Es indiscutible la evolución de nuestra sociedad, y paralelo a esta la evolución de la industria, las empresas y la globalización de los negocios y de la economía, pero la pregunta es ¿Cómo generar buena rentabilidad sin dejar de lado la parte human

CASO CASCADES

Es indiscutible la evolución de nuestra sociedad, y paralelo a esta la evolución de la industria, las empresas y la globalización de los negocios y de la economía, pero la pregunta es ¿Cómo generar buena rentabilidad sin dejar de lado la parte humana de nuestros colaboradores?

Si bien es cierto que la función de un gerente es la dirección de una empresa u organización para cumplir los objetivos  del negocio, que al final se traduce en buenas ganancias para los dueños, ¿cómo hacer que el rendimiento de la empresa sea cada vez mejor sin vulnerar los derechos de los trabajadores? o mejor dicho no olvidar que  las personas son eso, personas y no máquinas, ¿cómo motivar al colaborador para que dé lo mejor de sí, para que sienta suya la empresa o compañía para la que trabaja?. ¿Será que el rendimiento es mejor cuando coercíamos y amenazamos con la pérdida del empleo si no se cumplen las metas? ¿Cuál es la mejor forma para cumplir los objetivos de una empresa y que todos los colaboradores se comprometan al máximo?

Todas estas preguntas deberían hacérselas los gerentes de empresas y tratar de resolver, pero a veces puede más la arrogancia y el orgullo que la razón y las investigaciones que como este caso nos presenta. A veces nos vanagloriamos de un título y subestimamos a los demás y los valiosos aportes que nos pueden dar.

Lo que más me llama la atención de este caso es que al colaborador lo consideran como lo que es, arte y parte de la compañía. Aunque es de analizar muy bien el entorno, la cultura en el que se desarrolla esta compañía, aunque estoy convencido que este tipo de modelos funcionan muy bien, también creo que hay que hacer un riguroso seguimiento a este tipo de prácticas en una sociedad como la nuestra; cambiar paradigmas y pasar de un estado de exigencia a uno donde se le dé la libertad al individuo de tomar sus propias decisiones, de avanzar a su ritmo, y hacerlo partícipe de todo el engranaje de la empresa no es algo que las personas asimilen de la noche a la mañana y no todos lo harán de la mima manera, por consiguiente creo que debe ser un toma y dame, una revisión continua de los procesos, un involucramiento de todos, un paso a paso;  vivimos en una cultura donde si no se nos vigila o se nos exige, hacemos lo menos posible; no quiero decir con esto que no se pueda hacer, o que nuestra sociedad no se pueda adaptar a este tipo de modelos, solo creo que debe darse paso a paso, involucrando poco a poco al colaborador, hacerle entender lo importante que es para la compañía su compromiso para que ella mejore, que del éxito de  ella depende la permanencia y la mejora de las condiciones laboradles de él como colaborador, como artífice del éxito o fracaso de la misma; pero hay que entender que no todos reaccionamos de la misma forma a diferentes estímulos, lo que para unos puede ser muy bueno estar sin jefes y que se le tenga confianza en su trabajo, para otros puedes ser la posibilidad para no hacer nada, para evadir sus responsabilidades y pasar de agache como se dice coloquialmente.

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