LA CONSERVACIÓN DEL SUELO “Una nación que destruye su suelo se destruye a sí misma”

CHRISTIAN ERNEY SÁNCHEZ PRIETO              20152025084

LA CONSERVACIÓN DEL SUELO

“Una nación que destruye su suelo se destruye a sí misma”

Franklin D. Roosevelt.

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La conservación del suelo trata la protección, el  mejoramiento y el uso de los recursos naturales del suelo, y de esta manera poder asegurar el más alto beneficio económico y social para nosotros los seres humanos y nuestro ambiente. Además es un tema significativo que debemos interesarnos y darnos cuenta de su importancia, ahora y en el futuro. Desafortunadamente hay varias acciones  en contra del suelo como la deforestación, el uso desequilibrado del suelo y el mal uso de la mecanización que atentan contra su  preservación, sin embargo existen diferentes prácticas que pretenden conservar los recursos productivos, preservar el medio ambiente, responder a los requerimientos sociales y ser económicamente competitivos y rentables.

Según el Portal de Suelos de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) la conservación del suelo ayuda a invertir la degradación de recursos del suelo, agua y biológicos para aumentar la producción de cultivo y ganadería. Se toman medidas para recuperar la productividad de los suelos degradados cuyas se deben conectar con otras medidas que afectan las prácticas de manejo de tierras en particular la agricultura de conservación, buenas prácticas agrícolas y manejo de riegos y  el Manejo Integrado de Nutrición de las Plantas (MINP).

Para lograr lo anteriormente mencionado por la FAO y otros propósitos de la conservación de los suelos es necesario realizar prácticas de manejo que tienen como objetivo la reposición de la materia orgánica, mantener una adecuada reacción química y cubierta vegetal, tener un control de erosión y adoptar manejos acorde a la necesidad, logrando disminuir la velocidad del agua en los suelos, evitando erosión y el arrastre del suelo escurrido, fortaleciendo la fertilidad y producción.  

Según “Visión Agroecológica” (entidad de carácter regional de carácter privado, constituida por los esfuerzos de científicos, investigadores, innovadores, profesores, estudiantes, productores y otras personas interesadas en la Agroecología)  Estas prácticas de manejo se pueden clasificar en prácticas agronómicas y mecánicas.

Las prácticas de agronómicas son:

 Abonos orgánicos: Es la incorporación de materiales de origen orgánico que favorece las propiedades físicas y químicas del suelo, son basadas en residuos de cultivos (partes de las plantas que sobran después de la cosecha) y lombricultura (la lombriz produce humus o abono que sirve como fertilizante natural)

Rotación de cultivos: Es la sucesión de cultivos y siembras diferentes, en ciclos continuos, sobre un área de algún terreno determinado que ayudan a la ocupación máxima del suelo, mejorar la fertilidad, prevenir plagas y reducir efectos negativos del clima.  

Cultivo múltiple: Es la utilización de la tierra con más de un cultivo en el año, se basa en intercalar varios cultivos en una unidad de terreno, ayudan a incorporar materia orgánica, aumento de retención de humedad y mejora de estructura.  

Barreras vivas: Son hileras de plantas perennes o de larga vida, densas, sembradas en dirección perpendicular, transversal a la pendiente (inclinación del terreno), a la dirección del viento, o en contorno. Ayuda a disminuir el poder erosivo del escurrimiento o contener partículas desprendidas por erosión eólica.

Cultivos en fajas: Es alternar fajas o franjas de cultivos limpios con otras de cultivos densos, siguiendo un programa de rotación, las fajas donde se desarrollan los cultivos densos disminuyen el impacto de la lluvia, aumentan la infiltración y reducen la escorrentía que afectaría la faja de cultivo limpio ubicado inmediatamente debajo.

 Cultivo en contorno: Es una práctica que consiste en labrar el terreno, hacer surcos y sembrar el cultivo en dirección perpendicular a la pendiente, siguiendo las curvas a nivel, ayuda a aumentar la infiltración, reducir la velocidad del escurrimiento superficial y evitar la formación de hoyos.

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