Sobre el conflicto de la ANEP con Alba Petróleos

Sobre el conflicto de la ANEP con Alba Petróleos

Los directivos de la ANEP mantienen una campaña de acusaciones contra Alba Petróleos, una empresa legalmente constituida como buen ejemplo de asocio público entre algunas alcaldías municipales de El Salvador y la empresa PDVSA de nacionalidad venezolana. Sobre este conflicto se considera lo siguiente:

1. La ANEP dice que representa los intereses del sector empresarial del país pero rechaza a Alba Petróleos, a pesar de que es una empresa legalmente constituida. Rechazar a Alba Petróleos es rechazar la libertad de empresa, el libre mercado que la ANEP ha defendido como punto de honor.

2. La ANEP dice que Alba Petróleos se beneficia del Estado, pero esa empresa no surgió de un proceso de privatización ni evade impuestos, como sí lo hacen muchas grandes empresas y que surgieron de las privatizaciones realizadas durante los 20 años de gobierno de ARENA. Basta recordar la privatización de la banca, que primero fue saneada con fondos públicos y luego comprada por algunas familias oligárquicas que tienen un peso importante en la ANEP.

3. La ANEP critica que Alba Petróleos se ramifique, como si esto fuera un delito y no un derecho de cualquier empresa. El Conglomerado Poma, por ejemplo, tiene decenas de empresas diseminadas en el país y en el exterior. Lo mismo ocurre con el grupo Agrisal, entre cuyos accionistas están las familias Meza y Simán, que poseen más de 50 empresas y planean crear hoteles en Tegucigalpa, San Pedro Sula, Managua, Guatemala, Panamá y Santo Domingo. Esos y otros empresarios de la ANEP tienen industrias, almacenes, negocios de importación, centros comerciales y muchas otras empresas. A la ANEP nunca le ha preocupado la existencia de esos conglomerados. Incluso, nunca ha criticado que esos empresarios hagan negocios en Nicaragua en el marco del ALBA.

4. La ANEP afirma que Alba Petróleos podría monopolizar algunas áreas de la economía, temor que parece exagerado. Alba Petróleos, que solo comercializa el 20% de los combustibles, compite en ese mercado con transnacionales que poseen inmensos capitales. En el sector agropecuario, la transnacional Monsanto y las empresas donde Alfredo Cristiani es accionista (Unifersa, Bolproes y otras) controlan los insumos y el comercio de granos básicos. En la banca la situación es todavía más desigual, pues Alba Financiera surgió con un capital de 5 millones de dólares, equivalentes al 1% del capital del Banco Agrícola, que en diciembre de 2012 cerró en 492 millones. Lo cierto es que los monopolios y oligopolios son una realidad nacional y no una preocupación de la ANEP. Existen en la producción y comercialización de calzados (ADOC), cemento (HOLCIM), harina de trigo (MOLSA y HARISA) y otros rubros. La ANEP, que dice defender el libre mercado, nunca ha criticado a esas empresas monopólicas.

5. La ANEP dice que Alba Petróleos lava dinero y tiene vínculos con grupos

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