Impacto De La Política Actual Del BCE Sobre La Economía Familiar Española

Que estamos sufriendo una de las más importantes crisis económicas de la historia ya a nadie le cabe la menor duda de ello. Desde el 2008 estamos sumidos en uno de los más largos y profundos periodos de recesión de la historia moderna de nuestro país, enlazando desde el 2011 más de nueve trimestres consecutivos de contracción continua de nuestro PIB.

Es en el actual trimestre donde empiezan atisbarse ligeros indicios de mejoría, con la salida de la economía española de la recesión técnica, en el que el PIB creció un 0,1% en tasa intertrimestral, propiciada principalmente por la tendencia favorable de las exportaciones y la incipiente mejoría del consumo y de la inversión.

Es este escenario adverso donde las funciones del BCE adquieren mayor relevancia y protagonismo, como principal valedor de:

• En el establecimiento de los tipos de interés tratando para el control continuo de la oferta de dinero.

• Mantenimiento de los tipos de cambio a través de la compra y venta de divisas.

• Emisión de billetes (Euros)

• Supervisión de la evolución de los precios en general, y control de la inflación en particular.

Y donde las decisiones que adopte en función de la lectura e interpretación del escenario macroeconómico global, marcan y condicionan el devenir de los mercados europeos en general como las economías familiares en particular.

En este sentido, y a pesar de empezar a presentar leves signos de mejoría tal y como comentábamos en el punto anterior, con un escenario netamente deflacionista, la situación económica actual europea demanda aún de “cuidados paliativos” dado que cuenta con unas tasas de paro altísimas, unos indicadores de crecimiento pírricos, una escasez de crédito y una revalorización del euro, alcanzando máximos de hace dos años, que puede llegar a condicionar la buena tendencia de las exportaciones. Este panorama ha determinado que el BCE sigua rebajando los tipos de interés en la zona Euro hasta cuotas históricas, estableciéndolo al 0,25%.

Estas decisiones tratan de servir de estímulo mitigando la falta de confianza de los mercados y de los consumidores, poniendo más dinero en circulación con medidas extraordinarias como una barra libre de liquidez a 3 años, y sobre todo otorgando una financiación más barata para los bancos con su consiguiente teórico reflejo sobre el Euribor.

El Euribor, acrónimo de Euro Interbank Offered Rate, concretamente el Euribor a 12 meses, es uno de los indicadores de mercado más populares y que se traduce en el interés al que los bancos europeos pudieran llegar a prestarse dinero a un plazo de un año en el mercado interbancario, concretamente toma como referencia los precios de oferta de los préstamos que se hacen entre sí 44 de los principales bancos que operan en Europa. Es utilizado como el tipo oficial de referencia para los préstamos, afecta a multitud de productos financieros como depósitos, cuentas de ahorro y es principal índice al que se referencian la gran mayoría de hipotecas en España.

Asumiendo que los préstamos para adquisición de vivienda representan más de tres cuartas partes del total de la deuda financiera de los hogares españoles, podemos comprender el efecto y magnitud sobre la economía familiar de la repercusión que cualquier tipo de variación que este indicador pueda sufrir.

Antes de continuar con el análisis y relación de los puntos objeto de este documento, para comprender de manera completa la verdadera situación y presiones a las que está sometida la economía familiar española, debemos de entender cuál era el contexto económico particular de España previos a la crisis para atisbar el verdadero calado de la magnitud de la crisis en nuestro pais

España tras unos años de prosperidad y auge económicos que precedieron a la etapa de recesión, comprendidos fundamentalmente entre los años 1995 y 2007, presentaba un escenario de desequilibrios financieros y macroeconómicos condicionados por un exceso de endeudamiento del sector privado, propiciado por el boom inmobiliario, y pérdida de competitividad. La crisis internacional precipitó la corrección de los excesos anteriormente comentados, dejando al descubierto unas entidades financieras con unos más que deteriorados balances, afectados por el riesgo inmobiliario, y un mercado laboral muy impactado, con la merma asociada en las finanzas públicas, haciendo todo ello que la crisis Mundial afectara a España con una intensidad, complejidad y unas dificultades para su superación adicionales a la del resto de

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