Separata de Gerencia Estratégica
Enviado por panicxd • 29 de Enero de 2018 • Ensayo • 1.763 Palabras (8 Páginas) • 220 Visitas
GERENCIA ESTRATÉGICA
Sesión N° 1
Generalidades
1.1. INTRODUCCIÓN
La Gerencia
El profesional en Administración debe estar preparado para asumir los retos que su carrera profesional le presente. Entre ellos puede estar el reto de dirigir una empresa o un proyecto. Para ello es conveniente que su formación incluya los conocimientos y habilidades que le proporcionen las competencias adecuadas para cumplir satisfac-toriamente su trabajo.
La Necesidad de Ambición
La Administración de Empresas es una carrera sumamente interesante y apasionante, que puede ser seguida por cualquier persona, pero que reserva el éxito en ella sólo para aquellos que muestren una gran ambición. Estas palabras pueden ser demasiado excluyentes, sin embargo, la realidad nos ha enseñado que encierran una gran verdad. La persona con ambición, entendida ésta como el intenso deseo de lograr grandes cosas, tendrá la necesaria fuerza motivadora para enfrentarse al gran reto de alcanzar los más altos retos y objetivos empresariales.
El conformismo se opone a la ambición. El conformista se contenta con lo que consigue, así sea poco. Este tipo de personalidad no concuerda con las características de la profesión administrativa, pues ésta no sería utilizada a plenitud.
Gerenciar o administrar una empresa, sea propia o ajena, y llevarla a lo más alto, representa un gran reto, el cual están dispuestos a asumir aquellos que tienen dentro de sí un afán de grandes logros, aquellos que se apasionan con sus objetivos, aquellos que confían en sí mismos y aman la aventura, aquellos que piensan que todo reto es una oportunidad de su vida.
La Administración de Empresas o de emprendimientos es una de las pocas carreras que puede brindar a los profesionales, la oportunidad de lograr sus más altos objetivos, sean económicos, profesionales, sociales, familiares o de cualquier tipo. Sin embargo, no todos los que la siguen son exitosos. Los que fracasan son personas que desaprovecharon la oportunidad que les da la carrera para que logren algo grande. La mayoría de ellos lo hacen, porque carecían de ambiciones, de objetivos supremos. La ambición, el ansia de éxito, el deseo intenso por alcanzar los objetivos, son motivaciones que otorgan la fuerza necesaria para hacer cualquier esfuerzo. Sin motivación no contamos con el interés suficiente que nos mueva a hacer cosas. La Administración es una carrera de acción. El Administrador no puede sentarse a pensar en qué bonito sería que se solucionen los problemas, tiene que pensar en cómo solucionarlos y luego pararse y actuar, porque sabe que, sin acción, no se mueve la realidad.
Los primeros pasos para gerenciar
Dentro de poco estaremos al frente de una Oficina, a cargo de una Jefatura, o tal vez dirigiendo una empresa. Cuando llegue ese momento, el Administrador debe estar preparado y saber lo que tiene que hacer. Básicamente, lo primero que se debe hacer es recoger la mayor información posible sobre el puesto, la empresa y, lo que se espera de ti. Luego tienes que aplicar lo aprendido. En este sentido, debemos recordar que la Administración es hacer el mejor uso de los recursos disponibles, con el fin de alcanzar los objetivos. Y esto se traduce en un proceso administrativo, que cuenta con las etapas de Planear, Organizar, Dirigir, Controlar y Evaluar. Es decir que en la primera etapa estableceremos los objetivos a los que nos referíamos en la definición de Administración. Esta es la etapa del pensar. Las siguientes etapas son las etapas del actuar; es decir, lo que tenemos que hacer para que los objetivos se hagan realidad.
Los Gerentes desarrollando su rol de estrategas son los funcionarios que asumen directamente la mayor responsabilidad en el éxito o el fracaso de una empresa, en virtud de su participación primero en la elección del rumbo que la orientará y después en la mantención del rumbo. La primera parte de este rol, el pensar (elegir los objetivos, el rumbo, la estrategia), a veces no necesariamente lo desarrolla el gerente. En algunas oportunidades lo efectúan el director general, el presidente, el propietario, el presidente del consejo, el director ejecutivo, el canciller, el rector o el empresario. En esas circunstancias, al gerente le corresponde solo la responsabilidad del actuar; es decir la ejecución de la estrategia.
Los Estrategas difieren tanto como las empresas, y estas diferencias deben tomarse en cuenta en la formulación, implantación y evaluación de las estrategias. Algunos estrategas no tomarán en cuenta ciertos tipos de alternativas estratégicas a causa de sus filosofías personales. Los estrategas difieren en sus actitudes, valores, ética, deseo de afrontar riesgos, interés en responsabilidad social, orientación a la rentabilidad, búsqueda de resultados a corto y largo plazos, y estilo de dirección. Por estas circunstancias se dice que la estrategia puede ser influida por las particularidades del Gerente que la formula.
Es responsabilidad del Gerente hacer todos los esfuerzos posibles para dejar de lado sus deseos o tendencias personales, para elegir la estrategia más adecuada para los intereses de su empresa u organización.
1.1.4. Principales requisitos para gerenciar
Los Gerentes para desarrollar su rol de estrategas deben contar con algunos requisitos:
1) Motivación para dirigir
2) Inteligencia
3) Capacidad de análisis y de síntesis
4) Capacidad de comunicación
5) Dotes de Psicología
6) Capacidad de escucha
7) Espíritu de observación
8) Dotes de mando
9) Capacidad de trabajo
10) Espíritu de lucha
11) Perseverancia y constancia
12) Fortaleza mental y física
13) Capacidad de liderazgo
14) Integridad moral y ética
15) Espíritu crítico
1.2. EL DESARROLLO PERSONAL
Como se ha visto en el punto anterior, a los Gerentes se les exige varios requisitos para gerenciar, lo cual no debe ser una preocupación, sino una motivación para trabajar en nuestro desarrollo personal. A continuación, explicaremos dos aspectos que pueden servir de mucho para orientarnos en el cómo afrontar la responsabilidad de desarrollarnos personalmente.
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