La naturaleza del trabajo directivo.

MESTRIA EN ADMINISTRACION

ASIGNATURA: Teoría de la administración y gestión.

PROFESORA: Miryam Escobar Valencia

PROTOCOLO 7: MINTZBERG Henry. (1.983) “La naturaleza del trabajo directivo”. Barcelona: Ed. Ariel. Introducción. Capítulo 2: Perspectivas contemporáneas sobre el puesto directivo. Págs. 23-54      

ELABORADO POR: RAFAEL MONTERO 

Septiembre 15 de 2016

¿Qué hace realmente un directivo? ¿Y yo que hago como directivo de mi Empresa?

El autor:

• Henry Mintzberg (nacido en Montreal, 2 de septiembre de 1939) es un profesor académico internacionalmente reconocido y autor de varias publicaciones sobre negocios y gestión. En la actualidad, es profesor de la cátedra Cleghorn de Estudios de Gestión en la Universidad McGill en Canadá, donde enseña desde 1968, luego de obtener su graduación en Gerencia y el Ph.D. de la MIT Sloan School of Management, en 1965 y 1968 respectivamente.

El material de estudio leído, es un texto “sobre los directivos, sobre las personas que formalmente dirigen organizaciones o subunidades de las mismas (excluyendo a los de niveles de gestión intermedio), pero incluyendo a los que desempeñan cargos como los de director general, primer ministro, jefe de departamentos. Estudia la cuestión fundamental de que hacen los directivos”^[1].

Mintzbert, hizo su propio estudio con cinco directores generales  en su vida laboral, identificando los distintos comportamientos que relazaban al realizar su trabajo y analizo otros estudios sobre directivos y su manera de trabajar, para  llegar a tener una posibilidad de desarrollar una nueva concepción del trabajo directivo.  

En esta metodología de observación que utilizo, me impacto el hecho de haber incluido dentro de los sujetos o elemento de observación continuada  y análisis a jefes de pandillas callejeras, porque nuestro ideario de los gerentes son personas de alto perfil social, cultural, educativo y económico que asociamos a la toma de decisiones trascendentales.

Mintzberg, en el texto hace la pregunta que según él, no ha respondido nadie: ¿Se puede llegar a una definición precisa de lo que constituye el trabajo de un alto directivo? (Myers, 1.967, Pág. 198), en otras palabras ¿Qué hacen los directivos?

Los directivos de las empresas son percibidos como personas que dedican su tiempo a proyectar y planear las estrategias de las organizaciones pero ¿qué tan real es esta pensamiento?

Muchos (me incluyo en ese grupo), tenemos en nuestro imaginario a los ejecutivos como los “grandes sabios” que toman las grandes decisiones empresariales, con un gran pensamiento estratégico y de trascendencia, que visualizan el futuro de sus organizaciones, que son sagaces (“vivos” decimos coloquialmente), rápidos en la toma de decisiones y que su trabajo se concentra en los asuntos más importantes de la organización. Eso es lo que idealizan la mayoría de las personas, sus trabajadores los admiran así, y hasta ellos mismos, los directivos, se “creen” así **(o nos vemos así)**.

Esta lectura me permitió ver que no todo es tan así, que si debo reconocer que en gran parte ese concepto es verdadero, son ellos quienes toman las decisiones que mueven millonadas, pero también es verdad que deben ocuparse de cuestiones no tan trascendentales, que no todo su tiempo lo pasan en reuniones importantes o en la planeación estratégica de la compañía  para los próximos dos años. Incluso, hoy revisando la compañía donde laboro, desde mi puesto de directivo, soy hasta la cara “amable” de la empresa. El que va a cocteles o convenciones, a eventos  de lanzamiento de productos, el que hace visitas a medios de comunicación para campañas publicitaria, recibe visitas de funcionarios, para que no le quiten tiempo a los empleados o “los dejen laborar”,  o a través de mi cargo consigo información que solo en virtud de mi posición puedo obtener y pasarla al equipo de trabajo para ejecutar bien su labor, y esa visión no la había visto tan clara antes, porque siempre solo respondía a la pregunta en mención, de ¿qué hace un directivo?, con la teoría clásica de la administración: planear, organiza, dirigir, controlar.

Quise comprobar el pensamiento de Mintzberg, en relación  a la visión o pensamiento que tienen los directivos de la empresa donde laboro, sobre sus funciones o roles, haciendo una pequeña encuesta a tres directivos de alto “cargo jerárquico en la empresa (Vicepresidente, Gerente y Director) y le pregunte a cada uno de ellos en tres escenarios diferentes ¿cuál consideraban eran las actividades de ellos como directivos?

• Respuesta directivo 1: “Básicamente  considero que nuestra  labor como directivo está orientada a la toma de las decisiones importantes y trascendentales de la empresa, que garanticen su permanencia en el corto, mediano y largo plazo, haciendo énfasis en la proyección, organización, dirección, ejecución y control”. El escenario de la conversación fue un coctel de presentación y lanzamiento de un producto nuevo.

• Respuesta directivo 2: “Pienso que nuestro foco de trabajo como directivo de esta gran Compañía, es la toma de decisiones que generen mayor rentabilidad a la empresa y bienestar a sus empleados, creo que nuestra labor como directivo está orientada en los pensamientos de Fayol: planear, organizar, instruir, implementar y controlar. El escenario de la conversación era saliendo de una oficina atendiendo un tema legal (jurídico) por un requerimiento de la Superintendencia de industria y comercio” y entrando a otra oficina a atender un proveedor con quien estábamos negociando un acuerdo comercial de beneficios (Rebate) por volumen de  compras.

• Respuesta directivo 3: “Creo que nuestra labor es principalmente la implementación de acciones que permitan a  la empresa sobrevivir en un mercado tan competitivo como el nuestro, donde ingresan constantemente nuevos competidores. Sin dejar de lado las funciones básicas de un buen administrador: prever, pronosticar, organizar, dirigir, coordinar, controlar. El escenario de la conversación fue una oficina atendiendo una respuesta a una queja de un cliente recibida por la herramienta PQRS (Peticiones, quejas, reclamos y sugerencias).

Las respuesta recibidas fueron muy similares a la forma no concreta que señala el autor se refieren los directivos en relación a sus funciones o actividades, corroborando que este “ideario” de Fayol está arraigado en la mentalidad de los directivos, pero me llama la atención, que todas las respuestas recibidas fueron en escenarios o haciendo actividades especifica o concretas que no tenían alguna relación con el “ideario” de actividades que manifestaron de un directivo.

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