamente bloqueados, cuando no bajan. No se necesita ser autor de novelas de ciencia ficción para imaginar lo que nos espera: al lado de millones de personas definitivamente excluidas del mundo laboral, veremos a otros millones de esclavos modernos recibiendo migajas de empleos, aceptando cualquier trabajo en cualquier condición: contratos por un día, una semana, un mes, tres meses. Luego tendrán que soportar periodos de inactividad, sin salario, durante los cuales deberán estar siempre disponibles, a la espera de nuevas limosnas de trabajo. Eso se empieza a dar ya en Europa. Basta ver el desarrollo fulgurante de las agencias de trabajo interino..."
El resultado es totalmente inédito: una extraña letanía obsesionante, un libro que es imposible soltar una vez empezada su lectura e imposible resumir una vez acabada su última página. Un libro del cual la autora misma habla con dificultad y asombro, como si su propia reflexión la hubiera trastornado. Un libro que se volvió muy pronto un fenómeno editorial en Francia y que ahora empieza a convertirse en una especie de síndrome social.
Los medios de comunicación masiva fueron, lógicamente, los primeros en reaccionar. Al unísono rindieron homenaje al "valor" de esa escritora que se había atrevido a explorar un mundo celosamente reservado a los expertos —"casualmente" hombres en su inmensa mayoría— y que había regresado de ese viaje con denuncias tan tajantes. Subrayaron la originalidad de su estilo, pero se quedaron bastante desarmados ante el contenido del ensayo. Ninguno intentó recusarlo. A lo más, algunos hablaron de "sano panfleto". Los políticos y los economistas se quedaron mudos.
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