Inversión en educación
Enviado por Dieguitooooo • 17 de Agosto de 2013 • 1.914 Palabras (8 Páginas) • 301 Visitas
Pero la inversión en educación estaba dando frutos. Varias ciudades indias, lideradas por Bangalore, se habían convertido de la noche a la mañana en centros mundiales de alta tecnología.
Nehru, el visionario
El secreto del éxito de la India se debió, en parte, a que el país desde muy temprano hizo una apuesta fuerte –y muy controversial en su momento- por la calidad de la educación.
La dificultad en ingresar en los institutos tecnológicos de la India es tal, que los altos ejecutivos de las multinacionales indias suelen bromear que si sus hijos no logran ser admitidos en algún IIT en la India, los envían a Harvard.
Había un consenso general en el país de que la apuesta a largo plazo de Nehru había rendido sus frutos, y que los pobres en la India se estaban beneficiando del desarrollo tecnológico del país.
Los indios salen a estudiar afuera
Las familias asiáticas están sumamente pendientes del ranking anual de las 500 mejores universidades del mundo de la Universidad de Shanghái, en China, según el cual 15 de las 17 mejores universidades del mundo están en Estados Unidos.
¡Viva la fuga de cerebros!
“A nivel de políticas nacionales, en América Latina hay preocupación por la fuga de cerebros: esto los está haciendo reacios a apoyar el estudio en el exterior”, y ese es el argumento que usan las autoridades mexicanas para explicar por qué están cortando los subsidios a los estudiantes en el extranjero.
En la India, así como en China y otros países asiáticos, la visión sobre este tema ha cambiado radicalmente en los últimos años. Lo que antes se veía como la “fuga de cerebros” hoy es vista como “la circulación de cerebros”, y en algunos países como “la ganancia de cerebros”.
Bangalore: Alta tecnología en medio de la miseria
Pronto entendí por qué Bangalore debería convertirse en visita obligatoria para todos los líderes latinoamericanos. Hay 1850 compañías de informática en esta ciudad de cinco millones y medio de habitantes, incluyendo la crema y nata de las principales firmas de computación del mundo, como Microsoft, IBM e Intel, y sus competidoras indias, incluyendo Infosys, Tata Consulting y I-flex. Juntas, emplean a 450 000 ingenieros, la mayoría de ellos jóvenes, que son responsables de la mayor parte de los 23 000 millones de dólares anuales que genera la India en ingresos provenientes de la informática.
A medida que se instalaban cada vez más empresas de servicios de computación en Bangalore, aumentaba el número de estudiantes de la ciudad y sus alrededores que escogían carreras de ingeniería y tecnología.
Un ingeniero gana tres veces más que un médico en Bangalore, “Hay casos de médicos que están trabajando en empresas de informática, porque ganan mucho más”. Los ingenieros estaban comprando automóviles, comiendo en restaurantes, y produciendo un efecto económico multiplicador que estaba alcanzando a cada vez más habitantes de la ciudad. Y gracias al auge de la informática, el gobierno había podido elevar la recaudación de impuestos y a empezar a construir las carreteras, escuelas y hospitales que tanto necesitaban los pobres.
“Tuvimos gobernantes iluminados”
El estado de Karnataka –y su capital, Bangalore- habían sido hasta hace poco una de las regiones más pobres del país.
La industria de la Tecnología de la Información –principalmente servicios de procesamiento de datos y creación de programas de computación específicos para bancos, compañías aéreas y empresas de todo tipo- estaba creciendo a un ritmo del 45 por ciento anual.
La historia de éxito de Bangalore ilustra la falacia de quienes propugnan fundamentar el crecimiento en los recursos naturales, y la ventaja de crear una mano de obra altamente calificada que puede producir exportaciones de bienes o servicios tecnológicos de mucho más valor agregado. En la economía del siglo XXI, los recursos naturales suelen ser una receta para la complacencia y el crecimiento a corto plazo, mientras que las mentes preparadas representan un pasaporte a la prosperidad.
¿Es posible un Bangalore en América Latina?
Cuando tuve la oportunidad de entrevistar a Subramanian Ramadorai, el CEO de Tata Consulting Service, una más de las empresas de servicios de Tecnologías de Información de la India, con 120 000 empleados en 42 países y ventas anuales de 5 700 millones de dólares.
Cuando le pregunté si creía que América Latina tenia potencial como un centro mundial de exportación de servicios de computación, se mordió los labios como diciendo que era posible, pero difícil en un futuro cercano.
Veía como un enorme obstáculo el hecho de que pocos profesionales en América Latina tuvieran dispuestos a mudarse de ciudad, o de país, para ir a sitios donde se requieran sus servicios, y la falta de integración de la región.
¿Y qué tiene que ver la movilidad de los trabajadores con el potencial de América Latina de convertirse en un centro mundial de venta de servicios de computación?
La región no tiene una economía de escala, como para competir con la India o China. La alta de movilidad de trabajo, junto con la falta de integración económica, hace que ninguno de los países latinoamericanos tenga suficientes ingenieros en computación como para poder garantizar el cumplimientos de contratos grandes de las principales multinacionales del mundo.
La obsesión de la India con la educación
“Existe una obsesión con la educación en la India, pero su rasgo más notable es que –al igual que en China- nace de las familias, y de la sociedad en general, más que del gobierno”.
Los Pobres saben que hablar inglés –y la educación en general- son el mejor pasaporte para progresar en su vida. “El dinero es el gran nivelador de las castas, y la gente pobre sabe que la educación se traduce en mejor ingreso. Por eso uno ve tanto interés de las castas más bajas en la educación.
“La tendencia es a que al gobierno le dé cada vez menos dinero a la burocracia docente, y cada vez más dinero a los padres, para que envíen a sus hijos a la escuela que quieran.
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