En el año 1985 se comenzaba a hablar de una posible gran potencia dentro de la industria energética en los estados unidos, esta gran potencia se consolidó bajo el nombre de Enron

Enron una estafa encubierta

En el año 1985 se comenzaba a hablar de una posible gran potencia dentro de la industria energética en los estados unidos, esta gran potencia se consolidó bajo el nombre de Enron, una innovadora organización que se impuso sobre las que ya existían al ser la fusión de las empresas Houston Natural Gas e Inter North. Kenneth Lay, siendo la mayor empresa transportadora de gas en USA, todo indicaba que este monstruo productor sería el encargado de abastecer al país con energía de manera sustentable y económica por un periodo de tiempo que dado a sus éxitos parecía indefinido.

En Enron todo parecía que iba al alza, la producción era tal que el crecimiento exponencial de las dependencias de la organización cada vez fue expandiéndose a fronteras que muchos consideraban exageradas, a los ojos de la contabilidad todo rozaba la perfección y a los ojos de la población Enron había logrado un apogeo constante de producción y ganancia.

 Pero ¿habrá sido esa hambre de riqueza la que haría desatar una ambición codiciosa dentro de los funcionarios de Enron? Ambición que les llevaría a trabajar de manera apática y fuera de los parámetros éticos y morales que debería presentar una empresa.

Enron se caracterizaba por presentar una serie de líderes con carácter y que velaban por la generación de riquezas en la compañía, pero cuando estos funcionarios de poder deciden utilizar métodos fraudulentos para subir aún más su producción se llega a un punto insustentable para sus dependencias organizacionales, pero gracias a la astucia de los funcionarios que Enron contrataba, pudieron encubrir las crisis que provocaban tanto dentro de su empresa como para la comunidad, estas crisis tuvieron lugar cuando la codicia monetaria llevo a Enron a jugar mal sus cartas, de manera que cayó en un pozo de deudas del cual no le sería fácil salir. Pero Enron mantenía una imagen intachable lo que la comunidad interpretaba como si no existiera ningún tipo de problema que pudiera afectarle al gigante internacional, es más, seguían invirtiendo en acciones, lo que llevo a una sobrevaloración de estas mismas.

Por debajo de toda esta pantalla Enron ingeniaba trucos para poder suplir o encubrir sus fallos y bajas, no existía transparencia empresarial, sabían cómo manejar todos los factores a su favor y es gracias a eso que deciden aprovecharse de factores naturales para poder pagar sus pérdidas, ya no solo se aprovechaban de factores comunes, comenzaron a tomar cualquier situación que pudiera generarles ganancia, Enron salía adelante nuevamente, pero la gente ahora se veía afectada por las alzas de los precios que Enron imponía basándose en desastres naturales, los que estaban relacionados directamente con su producción o con factores que la sociedad no podía controlar, al momento en que hubo un reajuste en los precios, comenzó a nacer la incertidumbre en los analistas dejando a Enron como foco de sus estudios y se dieron cuenta de cómo esta compañía era parte de una “estafa legal”. Es de este modo como cada vez más las deudas de Enron salían a la luz y aquellos que mantenían sus acciones en la empresa se veían angustiados por ser parte de un fraude del cual solo tenía conocimiento el alto mando, por lo que esta estafa podría haberse evitado. Claramente surgió de un deseo de superioridad y de sobre ganancia, lo que también pudo haberse logrado de manera correcta si se hubiera jugado de un modo más lento, el éxito de Enron demoro menos en subir de lo que demoro en darse cuenta que ese éxito se basaba en deudas y fraudes, es decir, Enron tuvo un alza explosiva en sus ganancias debido a la ideología con la que trabajaban sus directores, lo que hizo que en pocos meses pudiera ubicarse entre los más grandes e influyentes de la comunidad empresarial, pero el reconocimiento de sus fallas demoró hasta años después de que estas fallas ocurrieran para salir a la luz.

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