Teoría: Competitiva, Factores Y Comparativa
Enviado por VictorPadilla • 28 de Febrero de 2014 • 2.884 Palabras (12 Páginas) • 443 Visitas
VENTAJA COMPARATIVA
Explica el origen de las enormes ganancias que genera el libre comercio más allá de la explicación dada por la teoría de la ventaja absoluta. Según la teoría de la ventaja comparativa, aunque un país no tenga ventaja absoluta en la producción de ningún bien, le conviene especializarse en la producción de aquellas mercancías para las que su desventaja sea menor, y el país que tenga ventaja absoluta en la producción de todos los bienes debe especializarse en la producción de aquellos cuya ventaja sea mayor. La teoría de la ventaja comparativa constituye una explicación del comercio internacional basada en las diferencias de los costes del trabajo entre los países. La ventaja competitiva de una empresa y la ventaja comparativa (o la absoluta) de un país pueden converger o hallarse en discordancia, lo cual reforzará o atenuará, respectivamente, su potencialidad. Ahora bien, Desde la primera reunión se puso de presente que el país no tenía criterio ni estrategia para enfrentar el TLC. Las directrices generales del tratado fueron fijadas por la Comisión norteamericana en un documento sustantivo, que replicaba las experiencias de estos tratados. El documento no tuvo respuesta en otro equivalente, y no se modificó mayormente en las negociaciones. Las grandes teorías del tratado no se discutieron. En este documento volveré sobre los grandes temas, para demostrar que el tratado es contrario a los intereses nacionales y, en consecuencia, no se debe firmar, o al menos, merece ser sometido a un referendo público. La exposición se dividirá en cinco partes:
1. La experiencia de la apertura en Colombia y en América Latina.
2. Incidencia del TLC sobre el desarrollo económico.
3. Repercusiones sobre derechos intelectuales, la agricultura, las comunicaciones, la educación y la cultura.
4. Integración por bloques que constituyen una mejor alternativa para el desarrollo nacional en comparación con las negociaciones que se están perfilando en este momento.
5. Alternativa: desarrollo liderado por la nueva industrialización.
Antecedentes
El acuerdo de libre comercio no es radicalmente nuevo. Más exactamente, es una nueva etapa de la apertura económica que se inició en el país hace varios años. Las dos reformas están basadas en las mismas teorías de ventaja comparativa. Lo que se examina y se anticipa sobre el TLC se realizó en el año 89 y 90, cuando un grupo importante de economistas realistas nos presentaban el experimento como la panacea que se materializaría en altas tasas de crecimiento, pleno empleo, inserción internacional, mejoría de salarios, etc. En los trece años que siguieron a la apertura, el país se vio abocado a una serie de acontecimientos desafortunados para la sociedad colombiana. En el periodo de 1990-2002 la economía tuvo el crecimiento más bajo del siglo; el desempleo alcanzó la tasa más alta; los índices de equidad de la sociedad colombiana se destruyeron, la pobreza pasó de 52% a 66%, y el coeficiente de Gini de la distribución del ingreso aumentó de .45 a .60.
Las predicciones realizadas en los organismos internacionales, Planeación Nacional y el Banco de la República sobre la economía colombiana en la década del 90 fracasaron estruendosamente. En lugar de la panacea que significaba la adopción del modelo del Consenso de Washington, el país registró un monumental retroceso económico y social.
La explicación es relativamente sencilla y se anticipó en su momento. La política de desmonte arancelario se fundamenta en el principio de la ventaja comparativa, que no es válido en la economía colombiana. De acuerdo con este principio, la liberación de las economías conduce a especializarse en aquellas actividades que están en condiciones de realizar más fácilmente. De esta manera, los países se limitan a producir los bienes de menores costos relativos y el resto lo obtienen en los mercados internacionales a través del intercambio. La propuesta es de un enorme atractivo: dediquémonos a producir aquellas cosas que producimos a los costos relativos más bajos, abandonemos el resto y, por ese camino, obtendremos una ganancia espectacular que redundará en mayores ingresos, crecimiento económico, empleo y salarios.
Esta teoría, que tiene un enorme prestigio económico y en los libros de texto se considera como una verdad irrefutable, no se cumplió en Colombia ni en América Latina por una razón muy sencilla. Estos países tienen ventaja comparativa, es decir, están en capacidad de elaborar los bienes a menores costos relativos en aquellas actividades que no tienen demanda mundial. Así, Colombia tiene ventaja comparativa en la maquila y la agricultura tropical, como papa, yuca, arracacha y uchuas.
¿Entonces qué ocurrió con la apertura? El desmonte arancelario ocasionó una entrada masiva de importaciones, la cual se aplaudía porque los bienes se podían adquirir a menores costos en los mercados internacionales. A su turno, la destrucción de la industria y la agricultura era bienvenida porque significaba desplazar actividades ineficientes.
Al mes de adoptada la apertura se presentó una avalancha de productos agrícolas que se llevaron en dos años la tercera parte del área sembrada del sector; se perdieron más de 700.000 hectáreas en arroz, maíz, soya, algodón, trigo, cebada, etc. Luego, en la industria se presentó una entrada masiva de importaciones que desmantelaron las empresas de bienes intermedios.
La primera parte del teorema se cumplió. La apertura provocó una entrada masiva de importaciones que desplazan la industria y la agricultura, supuestamente ineficientes, porque se elaboran a precios y costos más altos, que en el exterior, y luego la estructura y la economía se movilizan hacía las actividades de ventaja comparativa. Más tarde, viene la tragedia. Como estas actividades carecen de demanda mundial, la economía se ve abocada a una pérdida del mercado interno mayor que el aumento de las exportaciones que contrae la demanda efectiva y ocasiona un déficit en cuenta corriente que se manifiesta en un saldo creciente de la deuda externa en relación con el PIB.
Así las cosas, la apertura desplaza la tercera parte del área agrícola, sustituye las actividades de bienes intermedios y luego genera un exceso de las importaciones sobre las exportaciones. La economía se vio abocada a un proceso de endeudamiento que la torno inviable. Cada Año es necesario contratar crédito externo para pagar el endeudamiento del pasado. Ahora, el peso de las erogaciones de la deuda externa en el presupuesto nacional implica aumentos excesivos de impuestos que se han buscado subsanar por la vía indirecta y en los ingresos del trabajo; y, para completar, como esos recursos son insuficientes, los excedentes financieros de la economía se
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