Monopolio de la moda

Monopolio de la moda: Mariana Londoño

Empieza con nuestro protagonista que somos nosotros, en donde un narrador omnipresente, explica como nuestra relajación parará, por la llegada de un vendedor en el que te agobiara por decirte la vejez de tus dispositivos para consumir nuevos, hablándote de los créditos, lograras vender tu dispositivo a un 10% menos del precio original; después de abrirlo, notarás que las modas de la mañana se acabaron y se debe actualizar a las de la tarde, pero como es imposible cambiar tan repentino, sabes que se vendrán insultos por la calle gracias a tu vieja ropa y accesorios de hace unos minutos. El desespero te conseguirá, tratando de arreglar los créditos vendiendo tu auto, pero como es del día pasado, no lo aceptan, intentarás cambiar, pero es notable que estás usando los modelos antiguos, así tienes que pedir nuevos créditos, pero solo te aceptarán el 1% de lo viejo del precio original A CAMBIO de que constituyas la garantía sobre los mobiliarios nuevos de la tarde para conseguir los nuevos modelos a escoger de la noche, mañana y hasta medio día, PERO al doble del precio. El vacío te coge mientras cambian tú neveras, ya que el celular pasó de moda, sientes desesperación, rabia, arrancas lo viejo de hace unas horas, minutos, pero su presencia aún sigue ahí; lo único que te tranquiliza será la llegada de tus hijos y esposa; pero vienen recatados de lo nuevo hasta la 5 de la tarde, en donde el nuevo cobrador te avisa que gracias a todos los créditos que proporcionaste durante las últimas horas, tienes comprometido 100 años de sueldo, donde pierdes tu libertad, reconociendo que debes pasar a un trabajo forzado perpetuo; regresando de nuevo a ese ciclo del que no se escapa de los deudores del monopolio de la moda.

Este relato tiene una estructura no lineal, en donde proporcionan la historia del protagonista, que en este caso somos nosotros, del cual se nos describe como una persona influenciable y pegada a adaptarse a lo nuevo que se viene, acompañando de un narrador omnipresente que no tiene papel importante más que guiar a nuestro personaje a lo largo de lo que se relata, se cuenta el inicio de la historia de una problemática, una que nos priva de nuestro descanso, encadenándonos a consumirlo nuevos materiales con contenido popular, pero en este caso, lo transmiten como algo más repentino, con un cambio de tendencia rápido, que nos agobia llevándonos al rechazo de nuestro alrededor, (convirtiéndose en el nudo del relato), generando burla sobre el aspecto de lo antiguo, justificando que “no estamos a la moda” y por lo pronto la presión social nos puede llevar a generar deudas, o asumir compromisos monetarios, sin tener los recursos adecuados para pagarlas, condenándonos a falta de libertad, entrando a un ciclo de desecho a compra, por ende, volviendo al mismo punto con el que partimos. El tiempo y espacio que conlleva el cuento se da en un día laboral, donde el protagonista al principio se encontraba seguramente en su casa, ya que desde ahí se origina la problemática con la llegada del vendedor, para después desplazarse a un lugar al aire libre, porque se habla de la burla que tendrá el protagonista al no poder lucir la moda del medio día; aunque en realidad se sentirá agobiado, sintiéndose encerrado sin estar en alguna jaula, por la desesperación que le lleva no poder continuar con su jornada, sin adaptarse a lo

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