Mercantil

¿Qué es la patria? Me pregunto, y para mí es tan fácil sentirla, basta abrir la puerta de mi casa para encontrarla en la mirada perdida del niño de la calle, de la anciana que pide limosna en la esquina, de la mujer que vive en una cueva de barranco y del hombre que levanta su revólver porque se acabaron sus palabras y sus ofertas de trabajo.

Yo encuentro a la patria en la mano callosa del obrero que gana honradamente apenas el sustento para sobrevivir esta mañana; en las manos de los enamorados que miro en los parques con la esperanza de marcharse a lavar platos o pisos en California y huir, en vez de arrebatar el futuro y pelear el mañana sangrándose la piel si fuera necesario. Donde no hay empleo hay patria, donde hay lucha hay patria, donde haya rebelión, protesta y resistencia, allí está Guatemala con todas sus negaciones, con todas sus enormes diferencias económicas y sociales entre quienes tienen absolutamente todo y entre quienes no tienen absolutamente nada.

Que soy negativo me han dicho. Y me basta ver los diarios para encontrar la muerte en abundancia. ¿Cómo se puede ser positivo cuando matan a una niña de doce años, asestándole cuarenta y seis puñaladas, y le arrancan impunemente su vida y su futuro sin que nadie diga nada? Y uno piensa ¡qué vacías y tristes, qué blancas y frías habrán sido las manos de su cadáver! Para ser positivo habría que ser sordo, ciego y mudo y no llevar --como llevo-- mi verdad a flor de piel.

Los principios no mueren. Quienes mueren son las personas, a veces los recuerdos. Mueren los que no tienen principios, los que se arrastran y pisotean la ética a cada paso, los que “transan”, los que ven el derecho de su nariz y sus intereses. Pero aquéllos que esculpen en bronce sus ideas, que propagan los principios y los lanzan a los cuatro vientos y se enorgullecen de sostenerlos, no mueren. Nos dicen adiós, pero continúan martillando con sus frases, sus opiniones y afirmaciones, aunque algunos las consideren pasadas de moda, a destiempo, anticuadas o radicales.

Es por eso que quiero que ustedes tomen conciencia y que de ahora en adelante podamos apreciar todas las riquezas de Guatemala así mismo sentirnos orgullosos de nuestra patria.

Por último quieres decirles que recordemos que Guatemala es Rico en Cultura, en tradición, la cual es herencia de nuestros antecesores y quiero recalcar que debemos sentirnos orgullosos de ser chapines y amar este pedacito de tierra que nos vio nacer es por eso que debemos celebrar con mucho entusiasmo los 185 años de Indecencia de nuestra patria Guatemala.

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