Las normas éticas
Enviado por vanesita20 • 15 de Enero de 2013 • Monografía • 5.455 Palabras (22 Páginas) • 410 Visitas
Introducción
Desde hace mucho tiempo se ha reconocido a la consultoría de empresas u organizacional en general como un servicio profesional de gran utilidad para ayudar a los directivos de las organizaciones a identificar y definir los principales problemas que afectan a sus organizaciones para alcanzar sus propósitos fundamentales, sus objetivos emanados de la misión, analizar las causas que lo provocan, identificando las causas raíces y proyectar acciones para su perfeccionamiento y que estas se implemente.
Sabemos de antemano que la ética profesional va muy ligada, al ámbito profesional y que de una u otra manera debe de estar siempre presente en el profesional que ejerce una determinada profesión.
Hoy en día, mucho de esto ya no existe hay un sesgo grande entre la ética profesional y el profesionista, por que ahora cada quien ejerce su profesión a como mas le conviene, y no como realmente debería de ser.
De este modo es como surge el termino consultoría, que por cierto un termino muy debatido por los expertos en materia, que hasta en nuestros días este termino se encuentra en un dilema de definir.
En el siguiente ensayo se explican algunos puntos que quizá puedan a ayudar a entender mejor que es la consultoría.
Existen varis definiciones de consultoría unos la toman como una profesión mientras que otros no lo asimilan de ese modo, habrá que analizar realmente
como esta regida la consultoría para poder dar una definición congruente de su existencia.
El profesionalismo y la ética en la consultoría
Hubo una época en donde cualquier persona podía llamarse consultor, y empezar a ejercerlo como tal, pero esto ocasionaba que los que la ejercían como bien se dijo algunos cubrían el perfil y algunos no la tenían, eran mediocres, la conciencia y el conocimiento profesional surge cuando se empiezan a aplicar los conocimientos científicos y existe una competencia de estos.
¿Qué es una profesión? Sabemos que una profesión esta regida por principios, métodos, conocimientos teóricos y prácticos, los cuales hacen del profesionista un experto en su materia, por otra parte se encuentran inmersos en estos estudios el espíritu de servicio, la cual es aquella en donde se ejerce la profesión a cualquiera que lo necesite sin tener un interés propio.
Las normas éticas van muy de la mano, es importante que todo profesionista cuente con este tipo de normas.
¿Es la consultoría de empresas una profesión?
Muchos autores nos narran que no es una profesión, otros dicen que si, a ciencia cierta no se puede definir como una profesión ya que se encuentra entre un dilema de conocimientos.
Desde mi punto de vista; de acuerdo a lo estudiado acerca de este tema yo deduzco, que no es una profesión ya que como se dijo anteriormente
la profesión cuenta con muchos métodos y principios las cuales la hacen ser exacta en su materia.
Ahora, si bien es cierto que la ética y el profesionalismo no son lo mismo, sí se complementan, es decir, es difícil imaginar una sin la otra. Por su parte, profesionalismo es el compromiso de obtener y mantener el conocimiento y destrezas requeridos en un campo específico y utilizar ese conocimiento y destrezas para proveer la más alta calidad de servicios. En el ejercicio de la consultoría el manejo de estos dos conceptos es vital para el desarrollo oportuno de la profesión. Hay distintos puntos que resaltar, o aclarar, que de desprenden de éstos: Los intereses del cliente El consultor no debe de esperar más del cliente, debe de definir primero qué es lo que quiere y establecer las metas al mismo nivel, de manera alcanzable; hacérselo ver al cliente para de esta de esta forma obtener resultados óptimos, Imparcialidad y objetividad.
La consultoría tiene su origen en el sector privado, el crecimiento y la diversificación de las consultorías están relacionados con el desarrollo de la sociedad mercantil y con los cambios en la forma de hacer negocios. Como ya se ha mencionado incluso las organizaciones más importantes y exitosas consideran útil dar empleo a consultores y han adquirido una gran habilidad para servirse de ellos con eficacia. Con frecuencia se produce
una "repetición de las tareas"; una gran empresa, satisfecha con los conocimientos profesionales y los métodos de una oficina de consultoría, puede recurrir a ella muchas veces a lo largo de los años.
En algunas oficinas de consultoría, el volumen de actuaciones duplicadas llega a alcanzar del 70 al 80 por 100. Muchas organizaciones tienen sus consultores "permanentes", utilizan diversas oficinas de consultoría y han aprendido a aprovechar la competencia técnica que pueden ofrecer los diversos consultores.
En una organización pequeña, la decisión de recurrir a un consultor puede ser difícil. El propietario o director quizá considere ese servicio profesional caro, y a menudo no se ve de qué manera un colaborador exterior puede prestar ayuda a su situación especial. No obstante, el volumen de los servicios de asesoramiento proporcionados a las organizaciones pequeñas va en aumento y en algunos países se dispone de servicios de consultoría subvencionados para las empresas más pequeñas como parte de los programas de desarrollo de este sector.
El empleo de consultores para que trabajen en países distintos del suyo es otra tendencia con múltiples repercusiones. Este fenómeno comenzó con las empresas mercantiles que actúan a escala internacional y prosiguió con los gobiernos y las organizaciones internacionales. Como parte de los proyectos de asistencia técnica,
bilaterales y multilaterales, se proporcionan considerables servicios de consultoría. Por ejemplo, el Banco Mundial es un usuario importante de los servicios de consultores, y muchas organizaciones de consultoría trabajan por cuenta de gobiernos y empresas en países en desarrollo en relación con proyectos técnicos financiados con cargo a préstamos proporcionados por el Banco Mundial.
Algunas oficinas de consultoría se han convertido en auténticas empresas multinacionales, con una parte importante de sus ingresos obtenidos por sus trabajos en el extranjero y con filiales o sucursales en varios países y continentes. Más recientemente, la creciente demanda de servicios de consultoría ha estimulado la creación de una profesión de consultores nacionales en los países que están trabajando intensamente en la mejora de los resultados de la gestión de sus organizaciones.
Muchas organizaciones de consultoría no se limitan a ofrecer servicios de formación a sus clientes. La experiencia acumulada gracias a los diversos cometidos asignados por los clientes es muy útil para concebir programas de perfeccionamiento del
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