La Escuela Inteligente
Enviado por sharonsheila • 4 de Junio de 2012 • 2.567 Palabras (11 Páginas) • 2.922 Visitas
LA ESCUELA INTELIGENTE
DAVID PERKINS
Hasta el momento con los capítulos que he leído, considero que el libro “La Escuela Inteligente” de David Perkins, es una obra interesante que habla sobre el adiestramiento de la memoria a la educación de la mente, y de entrada aborda los problemas relacionados con la realidad escolar que siguen bajo el modelo tradicional. De manera general, este libro menciona que las escuelas inteligentes son las que introducen todo el posible progreso en el campo de la enseñanza y el aprendizaje para que los estudiantes no sólo conozcan, sino que piensen a partir de lo que conocen.
La escuela inteligente
En este primer capítulo, Perkins establece que una escuela es aquella que tiene como misión masiva, lograr en los alumnos conocimientos, habilidades y una gran diversidad de talentos y hábitos que les permitan adquirir un conocimiento significativo.
Pero, desafortunadamente los discentes no saben cómo apropiarse de ese conocimiento significativo, no saben cómo funciona el aprendizaje, es decir, el problema se reduce a que los estudiantes no aplican el conocimiento, porque lo que hace falta en cantidades colosales no es el conocimiento sino el uso del conocimiento; por ello mi reto, es formar parte de una escuela inteligente que se mantenga atenta a todo el posible progreso de la enseñanza y del aprendizaje. Sin embargo para integrar esa escuela inteligente es preciso poseer las siguientes características: estar informada, ser dinámica y ser reflexiva de tal manera que permitan a los alumnos ser personas críticas y argumentativas donde mantengan esa relación entre el conocimiento y la realidad a la que se enfrentan.
Es decir, que a través de las escuelas se adquiera un conocimiento generador mediante la retención, la comprensión y el uso activo del conocimiento, permitiendo que este actué enriqueciendo la vida de las personas y ayudándolas a comprender el mundo y a desenvolverse en él. Y de esta manera surge el conocimiento fáctico, donde se mantiene la técnica, la reflexión, la familiaridad con los problemas arduos dando soluciones factibles y eficaces.
Es preciso reconocer, que urge generar un conocimiento reflexivo, que se necesitan escuelas en donde predomine el pensamiento y no sólo la memoria y también se necesita un marco pedagógico en donde el aprendizaje gire en torno del pensamiento de tal forma que los alumnos aprendan reflexionando sobre lo que aprenden. Y todos estos argumentos que establece este autor, los resume diciendo que el aprendizaje es una consecuencia del pensamiento, porque solo es posible retener, comprender y usar activamente del conocimiento mediante experiencias de aprendizaje en las que los alumnos reflexionan sobre lo que están aprendiendo, ya que se ha comprobado que se aprende mejor cuando se analiza lo que se está aprendiendo, de tal forma que se relaciona lo aprendido con el conocimiento que ya se posee, es decir, se necesitan escuelas que en lugar de girar en torno del conocimiento lo hagan en torno del pensamiento y a la habilidades elementales como la lectura la escritura y aritmética.
Por otro lado la lectura establece que la educación depende, en última instancia, de lo que el maestro enseña y de lo que el alumno aprende, ya que en ocasiones los profesores desempeñan una enseñanza rutinaria y mecánica que sólo produce egresados carentes de información y de ilusiones, por eso espero que como futura maestra encuentre el optimismo y la orientación que necesito para luchar contra las frustraciones y el cansancio, producto de las presiones que se ejerce en la mayoría de los ámbitos escolares.
Las campanas de alarma
En el segundo capítulo, el autor nos proyecta dos grandes deficiencias en cuento a los resultados de la educación, uno es el conocimiento frágil, donde los estudiantes no comprenden, no recuerdan o no usan activamente gran parte de lo que supuestamente han aprendido; y el otro es el pensamiento pobre, donde los estudiantes no saben pensar valiéndose de lo que saben; esto contribuye a que el aprendizaje sea una mera acumulación de hechos y rutinas y de esta manera surge el conocimiento olvidado, ya que es aquel que ha desaparecido de la mente de los alumnos que alguna vez lo tuvieron y podrían haberlo recordado, porque realmente el conocimiento olvidado es el que constituye la principal deficiencia de la educación.
Pero también existen otras deficiencias tales como el conocimiento inerte , donde los alumnos recuerdan con bastante frecuencia los conocimientos adquiridos, pero son incapaces de recordarlos o usarlos en situaciones que admiten más de una respuesta, también se encuentra el conocimiento ingenuo donde los estudiantes captan muy superficialmente la mayor parte de los conocimientos científicos y matemáticos, es decir, los discentes se desempeñan bien cuando se les pide que repitan hechos o apliquen formulas, pero cuando se les pide que expliquen o interpreten algo, con frecuencia se descubre que la teoría ingenua permanece intacta y finalmente se encuentra el conocimiento ritual, donde sencillamente los estudiantes no entienden lo que se les enseña, o al menos no por completo, y compensan esa insuficiencia con rituales que funcionan bastante bien en el mundo artificial de las clases habituales, de tal manera que los alumnos no relacionan lo que se dice en las aulas con los fenómenos del mundo que nos rodea.
Y los cuatro problemas expuestos anteriormente se oponen a las metas de la educación que se postulan en el aprendizaje: retención, comprensión y uso activo del conocimiento, propiciando lamentablemente estudiantes lectores que no saben leer entre líneas, ni sacar conclusiones correctas, ni generalizar o extrapolar a partir de lo que leen, porque les interesa más la mecánica de leer y escribir, que fomentar en los estudiantes el amor por la lectura y la escritura, ya que no organizan sus conocimientos, ni siquiera saben relacionarlos y aplicarlos.
Sin embargo para evitar esas problemáticas, es necesario que los alumnos aprendan más a fondo como organizar los hechos y los relacionen con el conocimiento anterior, utilizando asociaciones visuales para que se examinen así mismos y exploren lo que están leyendo o escuchando.
Pero para que los estudiantes tengan activo el conocimiento establece el autor Hirsch, que la educación debe esforzarse para que los discentes se familiaricen con una gran cantidad de conceptos básicos pertenecientes a distintas disciplinas, porque el buen aprendizaje es el producto del compromiso reflexivo del alumno con el contenido de la enseñanza, ya que esta es una consecuencia del pensamiento, por ello el buen aprendizaje es el producto del compromiso reflexivo del alumno con el contenido de la enseñanza.
Por otro lado, este libro habla de
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