Que Se Entiende Por Teoría Económica Y Por Política Económica.
Enviado por franybasti • 25 de Marzo de 2015 • 1.657 Palabras (7 Páginas) • 363 Visitas
Esto se debe a que tienen fines distintos. Por un lado, lo que trata de hacer la teoría económica es explicar el motivo por el cual suceden las cosas. En un aspecto más económico intenta definir cómo utilizar los recursos escasos ante la presencia del conocimiento disperso. Dicha teoría no posee juicios de valor. Explica por ejemplo por qué hay inflación, pero no dice si la misma es buena o mala. El académico que se dedica a la elaboración de la teoría, debe concentrarse en que la misma sea eficiente. Al enfocarse en la eficiencia, en una primera instancia, no se preocupa de si la teoría es viable en el mundo que hoy vivimos. Por el otro lado, quienes se encuentran trabajando en la esfera de la política económica se preocupan por la realidad del presente, en aplicar las teorías que elabora la academia.
Llama la atención la falta de comunicación que se observa a veces entre estas dos esferas de trabajo al punto de despertar preocupación. Por esa razón es bueno recordar que existe un problema metodológico pero que se puede trabajar en conjunto y que se debe trabajar en conjunto si se quieren lograr avances hacia economías más desarrolladas. El presente artículo intentará recordar los roles de cada esfera, sus problemas y el por qué la importancia de que trabajen en armonía.
Diferencia entre teoría económica y política económica
La política económica tiene objetivos que cumplir, por ejemplo, reducir el desempleo. Al existir objetivos a cumplir entonces la política económica sí emite juicios de valor. Un funcionario público puede considerar que el nivel de desempleo es alto y que por ende es malo. De esta manera se encuentra emitiendo un juicio de valor y en este caso su objetivo será disminuir la tasa de desempleo. Al cumplimiento de los objetivos (en este ejemplo, la reducción del desempleo) se llega a través de medios. En pocas palabras, en la esfera de la política económica existen objetivos a cumplir a través de medios. Estos medios a su vez, pueden ser políticamente viables o políticamente inviables. El límite de la viabilidad dependerá de que los gobernantes puedan aplicar la medida o no.
Una medida puede ser inviable básicamente por tres razones:
Existe una opinión pública lo suficientemente negativa para determinar que la medida no será aceptada.
Debido a que la medida es inconstitucional.
Existen grupos de presión o de lobby con el gobierno de turno.
De esta manera, la teoría puede ser muy buena pero la población no cree que así sea (primer caso de inviabilidad), no se encuentra permitido por la ley (segundo caso de inviabilidad) o algunos empresarios o ciudadanos podrán “admirar” las teorías pero su preocupación es que pueden obtener dinero mediante subsidios, sindicatos, o de otra manera que se aleja de la brindada por la teoría económica.
El tercer caso sería el camino de una teoría “errónea” (no logra explicar las causas de algo) y políticamente viable. Sin lugar a dudas es el sendero más peligroso y muchas veces el más común. Desde hace muchos años se cree que la expansión excesiva de la base monetaria puede lograr un desarrollo sostenido de una economía. La teoría es “errónea” y sin embargo es muy fácil de aplicar políticamente, al menos en latitudes argentinas.
Sin lugar a dudas hay que lograr que las teorías económicas “fértiles” (las que si logran explicar las causas de un fenómeno) el día de mañana puedan ser viables.
¿Existe armonía entre la teoría económica y la política económica?
Quien aborda este tema con detenimiento es William H. Hutt en su libro Politically Impossible? (¿Políticamente imposible?). De dicha lectura se pueden sacar conclusiones interesantes.
Una de las primeras cosas que aclara el autor es que hay y debería existir una división entre de tareas entre el economista que analiza y el político que implementa. Sin embargo, los economistas pueden por un lado dedicarse a la academia realizando trabajos de investigación o bien a realizar trabajos de coyuntura. Hutt destaca que en los últimos años son cada vez más los economistas que se dedican a la coyuntura y menos quienes lo hacen a la teoría. Mientras el economista de coyuntura analiza el corto plazo (al igual que los políticos) la teoría económica suele aplicarse en el largo plazo. Analizan cosas distintas y es por esa razón que ambas esferas son necesarias.
Según Hutt, la manera de armonizar este dilema es por medio de la comunicación. Ya de entrada, al decir que una política es inviable o imposible pareciera cerrar las puertas a un cambio. No es lo mismo que algo sea imposible a que algo sea improbable en la actualidad. Por esa razón, el autor dedica varios párrafos para mostrar situaciones en donde lo inviable pudo volverse viable:
“Una y otra vez en la historia lo ‘increíble’ ha ocurrido cuando la amenaza de un desastre se ha presentado. Esta generación ha presenciado cómo un pueblo alemán de mentalidad autoritaria, enfrentado a los prospectos sombríos de 1946-7, aceptó la filosofía de Erhard de ‘prosperidad mediante la competencia’, llegando así a disfrutar
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