Reforma Fiscal

Reforma es el mecanismo y la consecuencia de reformar, un verbo que hace mención a cambiar algo o a formarlo nuevamente. Fiscal, por su parte, es aquello que está vinculado al fisco (las agencias estatales facultadas para el cobro de impuestos).

Una reforma fiscal, por lo tanto, es un proceso o una disposición que modifica la legislación impositiva. El Poder Legislativo se encarga de cambiar las leyes o de elaborar nuevas normas, que deben ser promulgadas por el Poder Ejecutivo.

La reforma fiscal siempre está vinculada a cambios judiciales ya que los impuestos son establecidos por ley. Las alícuotas, los gravámenes y las características generales de cada tasa deben estar especificadas en la legislación: por eso, subir o bajar un impuesto se asocia a una modificación de tipo legal.

Para entender cómo se desarrolla una reforma fiscal, hay que comprender qué son los impuestos. Se trata de pagos obligatorios que el Estado impone a sus ciudadanos para solventar su funcionamiento. Con el dinero que se recauda de los impuestos, un Gobierno a cargo de la administración del Estado puede invertir en la construcción de hospitales y escuelas, el desarrollo de caminos, el pago de jubilaciones, etc.

Para evitar abusos, los impuestos son fijados por ley. Es decir: un Gobierno no puede cobrar los impuestos según sus intereses particulares o sus deseos, sino que sólo puede recaudar de acuerdo a lo establecido por la legislación. En caso de querer modificar algún aspecto de los tributos, tendrá que impulsar, en definitiva, una reforma fiscal.

El primer año de la reforma fiscal, que impulsó el Ejecutivo a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), trajo consigo desafíos, aciertos y tragos amargos para los contribuyentes y la economía nacional.

Sin embargo, analistas aseguran que lo más difícil aún está por llegar y que el verdadero impacto de la reforma fiscal se verá reflejado en los primeros meses del 2015.

Además de que la reforma fiscal golpeó la economía, porque inhibió el consumo y la inversión en el país e incentivó la informalidad. Pese a esta problemática, la reforma hacendaria cumplió su objetivo: incrementar la recaudación.

El presidente Enrique Peña Nieto adelantó a los líderes del Grupo de los 20 (G20), que la reforma financiera que enviará al Congreso de la Unión los próximos días fomentará la formalidad de la economía, fortalecerá el federalismo y aumentará la transparencia en el ejercicio de los recursos públicos.

En su participación en la primera sesión de los trabajos de la Cumbre de Líderes del G20, que reúne a los líderes de las economías más poderosas del mundo, entre ellas Estados Unidos, Rusia, Alemania y China, el mandatario mexicano detalló que su propuesta consolidará la estabilidad y el crecimiento económico del país.

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