Trabajo En Equipo

DESARROLLO DEL TEMA

Como casi todo ser vivo, los seres humanos necesitan convivir. La familia, la comunidad y la escuela son algunas estructuras sociales que nos ofrecen grupos de pertenencia en los que se encuentra la oportunidad de satisfacer muchas de las necesidades tanto físicas, intelectuales, como afectivas. Puesto que se considera al hombre como un productor y reproductor de relaciones sociales, el trabajo en equipo toma en cuenta esto, y se apoya en los principios del aprendizaje colectivo.

En todo grupo humano los integrantes requieren sentirse útiles en él, que se les reconozca no sólo por lo que hacen, sino por lo que son y las habilidades o destrezas que tienen; si todas las características individuales son valoradas se puede afirmar que el grupo hace aportaciones significativas a una persona y como consecuencia positiva la motiva al trabajo, a la cooperación en las tareas y a responsabilizarse por el logro de los objetivos del mismo.

Considero que la etapa de educación primaria es el momento adecuado para que el niño adquiera otra visión de lo que es el trabajo en equipo, de la comunicación y relación que debe existir entre compañeros para que sea mejor el aprovechamiento de los conocimientos adquiridos.

Como recomendación didáctica, el Plan y programas sugiere utilizar con mayor frecuencia dentro de las asignaturas la interacción en equipos de trabajo, señala que “el intercambio de ideas entre los alumnos, la confrontación de puntos de vista sobre la manera de hacer las cosas y la elaboración, revisión y corrección de textos en grupo son formas naturales de practicar un enfoque comunicativo” , que a su vez es de gran ayuda en el aprendizaje de las demás asignaturas.

Después de leer varias experiencias de maestros que han tenido éxito al utilizar en su salón de clase este recurso, entre ellos Andrea Trubbo y Gerhart Frey, nació en mi la inquietud de llevarlo a la práctica como una propuesta de trabajo y conocer los factores que les permitieron a estos maestros conseguir significativos avances en cada uno de sus alumnos.

Como en el mundo actual, en todos los ámbitos de la vida se da prioridad al logro individual, generando competencia y divisionismo, cabe preguntarnos qué beneficios puede aportarle al niño el que aprenda a trabajar en equipo. Primeramente debemos conocer qué es el trabajo en equipo para ampliar la visión sobre el mismo, pues significa más que colocar a los alumnos juntos para realizar una tarea.

Un equipo, según varias definiciones, es un grupo de personas con un mismo propósito; es la integración en el trabajo de capacidades, funciones y actividades intelectuales diferentes, donde cada miembro realiza aportaciones. En él se valora la interacción, la colaboración, responsabilidad y la solidaridad, así como la utilización del diálogo para compartir conocimientos y llegar a acuerdos.

En resumen, un equipo de aprendizaje es el “conjunto de personas que reunidas en un lugar y tiempo determinado se ocupan de una tarea que les exige asumir roles e interactuar para el logro de una meta”.

La posibilidad de utilizarlo surge de manera relativamente sencilla, los grupos pueden entrar en función ante todo en el juego, la construcción, la observación, el aprendizaje ante la realidad y numerosos ejercicios de distintas habilidades.

El primero de los problemas al que me enfrenté al intentar constituir los equipos es el cómo formarlos. A este respecto Fabra menciona que pueden ser agrupados por iniciativa de los alumnos (libre o con restricciones) o por iniciativa del docente (a dedo, por test sociométricos, aleatoriamente, según el rendimiento escolar).

Algo que influye en el trabajo en equipo es el número de integrantes que en él hay, recomendando que lo comprendan de tres a cinco niños con la finalidad de evitar el desorden entre los miembros y disminuir la posibilidad de que los alumnos poco trabajadores den rienda suelta a sus costumbres y terminen dependiendo de los compañeros o que un mismo equipo se divida en otros por falta de cooperación con alumnos poco participativos.

Resultará provechoso si en cada grupo tenemos algunos alumnos capaces de ayudar a los demás y cambiamos la composición de los equipos en un tiempo considerable para favorecer la integración de todos.

Durante la aplicación de las estrategias tomé en cuenta cada uno de estos aspectos, aunque no me siento con la libertad de aconsejar respecto a la utilización de alguna forma en particular, pues la organización se debe dejar al criterio de cada maestro. El conocer a nuestros grupos es el mejor consejero a la hora de decidir, no debemos olvidar el sentido que le damos a este recurso y la relación de nuestros objetivos con los aprendizajes de los alumnos.

Nuestro papel, a mi experiencia, es de coordinador; es explicar y señalar tiempos, observar que se vayan cumpliendo los propósitos y centrar a los equipos que se salen del tema. El profesor desempeña un lugar importante en el éxito del aprendizaje, porque es el responsable de la formación de los grupos, de desarrollar estrategias que motiven a los alumnos, y de promover un ambiente adecuado de colaboración, participación y comunicación.

En todo momento debemos participar como un integrante más en los equipos, ser guía y coordinador del trabajo que se lleva a cabo, atentos al desarrollo individual de los alumnos, vigilando que cumplan su rol, colaboren y participen abiertamente, motivándolos en lo posible, aclarando dudas, dando instrucciones claras, precisas y concretas, proporcionando los materiales requeridos previendo que sean coherentes con los intereses del niño, el contenido temático en análisis y el propósito.

A esta larga lista de acciones que realiza el maestro dentro del trabajo en equipo se suma el que debe subordinar el comportamiento individualista (integración), tomar decisiones y expresar aprobación en la conducta de los miembros del grupo, fijar niveles de esfuerzo y estimular a los miembros en cuanto a su rendimiento. Es cierto que la utilización de este recurso deposita una gran responsabilidad en el profesor pero también se equilibra con los enormes beneficios que trae para la enseñanza.

El aprendizaje en grupo es una fuente generadora de experiencias según lo señala Gerhart Frey, donde los aprendizajes que adquieren mayor significado para los niños son los que comparten. Al maestro le proporciona relajamiento pues ve como progresivamente los alumnos se van haciendo responsables de sus aprendizajes, mejora el clima de clase y lo hace entusiasta.

La mayoría de los autores admiten que los métodos de aprendizaje

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