El Marketing político

El Marketing político se ha presentado como una técnica que procura, a través de las necesidades de los electores, sujetar el mayor número de estos, para que, en este sentido, se obtenga una victoria. Victoria en base a los principios del Marketing como tal.  Esta herramienta ha ido evolucionando a pasos agigantados, lo que ha producido ciertos cambios que pueden influenciar en la democracia y de esta emerger consecuencias.

Ecuador los partidos políticos hacen uso del Marketing político como una técnica eficaz para obtener la aceptabilidad del mayor número de electores. El problema radica en que el Marketing políticos se basa principalmente en identificar las necesidades y deseos de las personas, y en cierta medida, es positivo, pero al realizar esta práctica se pierde la ideología y autenticidad que diferencia a un partido. Estos se apegan y acoplan su propuesta de campaña según sus investigaciones realizadas. No existe el referente ideológico con el cual convencer al elector. Este simplemente es elaborado en base a criterios investigativos del mercado político. Lo que agravia la dilución de la ideología es que se pierde el fin político, al igual que los objetivos que la sustentaban “No existe otra ideología que no sea la del mercado”. Se moldean los discursos, propagandas, presentación en la media etc. Para que todos estos sean de alguna manera apoyados por el público. Se obtiene entonces un producto que no sigue un ideal autentico si no que cambia su postura en constante consulta con el mercado. De esta manera se quiere obtener el poder por el poder y no por fines legítimos que busquen el bien común dentro de una sociedad. No se crea una ideología para persuadir al electorado, se acopla a los intereses del electorado.

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