Articulo de investigación el jardín de niños Club Sertoma Aztlán
Enviado por marconov • 27 de Septiembre de 2016 • Ensayo • 1.891 Palabras (8 Páginas) • 369 Visitas
Diagnóstico
En el jardín de niños Club Sertoma Aztlán, un plantel de nivel socioeconómico medio, se han podido notar algunas irregularidades de conductas violentas en los niños, sin embargo, también hay educadoras que resuelven los conflictos de manera pasiva creando un clima armónico y de confianza en el aula.
En los grupos de tercero se han registrado conductas violentas mediante la observación, son pocos los casos pero hay niños que no se autorregulan y actúan de una forma violenta hacia sus compañeros, generalmente violencia verbal aunque también se observan algunas físicas.
Primeramente está el caso de Karla, una niña de tercero “C”, su forma de violentar es verbal, todo el tiempo está buscando la forma de criticar a sus compañeras y/ o amigas, ponerles apodos o burlarse de ellas por cualquier situación, haciéndolas sentir torpes y o de un nivel inferior al de ella, dañando su autoestima. Esto se ha visto afectado en las niñas consideradas como víctimas, una de ellas, Fernanda de tercero “B”, presenta una baja autoestima en el aula y poca seguridad de sí misma, considerándose como torpe o cualquier otro apodo que su amiga le asigne.
En este caso, Fernanda no ah sido la única influenciada por Karla, sino todas sus amigas que conviven con ella en el recreo, cada una de ellas de una manera diferente y algunas más afectadas que otras, aunque ellas no se den cuenta de ello. A pesar de las agresiones manifestadas, las alumnas siguen conviviendo entre ellas y temen perder su amistad.
El resto de los niños del plantel presentas conductas agresivas mínimas y algunas de ellas justificadas, sin embargo sus actitudes violentas son más paulatinas comparadas con el caso presentado anteriormente, sin embargo también es notorio ese “bullying” entre compañeros, al burlarse de sus tragedias o al hacer comentarios ofensivos, en los niños incluso hay pequeños golpes solo por molestar u hostigar.
Introducción
En los últimos años mucho se ha hablado de la violencia escolar con diferentes manifestaciones, tanto acrecentado que se le conoce de manera más universal como “Bullying” esta palabra que a pesar de ser un anglicismo que no forma parte del diccionario de la real academia española, es cada vez más habitual en nuestro idioma, el concepto se refiere al acoso escolar y a toda forma de maltrato, físico, verbal o psicológico que se produce entre escolares.
Este tipo de violencia suele afectar a niños y niñas entre 12 y 15 años, aunque puede extenderse a otras edades, en este caso en la etapa preescolar, donde se observan diferentes manifestaciones de los niños, como el abuso emocional hacia sus compañeros, asignación de apodos, burlas, comentarios hirientes que dañan las emociones de la víctima viéndose afectado su autoestima.
La desatención de lo afectivo en nuestras escuelas, aprueba los abusos y las desigualdades, llevando a nuestros niños a enmascarar sus sentimientos y a renegar de sus emociones. A esto lo que se llama “negligencia emocional”, lo cual también deteriora la autoestima y el sentido de valor personal de la víctima.
Desarrollo
El niño desde la edad preescolar puede mostrar un comportamiento violento que se manifiesta de diversas formas: agresión física, amenazas o intento de hacer daño a los demás y actos crueles hacia los animales, sin embargo, no siempre son realizados de manera “justificada” o por querer hacer un mal, pero requiere de una gran atención para poder identificar el origen de sus comportamientos y actitudes. En la edad de preescolar, el niño tiende a imitar a sus mayores, o lo que observa en su contexto más cercano, siendo este la sociedad que lo rodea, aunque en algunos casos se trata de una reacción a una situación difícil que vive el niño.
Laplanche & Pontalis (1996), definen el concepto de agresividad como la "tendencia o conjunto de tendencias que se actualizan en conductas reales o fantasmáticas, dirigidas a dañar al otro, a destruirlo, a contrariarlo, a humillarlo, etc" (p.13), pudiendo adoptar diferentes modalidades como los son: familiar, laboral y docente, comunidad, institucional y feminicidad, así como también diversas tipologías como la violencia psicológica, física, patrimonial, económica y sexual.
Pensar en la violencia en la escuela obliga a definir sus causas, límites y direcciones. La violencia escolar puede desarrollarse dentro de la escuela (en un aula, un pasillo, un patio, etc.) o en otros sitios que están vinculados a ella. La violencia escolar se puede presentar de alumno a alumno, alumno hacia el personal docente o el docente hacia el alumno. Entre las manifestaciones más frecuentes que tiene este tipo de violencia se encuentran las siguientes:
- Ataques al aspecto emocional de las víctimas mediante humillaciones o violencia verbal en toda su extensión.
Generalmente se escucha hablar sobre los dos tipos de violencia más destacados de una manera general: violencia física y/o verbal, de donde se desprenden diversas actitudes y características de cada una de ellas. El abuso emocional puede considerarse como una variación de la violencia verbal, pues no se agrede con golpes o “manotazos” a la víctima.
El abuso emocional podemos identificarlo como el maltrato psicológico de una persona hacia otra. Es un proceso de maltrato emocional continuo que, con el tiempo, deteriora la autoestima de una persona (la víctima del abuso) porque, al igual que cualquier otro tipo de abuso, es una forma de agresión y violencia.(p.13)
Kempe y Kempe (1979) indican a este respecto "que son actos nocivos, sobre todo verbales, diciéndole constantemente al niño que es odioso, feo, antipático, estúpido, o se le hace ver que es una carga indeseable. Puede incluso no llamársele por su nombre, sino que se le trata simplemente como 'tú', o 'idiota' o de otro modo insultante (...)" (p. 36).
A diferencia del abuso físico, que causa heridas visibles en el cuerpo del niño, la violencia emocional es más sutil y puede ser más difícil de identificar, tanto para las víctimas como para terceros. Sin embargo, sus consecuencias pueden ser igual de devastadoras. Los niños que sufren episodios recurrentes de violencia emocional crecen a menudo pensando que tienen algún tipo de deficiencia, o pueden culparse a sí mismos por el abuso sufrido, internalizando las agresiones físicas y verbales. Fuente: unicef
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