Informe Practica Demo 2

salir de nuestra zona de confort, donde los usos y costumbres en la alta dirección estaban claros. Vamos a tener que cambiar, pero creo que para bien. A esta altura de la vida, que celebramos 50 años de la apertura del primer supermercado Almac, es bueno cambiar de casa, pero sin perder las raíces, los valores y el espíritu.

¿Cómo ha cambiado Nicolás Ibáñez, ese empresario de los ’90 que peleaba por sacar la empresa adelante, en comparación con el actual?

Ha habido un cambio en mi vida, uno muy positivo, por lo que estoy muy contento. Pero no es fácil: por muchos años yo estuve en la dirección ejecutiva, con un compromiso total, casi demasiado. Felizmente muy bien acompañado por un gran equipo de leales servidores. Esos son esfuerzos enormes, que si bien tienen un enorme costo en lo personal, son desafíos que lo llenan a uno de adrenalina y motivación y llenan la vida completamente. Quizás de una manera muy absorbente.

Nunca fue el típico gerente de oficina, estaba constantemente en movimiento por los locales, viajaba mucho, por lo que debe haber sido más duro aún.

Yo diría que es muy probable que así haya sido, porque era un compromiso total y me fascinaba lo que hacía. Era una verdadera cruzada para llegar de Arica a Punta Arenas con productos, servicios y nuestra filosofía de trabajo. Eso generó un compromiso vital de mi parte.

¿Ese compromiso tenía fecha de vencimiento cuando lo asumió?

Yo me propuse una meta y no la pude completar en el espacio de tiempo. La meta era que a partir de 2004 tendría

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