Historia y Pefil del emprendedor

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HISTORIA

La historia de Miguelito no es solo una historia de lucha y esfuerzo, es sobre todo la experiencia de trece hijos del sur de Ayacucho que llegaron a Lima a dejar en claro que son como el águila y el huarango: «El águila tiene su objetivo claro y no importa la forma, lo consigue, da vueltas y vueltas pero siempre lo consigue…el huarango tiene el espíritu del emprendedor porque sobrevive a pesar del tiempo y todo» (Ángel Ríos, gerente general de Miguelito).

Ángel Ríos viene de una familia humilde de 13 hermanos de la provincia de Lucanas en Ayacucho, sus padres se dedicaban a la chacra y no podían mantener a 13 hijos por lo cual los hijos vinieron a la capital a trabajar. Ángel fue jalador y ambulante de ropa en el Mercado Central. Con algunos ahorros y en unión de sus familiares, empezaron a elaborar prendas para niños.

Según Ángel Ríos recuerda: “Nos alcanzaba para comprar media docena de las prenditas más cómodas, vendíamos durante el día y luego renovábamos. Siempre fuimos los primeros en llegar y los últimos e irnos del Mercado Central. En campañas de 28 de julio o navidad nos quedábamos hasta la media noche eso era la diferencia”.

Según cuenta su espíritu emprendedor nació de la necesidad ya que supieron trascender, por que fueron jaladores, ambulantes, costureros y vendedores en mostrador.

El nombre de Miguelito se debe a que su hijo nació justo en el inicio del negocio. Y para él lo más importante de ser formal es que su marca cuenta con una certificación internacional, siendo la primera empresa de ropa de niños.

PERFIL DEL EMPRENDEDOR

Compromiso: la perseverancia y la determinación de los hermanos Ríos fue una de las características más importante, ya que ellos comenzaron siendo ambulantes y trabajar hasta altas horas de la noche para luego lograr ser la primera empresa de ropa de niños.

Iniciativa: Ángel Ríos y sus hermanos siendo ambulantes tenían la curiosidad de confeccionar que es la base de toda empresa orientada a las prendas de vestir, con lo cual aprendieron por si solos, descosiendo y rehaciendo prendas ya hechas.

Afán de poner en valor nuestra cultura: Ángel Ríos vio más allá de un mercado nacional, se propuso llegar a tener una marca reconocida internacionalmente por su servicio y calidad, logrando ser la primera marca en prenda para niños reconocida por el mercado extranjero, mostrando de esta manera el potencial peruano al mundo.

Creatividad e innovación: Se orientaron a las prendas para niños, las cuales se vendieron muy bien en sus inicios que les permitieron crecer, también en los últimos años han incursionado en la prenda para adultos generando de esta manera nuevas ideas y conceptos en el rubro de emprendedores textiles. En este aspecto se distingue de muchos otros emprendedores, pues Ángel Ríos no solo trata de inventar cosas, sino también darle el enfoque familiar a sus productos y servicios generando la diferenciación. Ángel Ríos también a publicado dos obras “Vuelo de Águilas y el espíritu del Huarango” y “Perú, el arte de emprender” que narran las vivencias que paso para impulsar su negocio.

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