Perfil Empresarial
Enviado por Maik.Sierra • 25 de Marzo de 2015 • 4.516 Palabras (19 Páginas) • 234 Visitas
Espíritu Empresarial: Atrévete a opinar
El espíritu empresarial es la aptitud creativa del individuo, aislado o integrado en una organización para detectar una oportunidad y aprovecharla con el fin de crear un valor nuevo u obtener el éxito económico.
La escuela de negocios de Harvard define el espíritu empresarial como la búsqueda de objetivos, independientemente de los recursos que se controlan en la actualidad. Esta definición presupone que las metas del emprendedor están claras, que el emprendedor tiene una visión y que se apoya, no en las metas, sino en el enfoque novedoso con el que el emprendedor adquiere y selecciona sus medios para lograr los fines deseados.
Un empresario es una persona que, con información, conocimientos, contactos y altos niveles de innovación y creatividad, reúne dinero, equipos, materias primas y personal con el fin de poner en marcha una empresa y lograr el éxito. Sin embargo, para ser un empresario exitoso debes tratar de desarrollar ciertas capacidades que influyen en el éxito de cualquier empresa.
1. Capacidad de detectar oportunidades
Un empresario exitoso debe tener “olfato” para visualizar un negocio donde la mayoría de las personas sólo ven caos, contradicciones, dificultades o inclusive amenazas. Es por esto que si quieres ser un empresario exitoso debes estar informado permanentemente sobre las novedades y cambios en tu sector y tener la curiosidad suficiente para conocer e investigar el entorno y a tus clientes.
2. Capacidad de innovar o crear
Debes tener la capacidad de crear nuevos productos o servicios para satisfacer de manera eficiente las necesidades de tus clientes, actuales o potenciales. Para lograr esto infórmate y usa tu inteligencia en la producción y comercialización para obtener mejores resultados. Además, no debes temer a hacer las cosas diferentes.
3. Capacidad para luchar frente a los inconvenientes del entorno
Tu vida como empresario siempre estará llena de retos y vicisitudes, por lo que tanto tú como tu empresa deben ser flexibles para adecuarse rápidamente al entorno. Tu labor como empresario es anticiparte a los cambios y estar listo para adecuarte a ellos. Evita que te sorprendan sin estar preparado.
4. Capacidad de adaptación a los cambios
Los cambios son normales y saludables para un empresario exitoso, pues se trata de personas optimistas que -con entusiasmo, esfuerzo, conocimientos y muchas horas de trabajo-, se anticipan y responden siendo capaces de convertir una amenaza en una oportunidad.
5. Capacidad de dirección
Los empresarios exitosos son capaces de planificar, organizar, dirigir y controlar las actividades de su empresa, pero sobre todo capaces de liderar el proceso dinámico de visión, creación y cambio. Y es que se trata de personas capaces de conducir un equipo, pero también de inspirar a los colaboradores a alcanzar las metas. Por eso, debes desarrollar habilidades de liderazgo.
6. Capacidad para tomar riesgos calculados
Un empresario exitoso se preocupa constantemente de reunir información que le permita tomar decisiones con el mayor grado de certidumbre posible. No arriesga su capital ni lo que tiene en ningún negocio que no haya analizado previamente. Sin embargo, tampoco se queda en la inacción sin tomar riesgos, sino que logra un equilibrio entre ambas opciones.
7. Capacidad para tomar decisiones
Lo que diferencia a un empresario exitoso de un administrador o gerente, es que el empresario disfruta de la construcción de una nueva empresa más que de observar, analizar y describir una empresa existente. Por ello, estará obligado a tomar decisiones que le permitan constituir un equipo empresarial fundador, capaz de identificar, acumular, controlar y garantizar los recursos necesarios para el inicio y continuidad de la nueva empresa.
La insuficiencia de beneficios e incentivos económicos, financieros y tributarios, es una expresión común entre los empresarios; aducen que las cargas tributarias que deben soportar son muy elevadas y que se constituyen en un elemento desfavorable a la subsistencia y crecimiento de sus negocios. Esta situación trae consigo un hecho preocupante para la sostenibilidad del estado y de las empresas mismas: la informalidad en la que se sumergen éstas y bajo la cual desarrollan su actividad económica, con el pretexto de no percibir el suficiente nivel de ingresos para financiar sus operaciones y para cubrir los tributos; lo que se traduce también en ilegalidad, elemento configurado por los empresarios bajo el argumento de no querer desviar recursos hacia un estado poco benefactor.
Espíritu Emprendedor: Ejercicios
¿Qué es el espíritu emprendedor? ¿Qué entendemos por ese concepto? Hablamos de un concepto multidimensional, que incluye valores personales, tales como la creatividad, la disposición positiva para la innovación y el cambio, la confianza en uno mismo, la motivación de logro, el liderazgo, la aceptación del fracaso como fuente de experiencia, y las actitudes de cooperación y de trabajo en equipo.
Tener buenas ideas, iniciativa y espíritu emprendedor, incluso algo de rebeldía con causa, es algo importante y refleja la creatividad y profundidad de su pensamiento. Suponemos que esas ideas son útiles de forma instantánea, pero no siempre es así. Muchas veces despiertan el recelo y la desconfianza, y, como descubrieron por sí mismos Galileo, Alexander Fleming y otros grandes inventores, las ideas no venden por sí mismas. Por eso los alumnos necesitan aprender a dirigir ese espíritu hacia proyectos valiosos, cómo comprometerse con lo que quieren realizar, y como persuadir a las otras personas del valor de lo que piensan y sostienen. Cuándo opinan o muestran iniciativas, que muchas veces contrastan con nuestros propios planes, podemos pedirles que lo argumenten, por qué creen que es buena, y mostrarles que lo valoramos y lo tenemos en cuenta a la hora de tomar una decisión. En las aulas podemos estimular todas estas posibilidades con proyectos específicos y con iniciativas insertas dentro del curriculum ordinario y las clases habituales, que les permitan desarrollar el talento emprendedor.
• Necesidad de logro: Este concepto se encuentra íntimamente ligado con el de motivación. Y podríamos definirlo como el impulso de hacer las cosas bien, de tener éxito en sus actuaciones y de alcanzar ciertos estándares de excelencia. La persona con elevada necesidad de logro suele sentirse inclinada hacia tareas que considera retadoras o difíciles, de forma que, cuando alcanza el éxito en su realización, siente la satisfacción de haber conseguido un logro
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