El Trabajo En Equipo Y El Doble Discurso
Enviado por asetton • 20 de Julio de 2012 • 463 Palabras (2 Páginas) • 781 Visitas
El Trabajo en Equipo y el doble discurso
La mayoría de las empresas tienen un doble discurso en lo que a la relación de sus empleados se refiere. Uno es público y manifiesto, y otro privado y latente. El primero, de puertas afuera, afirma que “las personas son el mayor activo de la empresa”. El segundo, que sale a la luz cuando los resultados empresariales no son los esperados se reduce a “sí, nuestra gente es muy importante, pero tenemos que llevar a cabo despidos para salvar los malos resultados”.
La falta de equipos de trabajo dentro de las empresas es algo que se desconoce en nuestro país. Más que cambiar de manera profunda nuestra forma de trabajar e interactuar, lo único que hemos cambiado en los últimos años es el vocabulario empresarial. Es fácil percibir que en los últimos 15 años se ha dispersado el uso de la palabra “equipo” en el discurso empresarial, mientras que su auténtico significado y poder se ha tergiversado.
Se ha llegado a un punto en que muchos de los equipos que hay en las empresas actuales no lo son de verdad, son falsos. No están preparados realmente para trabajar junto de manera efectiva. La palabra “equipo” simplemente es una más del vocabulario empresarial. Algún consultor alguna vez les dijo a los directores de empresas que tenían que formar equipos de trabajo para ser más eficientes, de modo que ahora tienen equipos. Sin embargo a los empleados no se les engaña fácilmente. Continúan siendo grupos o departamentos de personas a las que han cubierto con un velo titulado “equipo”.
La triste realidad es que las empresas van a la deriva en alta mar, dependiendo del tipo de viento, sin un rumbo determinado y los empleados siguen el rumbo que dictan las circunstancias. Se espera que los directores de empresa sean los que dirijan a los equipos de trabajo de alto rendimiento, cuando a menudo ellos mismos carecen de experiencia en el trabajo de equipo. Así que simulan. Usan la formación y el vocabulario y esperan que por arte de magia las cosas se den. Luego, cuando no se consiguen los objetivos, los directores frustrados dicen: ¿Qué les pasa, no que éramos un equipo?
En las empresas donde no se escucha ni a clientes ni a empleados, donde hay miedo a hablar sobre los problemas, donde los errores se ocultan, donde se prefiere no pensar en la posibilidad de fallar, donde no se cuestionan las formas de pensar, donde las personas son sólo recursos, donde la ética es sólo una palabra, donde la palabra equipo solo forma parte del vocabulario… en las empresas donde esto ocurre el fracaso es su destino irremediable.
Para recordar: Las jerarquías en las empresas deben existir pero no tienen por qué notarse.
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