Liderazgo Gerencial

Liderazgo gerencial

El liderazgo es el arte de influenciar, comandar y conducir a personas o de trabajar en un equipo de personas, atrayendo seguidores, influenciando positivamente las actitudes y los comportamientos de estos e incentivarles para trabajar por un objetivo común. En una organización, el liderazgo es un tema de vital importancia, ya que está relacionado con el éxito o el fracaso, con lograr o no alcanzar los objetivos establecidos o definidos.

Para ser un buen líder se requiere carisma, inteligencia, poder de convencimiento, sensibilidad, integridad, arrojo, imparcialidad, ser innovador, simpatía, cerebro y sobre todo mucho corazón para poder dirigir a un grupo de personas y lo sigan por su propia voluntad, motivándolos, estimulándolos y así alcanzar las metas deseadas, y que cada quien se sienta satisfecho y tenga la sensación de ganancia y no de pérdida.

En la década del 40, el liderazgo gerencial empezó a ser estudiado como un proceso o actividad totalmente observable. El objetivo de esta escuela era determinar qué tipos de comportamientos estaban asociados con el liderazgo ineficiente. Así mismo, suponían que el comportamiento que conducía a un liderazgo efectivo era igual en todas las situaciones. Trabajos en esta dirección fueron realizados por Renzis Likert en Michigan, por la Ohio State University, Robert Blake y Jane Srygley Monton entre 1940 y 1960.

Las situaciones contingentes o situacionales del liderazgo sostienen que la eficiencia de un líder empresarial depende en gran parte de la situación en que estos se desempeñen más que de sus rasgos personales. Es decir, un líder puede ser eficiente en una situación u organización pero no en otra. La situación, entonces, es la que determina quién es el líder y cuál es el estilo del liderazgo apto para la misma. Esto significa claramente que para que exista un liderazgo efectivo tiene que hacerse compatible la personalidad del líder con la situación.

El liderazgo gerencial eficiente es aquel que responde a las características de la situación, a la organización, a su cultura, a sus valores. Esas deben ser el punto de partida para un liderazgo transformador, el cual parte del supuesto que solo se puede ejercer cuando se conocen a profundidad las condiciones (fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas) de la situación u organización donde el liderazgo se va a ejercer. La autoridad así entendida está en manos del que conoce y será superior a aquella que le otorga la función o su personalidad.

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