Horror Economico

Vivimos en un mundo dirigido por tarados e incompetentes. O eso nos creemos. Pero las cosas están perfectamente planificadas por quienes desde muy lejos de nostros dirigen nuestro futuro sin, por supuesto, tenernos en cuenta. Y no son tontos, son demasiado listos y demasiado asesinos. Les importamos un bledo, nuestro único papel es el de servirlos para sus fines; o no servirlos.

Y esto es un a parte de lo que nos quiere contar la novelista francesa Viviane Forrester en su libro "El horror económico".

Cuando lo compré y leí iba por su quinta edición. Era julio de 1997 (el siglo pasado), pero hoy se encuentra de rabiosa actualidad para entender el paro como una necesidad del capitalismo. Una desgracia planificada por quienes dirigen la marcha de los negocios en el mundo. Esos cerdos que viven a nuestra costa y sin embargo nos considera números, no personas.

En él se dicen cosas como: " Aquellos a quienes reclaman (los trabajadores) un puesto de trabajo, ya no son accesibles... operan en otra época que tal vez sea la nuestra pero a la cual no tenemos acceso... no comparten con nosotros el espacio, la velocidad ni el tiempo...todos ellos nos son ajenos...Gobiernan la economía mundializada por encima de las fronteras y los gobiernos... Y en ese imperio los trabajadores, pobres diablos, deberán aprender a no tener puesto alguno...Una mayoría de seres humanos ha dejado de ser necesaria para el pequeño número que, por regir la economía, detenta el poder.

Estas frases sacadas a lo largo de varias páginas resumen, de alguna manera, una de las teorías que expone la autora.

En otro de sus capítulos expone: Fuera de este mundo no existe otra cosa porque todo está bajo la misma dominación...La tragedia todavía no es espectacular...los civilizados excluyen a quienes ya no necesitan, cuyo número crecerá en proporciones difíciles de imaginar...allí donde aún se tiene mínimamente en cuenta la condición humana, esas regiones son señaladas con el dedo, vilipendiadas...por el Banco Mundial, OCDE y compañía, sin contar a los fervorosos partidarios del "pensamiento único".

Más claro, agua.

Yo se que es mas fácil y mas digerible de leer una novela y si es buena, mejor; pero me atrevo a sugerir un libro como este por lo que nos ayuda a clararnos en qué mundo vivimos, en manos de quién estamos y crea conciencia de que no debemos permitir que esto vaya más allá.

Acabar de una vez por todas con el capitalismo es una obligación para cualquier ser humano sensato. Lo demás es resignación, quede ésta para mansos y corderos.

...