PENSAMIENTO SISTEMICO

UNIDAD IV. PENSAMIENTO SISTEMICO COMO MARCO DE REFLEXION ESTRATEGICA

1. INTRODUCCION

El hombre desde el inicio de los tiempos ha intentado comprender el mundo que lo rodea, buscando definir y describir las influencias del entorno. Ese espíritu incansable por entender ese universo, por saber el porqué de las cosas lo ha llevado a lo largo de los siglos a buscar explicaciones sobre el funcionamiento de todo lo que lo envuelve como ser humano.

En esta búsqueda ha establecido diversas teorías y explicaciones acerca del funcionamiento de ese entorno a través de los sistemas, empezando con el análisis de los sistemas vivos y extendiendo poco a poco estas teorías a las demás esferas donde el interactúa, llegando finalmente a los sistemas sociales y los grandes segmentos que la componen, entre ellas las organizaciones.

2. PENSAMIENTO SISTEMICO, CARACTERISITICAS Y APLICACIONES

El concepto de sistema ha sido abordado desde diferentes ángulos y posiciones que han cambiado conforme las ciencias, la tecnología y en general la percepción del hombre han evolucionado. Todas las teorías sin embargo conservan unos elementos comunes, que pueden sintetizarse a través de la siguiente definición: un sistema como un conjunto de partes entrelazadas, interrelacionadas e interdependientes que forman un todo complejo y único con un fin u objetivo específico.

Son precisamente esas interrelaciones, interacciones e interdependencias las que hacen complejo el análisis de los sistemas, pero es necesario reconocer estas condiciones para poder iniciar su caracterización y posterior comprensión.

Con este antecedente el pensamiento sistémico busca ver totalidades, en un marco de interrelaciones en lugar de partes sueltas, vislumbrando patrones de cambio en vez de instantáneas. Esta visión holística, sin embargo suele estar limitada por los ambientes en los que dichos análisis son puestos a prueba. Para facilitar la solución de dichas disyuntivas los subsistemas apoyan las fallas generales, transformando las entradas que brinda el entorno en salidas, la relación con los otros sistemas facilita el estudio de estas dinámicas que por su complejidad suelen ser explicadas desde un análisis de las particularidades de cada subsistema.

Debido a la complejidad de los sistemas, sus características ayudan a comprender de una manera más detallada los puntos centrales de este pensamiento, así como las aplicaciones clarifican los alcances de dichos sistemas:

- Al considerar los aspectos cuantitativos, el pensamiento sistémico busca una aproximación y una relación directa con los aspectos cualitativos que complementen la visión de las situaciones hacia la síntesis. Sin embargo, no se es posible tener una certeza completa sobre una situación determinada, ya que el futuro no se puede conocer completamente.

- Las partes que forman un sistema se encuentran estrechamente interconectadas, los cambios que se presenten en uno de los componentes del sistema afectan en menor o mayor proporción otras partes del mismo, presentándose un efecto domino que se refleja en el sistema. Utilizando un lenguaje circular o cíclico en vez de un lenguaje lineal, se permite observar las interrelaciones entre todas las posibles variables de las decisiones tomadas.

- Considerando la solución a un problema desde planteamientos multidisciplinares y no unidimensionales, los sistemas pueden complementarse para crecer y desarrollarse, ya que la competencia entre ellos tiende a dividirlos.

- El cambio establece una de las condiciones más básicas de la actualidad, apuntando a que los fenómenos no pueden repetirse de la misma forma y que las condiciones en las cuales se desarrollan las actividades son diferentes cada vez. El pensamiento sistémico se basa en la observación de las relaciones dinámicas de las situaciones, en lugar de analizar causas y efectos en estructuras del pensamiento lineal.

- La teoría de sistemas es la base del pensamiento sistémico y reconoce la importancia de observar los sistemas como un todo y no como una suma de partes. No se pueden aislar los componentes para estudiarlos individualmente y en base a ello sacar conclusiones o análisis; es necesario considerarlos como parte de un sistema mayor reconociendo la interrelación que existe entre cada uno de ellos.

Por otra parte, las organizaciones se componen especialmente de una serie de procesos (partes) y recursos que actúan de forma dinámica y conjunta en la búsqueda de un fin común. El pensamiento sistémico busca reconocer este carácter de sistema de la organización, estableciendo una serie de mecanismos o métodos que permiten identificar las relaciones que existen entre los sucesos y las partes que los protagonizan, permitiendo mayor conciencia para comprender su desarrollo, así como una mejor capacidad para poder influir o interactuar con ellos.

Para aplicar el Pensamiento Sistémico en la gestión de una empresa, se necesita una aptitud especial, un conjunto de capacidades o inteligencias que ayuden a la buena gestión en su aplicación. Por ello el encargado de estos modelos además de manejar la lógica, requiere de una gran intervención de factores como: la intuición, la sensibilidad, y la flexibilidad, para complementar la aplicación de estos pensamientos. De esta forma debe implementar estrategias encaminadas a garantizar el éxito del modelo, de corte motivacional, experimental o de confrontación, situacional, de crecimiento personal y colectivo. Para desarrollar la habilidad a nivel organizacional de trabajo sistémico es necesario el desarrollo de técnicas para incentivar la motivación hacia la aplicación de esta nueva forma de pensar. Generando pequeños grupos de trabajo internos en las organizaciones, se crean espacios para desarrollar nuevas ideas y conceptos, aumentando los niveles de autonomía para estos grupos y modificando el esquema tradicional directivo.

En el desarrollo de la habilidad de confrontación encontramos también el posible éxito en estos modelos. De esta forma, podremos recibir las diferentes opiniones de los demás, analizarlas con casos reales, llegar a nuestras propias conclusiones y así pasar del escepticismo y el rechazo ante el cambio, a una actitud más flexible y menos individual. De esta forma, la organización irá moldeando visiones compartidas bien sea en los grupos de trabajo autónomos o en la totalidad de la misma. Así se garantiza no sólo un desarrollo colectivo de las ideas, sino también un desarrollo personal en cuanto las opiniones de cada persona, que estén bien estructuradas y que respondan a problemas actuales de las organizaciones, sean escuchadas por los directivos y a su vez aplicadas a los procesos. En este orden de ideas las estructuras jerárquicas pierden importancia, puesto que todos los

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