Pincipio de prudencia y registro. Gowex

De acuerdo con el artículo presentado en éste caso, puedo manifestar como primer punto que el documento como tal no manifiesta mayores datos ni precisión en las maniobras realizadas por Gowex, por lo que me he revisado textos adicionales que me permitan tener claro el proceder de la empresa y el por qué de su “quiebre final”, que no es más que la dilucidación de la gran estafa y manipulación del mercado a su favor.

Me parece importante detallar que, acorde a la información que he encontrado, Gowex era un grupo empresarial cuya ancla principal era Gowex WIFI y que desde mi punto de vista es viable y muy rentable; sin embargo, el afán de conquistar el mercado y sobrevalorar sus acciones para adquirir mayor inversión que le permita su pronta expansión, fue totalmente errado.

El hecho de usar empresas proveedores y clientes ficticios para inflar sus beneficios, generando facturación falsa con altos rubros que jamás eran cobradas, apantallaba en sus estados contables “la alta rentabilidad” de la empresa para atraer interesados en comprar sus acciones y conservar un flujo de dinero que le permita mantenerse fraudulenta e inflar su valor en el mercado, para solicitar créditos que le hubiesen garantizado expandirse a nuevos negocios en muy poco tiempo. Evidentemente, este tipo de acciones le permitió fácilmente subir su en el MAB y cotizarse como una de las empresas más rentables.

Como podemos notar, los Principios de Registro y de Prudencia estuvieron ausentes desde el inicio de sus operaciones al maquillar y presentar una imagen falsa de la empresa para sus inversores. El crecimiento desmedido de ingresos, el desvío de fondos, el retraso en pagos de nómina y a proveedores, evidenciaba claramente que lo que se leía en sus informes era totalmente falso, aparados por su propia empresa auditora que encubrió y permitió sostener el fraude por alrededor de 10 años. Como bien lo han manifestado varios críticos al tema, existe falencias en la normativa que exige las respectivas auditorías a las empresas y que deberían ser llevadas a cabo no solamente cuando atacan los intereses de otras empresas, si no desde el inicio de sus actividades y mucho más cuando el beneficio es notablemente superior al real ejercicio del negocio. El estado debería exigir que las auditorías fuesen llevadas a cabo por empresas con trayectoria transparente que debieron auditar y alertar a tiempo sobre dichos procesos fraudulentos.

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