LA COMPLEJIDAD EN LA EMPRESA

El concepto de complejidad afecta directamente a las empresas. Éstas deben constantemente tratar de minimizar lo mayor posible el difícil entorno que las rodea. Los recursos ya sean intelectuales y operativos muchas veces no son suficientes como para hacerse cargo de ella, reducirla o gestionarla. Esta es una cuestión que afecta de lleno a las empresas que, para cumplir con sus objetivos o misión en el entorno actual, deben saber gestionar la complejidad. Una empresa logra tener éxito cuando comprende de donde proviene la complejidad que le afecta, por el contrario, siempre que una empresa fracasa se debe a que ha simplificado precipitadamente la complejidad, y en consecuencia su respuesta a los retos del entorno ha sido insuficiente. La empresa como sistema, además de afrontar la complejidad del ambiente externo, deben saber llevar la complejidad misma de ella, es decir del sistema “organización”. Esto debido a que las personas son todas distintas, con distintos intereses y motivaciones, como también distintas características psicológicas, lo que puede ser beneficioso o destructivo para ella dependiendo de cómo la complejidad interna se manifieste frente al sistema. Esto se presenta como un reto para la organización, ya que además de entender las fuerzas externas que la afectan, debe traducir de manera eficiente las internas que aquejan.

Entonces, la complejidad de las personas hace difícil anticipar de lo que son capaces. Y aplicando el concepto de sinergia, que dice que todo el conjunto es mayor que la suma de las partes por separado, cuando las personas trabajan en una empresa crean un ente con un carácter aún más complejo. Como las personas se desarrollan también socialmente dentro de un ambiente ajeno a la empresa, se establece otro tipo de complejidad, la del entorno. Las empresas, que ya son complejas, para lograr sobrevivir deben interactuar con su entorno, que a su vez también es complejo, entonces existe un choque entre estas dos fuerzas, y para que la empresa pueda ganar debe ser mejor que el entorno, así es como sube su grado de complejidad a medida que disminuye el del entorno, pero en esta relación que existe, el grado de complejidad que presenta la empresa jamás podrá ser mayor que el del ambiente, pudiendo ser esto por la cantidad de personas que componen estos dos bandos.

La complejidad de las personas, como se mencionó, está en su actuar impredecible, y esto se debe a las diferentes características sicológicas, unos son alegres, otros son empáticos, otros son agresivos, y aunque uno pueda pensar que actuarán de cierta forma frente a una determinada situación, son capaces de hacerlo de una manera totalmente distinta, de ahí es donde se desprende el concepto de complejidad, y estas mismas características chocan en el ambiente, lo que produce un entorno complejo. Las empresas consideran el entorno como su modelo a seguir, y por lo tanto existe esta relación de que a medida que

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