NIC 37. Provisiones, Activos Contingentes y Pasivos Contingentes.

NIC 37. Provisiones, Activos Contingentes y Pasivos Contingentes.

Las normas internacionales contables establecen la inclusión de “contingencias” en los estados financieros. Esto constituye un nuevo enfoque contable, por cuanto se trata de hacer una estimación de hechos inciertos, lo cual es hasta cierto punto contrario a los esquemas tradicionales de contabilidad.

Lo primero que llama la atención de las normas internacionales contables es que más que información contable, su objetivo es suministrar información financiera. Es decir, más que consignar de manera puntual el estado contable de la empresa, estas normas pretenden ir más allá y dar información que sirva para satisfacer a los reguladores y para que la empresa sepa el estado financiero en el cual se encuentra.

La norma 37 fue creada en 1998 y deroga a la NIC 10 (la cual fue creada en 1991). Incluir una contingencia significa hacer una estimación de eventos que, debido a su naturaleza no se pueden determinar (esto es, calcular de manera exacta). A partir de esta norma, se empiezan a mencionar pasivos y activos "contingentes".

En este contexto, una contingencia se trata de un evento del cual no se conoce ni el monto exacto ni el momento exacto en el que va a ocurrir. Por lo tanto, se deja de hablar de determinación (una sola) y se empieza a hablar de estimaciones (puede haber varias).

Esta norma (y en general, todas las normas internacionales) no prescriben una metodología para hacer estas estimaciones, de tal manera que las estimaciones que cada empresa haga, reflejan el enfoque y el conocimiento que tengan de los riesgos que enfrentan. Entre más se conozca el riesgo, el resultado será más afinado y adecuado a las circunstancias particulares de cada empresa.

Un ejemplo de una contingencia es el siguiente: Una persona quiere comprar un vestido. Llama a su contador, quien le dice: “ese vestido cuesta $100”. Luego de lo cual llama a su actuario el cual le dice, “ese vestido le cuesta $100 más o menos $10, con una certeza del 90%”.

Esto significa que, dentro de todo el conjunto razonable de escenarios, $10 alcanzan para cubrir la contingencia de que el vestido cueste más (o incluso menos) de los $100 que se presupuestaron, en el 90% de los escenarios. Aquí necesariamente, hay un criterio de qué es un escenario, cuáles son los escenarios razonables, etc.

Después de hablar con ellos, esta persona decide llevar $110.

Cuando llega a la tienda, el vendedor le dice; “este vestido le cuesta $105”. La persona, no perdió su tiempo buscando efectivo que no tenía, ni tuvo que ir a un banco a pedir un crédito de $10, por el cual le hubieran cobrado alguna tasa de interés. En otras palabras, gracias a que tenía prevista una contingencia, no incurrió en un riesgo de iliquidez (al tener que pedir prestado dinero) y si se quiere, operativo (tener que ir a la casa o al banco y regresar por más dinero). Esta misma persona, decide salir de compras de nuevo.

Esta vez reflexiona antes de llamar a su contador o a su actuario y piensa, quiero comprar 12 vestidos, por lo tanto presupuesta 12 x $100 más 12 x $10, es decir, $1320. Llama al actuario y le informa la estimación de presupuesto. El actuario le dice: “a usted el vestido anterior le costó $105, luego eso es un hecho cierto, no una incertidumbre; es así que su presupuesto por vestido debe ser de $105 pesos, es decir $1260, pero la desviación no va a ser doce veces la desviación anterior, pues es de esperarse que algunos vestidos le costarán más de los $105 y otros menos de los $105, probablemente Vd. comprará vestidos de distintas referencias”. Luego de un cálculo, el actuario le dice, “usted debe llevar $1260 más $50 y con eso cubre el 90% de las eventualidades”. En otras palabras, se establece un valor esperado de $1260 y una contingencia de $50 con la cual se alcanza a cubrir el 90% de las eventualidades.

El cálculo de la desviación, depende de la cantidad de vestidos, de la frecuencia con la que se compren, de qué tan costoso sea para la persona estas transacciones y cuál sea la diferencia de precios en el mercado de vestidos. En este ejemplo, se refleja el hecho de que el valor a presupuestar, es proporcional al tamaño del evento, pero la desviación no lo es y depende del comportamiento aleatorio (y por lo tanto, desconocido) del evento en cuestión, del

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