La importancia de las empresas privadas en México

La importancia de la empresa privada en México

En un país como México, en el que el sistema neoliberal es el que rige todos los aspectos de la economía, es innegable el hecho de que el sector empresarial es de suma importancia, ya que la iniciativa privada se convierte en el motor de la economía nacional, lo que a su vez genera que este tipo de organizaciones sean las que tomen las decisiones primordiales en el país.

Luis Foncerrada explica:

“El sector privado juega un rol muy importante en el desarrollo de una economía de mercado, puesto que es el principal generador de empleos y de inversión.

En México, el sector privado representa el 84% de la actividad económica total. Si dividimos la producción total con base en sectores económicos, encontramos que  aproximadamente 60% de la producción responde a actividades de prestación de servicios (comercio, transporte, servicios financieros etcétera), aproximadamente 35% al sector secundario (actividades manufactureras, minería, construcción y suministro de gas y electricidad) y el restante al sector primario.” (Foncerrada, 2009)^[1]

Sobre todo, las micro, pequeñas y medianas empresas son las más dignas de mención, no solo porque son el principal motor de la economía, sino porque también son aquellas que le permiten al país generar riqueza que se queden dentro del suelo nacional, ante el impacto de la creciente llegada de inversores y empresarios de otras naciones a México.

Es por eso que, como indica el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI):

        “Las micro, pequeñas y medianas empresas (MPYMES), tienen una gran importancia en la economía y en el empleo a nivel nacional y regional, tanto en países industrializados como en los de menor grado de desarrollo.

Las empresas MPYMES representan a nivel mundial el segmento de la economía que aporta el mayor número de unidades económicas y personal ocupado; de ahí la relevancia que reviste este tipo de empresas y la necesidad de fortalecer su desempeño al incidir éstas de manera fundamental en el comportamiento global de las economías nacionales”^[2]

Es importante recordar que la gran mayoría de estas empresas tiene su origen en aquellas empresas familiares, que en sus comienzos contaban con solo los integrantes de dicha familia para poder avanzar. Sin embargo, y a pesar de que estas parecen en ocasiones endebles, su importancia es sumamente grande, como indica Argentina Soto:

“La empresa familiar forma parte fundamental de las estructuras productivas tanto de las economías industrializadas como en  vías  de  desarrollo.  A  pesar  de  carecer  de  datos  rigurosos que permitan corroborarlo, la empresa familiar tiene un papel preponderante  en  la  generación  de  riqueza  nacional,  aunque con frecuencia se trata de estructuras productivas poco conocidas. En el mundo, la investigación sobre la empresa familiar es relativamente reciente; así, en este trabajo se trata de reconstruir el estado en que se encuentra la investigación realizada en México. El interés de reunir este material es el de ofrecer una mayor visibilidad a los trabajos que han sido realizados y, con ello, fomentar su desarrollo temático entre los interesados”^[3]

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