Inversor Inteligente
Enviado por sdelgadocr • 10 de Agosto de 2012 • Ensayo • 1.498 Palabras (6 Páginas) • 586 Visitas
Inversor Inteligente
El autor: Probablemente todos conozcamos a Warren Buffet, tal vez el mejor inversor
bursátil de todos los tiempos. Ampliamente reconocido y admirado por todos aquellos
interesados en las estrategias y métodos que consistentemente producen rendimientos
sólidos en los mercados, Buffet es la primera persona en quien pensamos cuando
hablamos de inversores exitosos.
Pero ¿qué sucedería si le preguntáramos a Buffet a quién admira y respeta él mismo en
ese aspecto? Su respuesta seguramente sería: Benjamin Graham.
Graham fue mentor y maestro de Buffet, y el fundador de lo que actualmente se conoce
como “value investing” o inversiones de valor. Esta técnica consiste en comprar activos en
el mercado cuando están disponibles a un precio menor que su verdadero valor (valor
intrínseco del negocio). Además de popularizar la utilización de herramientas ampliamente
difundidas en la actualidad como el análisis minucioso de la información financiera
disponible, Graham es el padre fundador de toda una filosofía de inversión.
En “El Inversor Inteligente” Graham expone el marco conceptual necesario para tomar
inversiones financieras sólidas y consistentes en el largo plazo. Con más de un millón de
ejemplares vendidos desde su primera edición, el libro se ha convertido en una obra
fundacional y de lectura obligada para cualquiera que intente profundizar sus
conocimientos sobre el funcionamiento de los mercados. Una auténtica Biblia del inversor.
En palabras de Warren Buffet: “por lejos el mejor libro sobre inversiones alguna vez
escrito”.
El objetivo del libro consiste en exponer en forma clara y sencilla una guía para que el
hombre corriente pueda adoptar y ejecutar una política de inversión razonable. Graham
no promete fórmulas mágicas para hacernos millonarios de un día para otro. Simplemente
nos enseña tres lecciones invaluables:
· Cómo minimizar las probabilidades de sufrir perdidas irreversibles.
· Cómo maximizar las chances de obtener ganancias sustentables.
· Cómo controlar el comportamiento autodestructivo que evita que la mayoría de los
inversores alcance su máximo potencial
Si bien se explican algunas técnicas para analizar y elegir activos, el foco no está puesto
en ese aspecto, sino en exponer los valores y actitudes que puedan llevarnos a navegar
con éxito los turbulentos mercados financieros.
¿Es Usted un Inversor Inteligente?
Según Graham un inversor inteligente no es quien posee capacidades intelectuales
superiores tales como las reflejadas en el coeficiente intelectual, ni los que poseen mayor
conocimiento sobre contabilidad, finanzas o los mercados financieros en sí mismos; sino
aquel que posee las capacidades emocionales y el temperamento necesario para tomar
decisiones de inversión razonables sin dejarse influenciar por las modas y los exabruptos
de codicia y pánico que alternativamente impregnan los mercados en el correr de los
años. El término “inversor inteligente” no se refiere a las capacidades intelectuales, sino al
hecho de ser paciente, disciplinado, dispuesto a aprender, capaz de controlar las propias
emociones y pensar por sí mismo. “Este tipo de inteligencia es más una condición del
carácter que del cerebro”.
Adicionalmente, se considera fundamental la tendencia a medir o cuantificar en el proceso
de inversión. Para prácticamente cualquier activo existe un precio al cual está lo
suficientemente barato (en términos de que el precio de mercado es menor a su valor
intrínseco) para comprarlo, o lo suficientemente caro para venderlo. El hábito de comparar
el precio que se está pagando con el valor que se obtiene a cambio es de incalculable
importancia en inversiones.
El inversor versus el especulador
Graham nos provee de una definición muy clara de inversión: “una operación que tras un
riguroso análisis promete seguridad del principal y una rentabilidad adecuada”. De aquí se
desprenden tres características fundamentales del proceso:
1- El valor de una compañía y la solidez de su negocio deben ser concienzudamente
analizadas antes de comprar una acción.
2- El inversor debe intencionalmente limitar la posibilidad de grandes pérdidas de
capital.
3- Es razonable aspirar a retornos “adecuados” y no extraordinarios.
Cualquier operatoria que no respete estos principios básicos entra en lo que se considera
prácticas especulativas. Mientras un inversor compara el precio de mercado de una
acción con su valor intrínseco, fundamentándose en el valor de su negocio, un
especulador apuesta a que el precio de una acción aumentará, basándose en que espera
que alguien más esté dispuesto a pagar un precio mayor al cual él mismo pagó. Un
especulador compra una acción porque su precio subió. Un inversor compra una acción
cuando su precio es menor al valor del negocio subyacente.
Es importante notar que la prácticas especulativas no son ni ilegales ni inmorales, incluso
pueden ser divertidas si uno tiene un poco de suerte en pronosticar los vaivenes del
mercado. Sin embargo, no presentan un marco sólido dentro del cual podamos esperar
una rentabilidad razonable con riesgo acotado en el largo plazo. Se recomienda que si se
desea embarcarse en este tipo de aventuras se separe una pequeña porción de su dinero
disponible a estos fines. Pero
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