MERCADO DEL ORO
Enviado por ERCONDENADO • 7 de Noviembre de 2012 • 2.879 Palabras (12 Páginas) • 370 Visitas
MERCADO DEL ORO
El oro no es solo una materia prima sino que es un activo monetario, una divisa más. Todas las demás divisas se basan en la confianza y son deudas de gobiernos, se pueden crear de la nada. El oro no. El oro es guardado por los bancos centrales como parte importante de sus reservas monetarias. El valor del oro es inversamente proporcional a la devaluación de las monedas: cuanto menos vale el papel moneda, mayor es precio del oro. El oro es considerado un barómetro de la inflación, la subida del oro nos está contando algo sobre el escenario geopolítico y económico internacional.
Históricamente, el mercado del oro ha estado muy regulado en atención a que su principal uso era el de servir de medio de cambio en un sistema económico en que se utilizaba como patrón o medida del valor de las monedas.
El patrón cambio oro es un sistema monetario internacional por el cual se fija el valor de una divisa en términos de una determinada cantidad de oro. El emisor de la divisa garantiza poder devolver al poseedor de sus billetes, la cantidad de oro en ellos representada. Este sistema clásico en su última versión funcionó desde el año 1880 hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial, en el año 1914.
Luego, en enero de 1934, se promulgó en Estados Unidos la “Gold Reserve Act”, la que estableció la existencia de un precio fijo de 35 dólares por onza para este metal y prohibió su tenencia a los particulares.
Posteriormente, en julio de 1944, se firmó el “Acuerdo de Bretton Woods” con la finalidad de rehacer el sistema monetario internacional que había quedado devastado después de la Segunda Guerra Mundial. Este acuerdo conservó el precio fijo para el oro en 35 dólares por onza y además, determinó un sistema de paridades para las monedas más importantes, basado tanto en el dólar como en el oro. Estas paridades si bien eran fijas, se adaptaban a los cambios ocurridos en las principales economías. De este modo se pretendía sacar lo mejor de ambos sistemas (patrón oro y tipo de cambio flexible), obteniéndose por un lado la estabilidad del patrón oro y, por el otro, se tenía la capacidad de adaptación de las paridades flotantes.
El “Acuerdo de Bretton Woods” funcionó hasta agosto de 1971, cuando fue formalmente abandonado por el entonces Presidente de Estados Unidos, Richard Nixon. El colapso del sistema se debió, en gran medida, a que el crecimiento espectacular de las economías de los países de Europa y de Japón, llevaron a una considerable acumulación de dólares como resultado de los superávit comerciales, mientras que Estados Unidos mostraba un marcado déficit derivado de los elevados gastos militares en el extranjero y de la creciente inversión de sus empresas en otros países.
Esta acumulación de dólares, con un superávit en la balanza comercial pasó desde, prácticamente cero en 1945 a 50.000 millones de dólares a principios de la década de los setenta. El incremento en los saldos líquidos hizo que los gobiernos tuvieran dificultades para mantener las paridades oficiales y, además, generó el traslado de importantes cantidades de oro desde las reservas de Estados Unidos al resto de los países. Ambos efectos terminaron por colapsar el sistema.
Por último, en 1974 se derogaron las últimas restricciones que aún estaban vigentes en Estados Unidos, entre ellas, la prohibición de mantener oro no elaborado por parte de los particulares. Este cambio dio el impulso necesario para la creación de los mercados de oro físico y de futuros en ese país.
FUNCIONAMIENTO
A comienzos del siglo XX, todo el sistema internacional se basaba en el oro. Sin embargo, sólo Inglaterra, Alemania, Francia y EE. UU. Mantenían un patrón oro puro. Circulaban monedas de oro papel, monedas y monedas fraccionarias que podían cambiarse por el oro que poseían los Bancos Centrales en sus cajas fuertes o en sus tesoros nacionales. Aún así, en Francia había un patrón oro «renqueante», ya que aunque no se acuñaba plata libremente, ésta seguía siendo de curso legal. Además, los residentes y los extranjeros podían convertir los billetes del Banco de Francia en monedas de oro o de plata a criterio de las autoridades. En Holanda, Bélgica y Suiza la convertibilidad era decidida por las autoridades.
Además, existían otros mecanismos para fomentar la entrada de oro y dificultar su salida. Los Bancos Centrales concedían créditos libres de intereses a los importadores de oro. Podían reducir los incentivos para comprar oro cambiando billetes sólo en la oficina central. Podían elevar el precio de compraventa de barras de oro o cambiar billetes sólo por monedas de oro desgastadas. En EE.UU., el patrón estuvo limitado hasta 1900, porque las leyes obligaban al Banco Central a comprar plata. A partir de 1900 se aprobó la Ley de patrón oro, que establecía que el dólar contenía 25,8 granos de oro y 0,9 de ley y no se preveía la acuñación o compra de plata.
En otros países, el dinero consistía en plata, papel oro y monedas fiduciarias pero el Banco Central se comprometía a convertir su dinero en oro a un precio a la vista. Los Bancos centrales a excepción del Riksbank sueco, el Banco de Finlandia y el Banco Estatal ruso eran por entonces entidades privadas, que a cambio del derecho a emitir billetes, prestaban servicios al gobierno. La Bank Charter Act inglesa, por la que se guiaron la mayoría de las legislaciones, establecía la coexistencia de dos departamentos independientes de emisión y banca.
La composición de las reservas internacionales variaba de un país a otro. La libra esterlina era la principal moneda de divisas y al final el período representaba el 40% de las reservas totales de divisas. La cantidad de reservas que debía tener un Banco central variaba de un país a otro. En los países que tenían sistemas fiduciarios, el banco estaba autorizado a emitir una cantidad de monedas no respaldadas por oro.
Los países con sistemas proporcionales no podrían tener unas reservas inferiores a una determinada proporción de dinero en circulación. Además, había países con sistemas híbridos. Aún así, en todos sistemas bajo ciertos supuestos estas normas podían incumplirse.
La formalización del mecanismo del patrón oro es el modelo de los flujos de oro y los precios de Davis Hume A partir de un mundo donde sólo circulaban monedas de oro y donde el papel de los Bancos centrales era insignificante. Cada vez que exportaba oro, el exportador recibía oro, que llevaba a la casa de la moneda para que lo acuñase. En los países con déficit comercial si bajaba la cantidad de dinero en circulación, sus precios bajaban. Lo contrario sucedía en el país con superávit. Por lo tanto, el flujo de oro alteraba los precios relativos.
Posteriormente, en los modelos se incluirían
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