Tx Personalidad

Trastornos de la personalidad.

Tal vez describa a un amigo como entusiasta, platicador, agradable, cálido y cooperador.

Otro amigo quizá moleste a todos: debido a que lo único que parece importarle es él mismo: es egocéntrico, manipulador, egoísta.

Es posible que estos adjetivos no transmitan las sutiles distinciones; pero ofrecen una idea de las características fundamentales. A lo que los psicólogos llamamos “rasgos de personalidad” lo cual es un patrón permanente de percepción, relación y pensamiento acerca del ambiente y de los demás, patrón que está arraigado en la matriz de la composición psicológica del individuo.

Por lo que, en este parcial conoceremos, que hay gente con patrones de conducta muy rígidos y desadaptados; que experimentan problemas psicológicos y dificultades interpersonales significativos.

¿Cuál es la naturaleza de los trastornos de la personalidad?

Un trastorno de personalidad implica un patrón desadaptado y duradero de experiencia interna y conducta.

Data de la adolescencia o la adultez joven.

Se manifiesta en 4 de las siguientes áreas: Cognición – Afectividad – Funcionamiento interpersonal – Control de los impulsos.

Este patrón inflexible se hace presente en situaciones personales y sociales.

Están presentes cada día y en la mayoría de las interacciones con los demás (suelen ser infelices y desadaptados).

Es considerado por los profesionales clínicos como las alteraciones psicológicas más difíciles de tratar.

¿Qué es lo que un profesional clínico toma en cuenta para evaluar a un individuo que tiene un trastorno de personalidad?

Su historia de vida.

¿Qué tipo de preguntas se hace un profesional clínico?

¿Los problemas de la persona han sido duraderos y persistentes?

¿Están relacionados con un evento o alguna relación en particular?

Las respuestas a las preguntas anteriores, es que si los problemas han estado arraigados profundamente, ser de muchos años y si son formas características de sentir y actuar del individuo, entonces la persona puede tener un trastorno de personalidad.

Es difícil diagnosticar un trastorno de personalidad, ya que muchas de estas alteraciones tienen características similares.

¿Cuáles son los criterios de diagnóstico de un trastorno de personalidad?

Un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del individuo. Este patrón se manifiesta en al menos dos de las áreas siguientes:

Cognición.- formas de percibir e interpretarse a sí mismo, a los demás y a los eventos.

Afectividad.- rango, intensidad y adecuación de la respuesta emocional.

Funcionamiento interpersonal.

Control de los impulsos.

El patrón es inflexible y persistente, y se extiende a una amplia gama de situaciones personales y sociales.

El patrón provoca malestar o deterioro.

El patrón es estable y de larga duración y su inicio se remonta al menos a la adolescencia o al principio de la edad adulta.

Los trastornos de personalidad según el DSM, están incluidos en un conjunto de diagnósticos separados, y reunidos en tres grupos; pero basados en características compartidas.

Grupo A.- Sus características son raras y excéntricas: Paranoide – Esquizoide y Esquizotípico.

Grupo B.- Los individuos con estas condiciones son en extremo dramáticos, emocionales y erráticos o impredecibles. Su característica principal es que son teatrales: Antisocial – Límite – Histriónico – Narcisista.

Grupo C.- En este grupo sus características son de ansiedad y temor: Evitante – Dependiente y Obsesivo/compulsivo.

El trastorno antisocial de la personalidad.- Se caracteriza por una falta de consideración de la moral social o de las normas legales (psicópatas o sociópatas).

1801, Phillipe Pinel reconoció por primera vez este trastorno como una forma de locura en la que el individuo exhibía conductas impulsivas e incluso destructivas, mientras conserva un pensamiento racional. Varias décadas después este trastorno fue denominado “locura moral”.

El caso típico del T.A.P es menos extremo que el de los asesinos en serie, como Ted Bundy (1974 – 1978), no obstante todos comparten una falta de conciencia respecto a lo bueno o lo malo.

El diagnóstico que se utiliza actualmente en el DSM, tiene su origen en el trabajo de Harvey Cleckley, en 1941 representó su primer intento por describir y categorizar las conductas de la personalidad “psicopática”. 30 años más tarde en 1976 Cleckley creó un conjunto de criterios, con más de una docena de características, las cuales constituyen el fundamento de los criterios diagnósticos actuales.

Entre estas características están:

La falta de remordimiento o de vergüenza por los actos dañinos hacia los demás.

Poca capacidad de juicio e incapacidad de aprender de la experiencia.

Egocentrismo extremo e incapacidad de amar.

Falta de respuesta emocional hacia los demás.

Impulsividad (conducta fantástica y poco atractiva).

Ausencia de nerviosismo y falta de confianza.

Falsedad y falta de sinceridad.

Cleckley utilizó el término “demencia semántica” para describir la incapacidad del psicópata de reaccionar de manera apropiada a las expresiones emocionales.

Algo muy particular, es que el individuo encubre estas conductas sociales ofensivas con un encanto superficial y una inteligencia aparente.

Los individuos con este trastorno pueden comportarse de manera impulsiva, agresiva e imprudente, sin mostrar señales de remordimiento. En ocasiones puede fingir remordimiento con la intención de evadirse de situaciones difíciles.

Algunos en lugar de expresar su agresión de forma abierta, “la plática fácil” es lo que los hace capaces de obtener lo que desean al presentarse de manera favorable.

Algo muy importante…..

Es saber distinguir entre un T.A.P. y la conducta antisocial de un adulto, lo cual se refiere al comportamiento ilegal o inmoral, como: robar, mentir y hacer trampa.

También se debe distinguir los términos antisocial y criminal; esto tiene un significado en el ámbito jurídico, mas no en un concepto psicológico. Sin embargo, muchos de los que son enviados a prisión, cumplen con los criterios psicológicos de T.A.P. se estiman que en la población encarcelada existe de 40 a 75% de individuos con este trastorno.

En muchos casos, los problemas del T.A.P. se reflejan en acciones que no serán consideradas violaciones a la ley, como problemas en el empleo, promiscuidad y agresividad.

Las características

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