FINANZAS CORPORATIVAS FINANZAS CON ROSTRO HUMANO

FINANZAS CORPORATIVAS

FINANZAS CON ROSTRO HUMANO

Al hablar de economía nos podemos sumergir en primera instancia en la agricultura, pues en el campo es donde se generan los productos que son el alimento para una población. El agricultor lleva desde la zona rural a la urbana su trabajo, el consumidor compra y paga por esto. Por eso podríamos usar como referencia que las industrias más grandes del mundo son las alimenticias, ya que a mayor número de habitantes tenga una nación, se necesitará más producción, sin embargo, la gente que alimenta las ciudades no ha sido bien tratada por el Gobierno. Estos han tenido que luchar por criar a sus hijos, darles educación y construir sus viviendas a costa de trabajo y mucho esfuerzo. En un país rico como el Ecuador, se debería pensar en una redistribución del presupuesto general del Estado que hoy es un instrumento que contribuye a que la riqueza del país siga concentrándose en vez de distribuirse. (Tonello, 2010)  

Las cooperativas de ahorro y crédito son el único instrumento legal que permite a la población de las áreas urbanas marginales organizar sus finanzas. (Tonello, 2010, pág. 111)

Para hablar de Finanzas Populares y Solidarias hay que conocer el marco histórico, social y político en el que la economía ecuatoriana se ha desarrollado. Como las ideologías políticas han invadido pensamientos y sueños de los ecuatorianos, hay que recordar que no solo en el Ecuador se han vivido regímenes que perjudiquen la condición de las personas pobres, pues en América Latina ha existido una economía poco relevante, de menor dimensión e importancia. Hay que reconocer que dentro de toda esta lógica de consumo, nuestra Constitución ha sido la primera en el mundo, en reconocer los Derechos de la Naturaleza y “destacar la importancia del sector de la economía popular y solidaria como actor de primer orden para emprender una nueva forma de hacer economía” (Werner, 2015)

Sin embargo, los resultados que esperamos para el surgimiento de un país desarrollado es la conciencia, pues allí, el ser humano es capaz de analizar la situación de un país y se organiza para trabajar con inteligencia pensando en el bien de la comunidad y no individualizar beneficios. La vida y la economía de las familias y comunidades pobres que viven en el campo ecuatoriano están marcadas por males estructurales, más que por situaciones coyunturales. “No será por lo tanto los gobiernos de turno que resolverán problemas seculares de marginación y explotación, sino la aplicación disciplinada y constante de políticas de desarrollo rural que durante algunas décadas tomen en cuenta” (Tonello, 2010) y es justamente de eso que hablaremos en la lectura de este ensayo, pues las finanzas con rostro humano se ven reflejadas en la lucha permanente por asentar una economía transparente y en beneficio de las clases olvidadas.

Cuando volvemos los ojos al campo, retrocedemos a un estudio antropológico de tradiciones, costumbres, migraciones sociales, entre otros. Los campesinos han necesitado sustentar sus pueblos y visibilizar su trabajo, sin embargo han atravesado conflictos económicos por lo que han cometido errores que los han llevado a pertenecer al sistema financiero de una forma terrible. Antes de la existencia de cooperativas, bancos del pueblo, existían usureros que convencían a la gente de entregarles créditos a porcentajes muy altos, muchos caían en la trampa y eran estafados por estos personajes. Actualmente las cooperativas de ahorro y crédito se han mantenido al margen de “ayudar” a los agricultores para su actividad productiva, pues a diferencia de  los bancos quienes ven a esta gente como ahorristas más no como inversionistas. En efecto, ellos saben que su normal actividad productiva, poco tecnificada y abastecedora de mercado nacional, no da rendimiento suficiente para pagar los intereses, devolver el capital, capitalizar su propia economía y conservar el terrible defecto de comer todos los días. (Tonello, 2010)

Por esto, hay que romper las estructuras financieras locales y nacionales pues estas llevan a la riqueza lejos de donde se la produce. Las comunidades deben crear flujos circulares, inversión interna, dinamismo de compra y venta de productos autónomos. La economía de una nación la construyen sus habitantes, aprendiendo a apreciar los nuestro, a generar estabilidad financiera adquiriendo productos de pequeñas empresas, a introducirnos en el mercado local de productos con valor agregado como café, chocolate, snacks, entre otros. “Hacer sistema significa tener presentes en forma ordenada todos los componentes del quehacer en finanzas populares, o sea: las finanzas propiamente dichas, la capacitación y formación profesional, la informática, el control y regulación, el marketing, etc.” (Tonello, 2010)

Las finanzas populares son importantes porque los campesinos aún siguen siendo estafados, la gente que trabaja en la zona rural desconoce las formas de incrementar su riqueza. Al estar lejos de la ciudad, el acceso a educación y salud son limitados. Es una deuda del Gobierno darles prioridad como eje fundamental para el Buen Vivir de una país, pues son estos los que mantienen a las grandes ciudades. Los objetivos de las finanzas populares son orientar a la riqueza a un desarrollo local, lograr el aporte de instituciones públicas o privadas, los mismos que serían destinados a proyectos productivos y diversificación de la producción del sector primario que es la agricultura o ganadería y el sector secundario, la industria. Con esta universalidad de los derechos ciudadanos se lograría que los pobres confíen en su capacidad, las comunidades tendrían mayores iniciativas, la ley los ampararía y protegerían sus finanzas, podrían solventar sus necesidades sin salir a la ciudad y contar con un Gobierno honesto y preocupado por los sueños de las poblaciones pobres.

Con el Gobierno de Rafael Correa, se han implementado programas y proyectos en beneficio de los más vulnerables, como campesinos, mujeres, niños y personas con capacidades especiales. En cuanto a las finanzas populares ha existido un aumento de cooperativas y cajas en pueblos, recintos y barrios marginales, las mujeres y los jóvenes toman el protagonismo en la economía del país, las personas han despertado el interés de los organismos de control y de las entidades públicas.

En el campo ecuatoriano, especialmente en el sector indígena, hay una forma organizativa tradicional, la comuna, que se ha dedicado a garantizar condiciones de sobrevivencia y normas de convivencia para toda la población, con particular atención a la asignación del uso de tierras. (Tonello, 2010)

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